Probablemente tengamos gustos muy diferentes en cada región, por eso hay gustos tan dispares.
Yo, la verdad, he tomado Cruzcampo de muchas formas y ninguna me apasiona. Tal vez también sea porque es muy ligerita.
La Estrella Galicia, más común por mi zona, Asturias, me gusta según dónde y a veces según el día; la he tomado muy rica y muy mala. Se me hace un poco como la Mahou; tienen que estar a la temperatura adecuada y si se calientan ya no están buenas porque se hacen pesadas. La gallega tarda un poco más en calentarse al punto de intomable, en mi opinión.
La Mahou, hasta hace poco, era la reina en Asturias (no sé si toda). A mí no me disgusta pero eso, muy sensible a saber mal si se calienta y, como la Cruzcampo, tiene demasiado gas por lo que te llena demasiado si la tomas de botellín, que es como casi siempre se sirve aquí. Pocos somos los raros que queremos un vaso. Eso sí, una caña bien tirada sabe muy bien.
Otras cervezas intomables: San Miguel (creo que antes tomaría incluso Cruzcampo) y todo lo que haga Font Salem, fabricante de la mayoría de marcas blancas de supermercado y que es purria absoluta.
Sin ponernos muy exquisitos, la que más me gusta de las típicas de bar o super, últimamente puede ser la Victoria, Alhambra en caña y Voll Damm.