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Compañeros calvetes, aquí está la solución 
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puto calbo, no tiene un pelo de tonto 
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muy bueno
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Triatleta’ del año
Rescatado del río Saja, con hipotermia, un conductor que huyó en coche, a pie y a nado para evitar un control de la Guardia Civil
Hacia tiempo que no me reía tanto con una noticia que apareció el otro día en “el diario montañés”.
Aquí os la dejo, atención a la mala leche que tiene el periodista:
CANTABRIA
Sucesos
Aquí está el ‘triatleta’ del año. La Guardia Civil detuvo el lunes a un conductor cuyas iniciales responden a P.D.Z. como posible autor de un delito contra la seguridad del tráfico en el que se ha visto implicado al eludir un control policial huyendo en coche, primero, a pie, después, y a nado, más tarde, poniendo en práctica una modalidad de triatlón hasta ahora desconocida.
Con la pancarta de salida frente a un control de alcoholemia y la línea de meta junto a un molino acuático, P.D.Z. inició su particular carrera a eso de las siete menos veinte de la mañana del domingo, día 10. Bien temprano. Al volante de un turismo en el que viajaban otras tres personas, el ‘triatleta’ aceleró la marcha a su paso por un control policial. El primer sector -rallye- acababa de comenzar.
Obligando a los agentes a dar un paso atrás para no ser arrollados, P.D.Z. emprendió una huida cargada de alta velocidad y graves infracciones que le llevó hasta la localidad de Viveda, donde se empotró contra la pared de cerramiento de un chalet.
Una vez se apeó del vehículo, ‘ironman’, que se olvidó dentro a los tres pasajeros, comenzó el segundo sector -carrera a pie- ya distanciado de su inmediato perseguidor, un guardia civil que optó por la retirada víctima de la oscuridad de la noche.
500 metros a nado
La prueba, de ultrafondo, se prolongó hasta las nueve y media de la mañana del domingo, hora a la que P.D.Z. tuvo que afrontar el último sector -natación- al verse azuzado, ya por Quijas, por una patrulla de la Guardia Civil que prestaba servicio de seguridad ciudadana y que empezaba a hacer peligrar su victoria.
P.D.Z. no se lo pensó dos veces. Se lanzó al río Saja y empezó a nadar… y a nadar… y a nadar… 500 metros, que se dice pronto. Perplejos, los guardias civiles, que tuvieron que pedir ayuda, le siguieron la pista desde tierra hasta dar con él en una especie de molino acuático. Meta.
Exhausto por el esfuerzo y con fuertes síntomas de hipotermia, el conductor fue rescatado y trasladado al Hospital Sierrallana de Torrelavega, donde recibió asistencia médica antes de subir al podium a coger su diploma: conductor temerario. Y su trofeo: un posible delito contra la seguridad del tráfico
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Lo que no pase en mi tierra
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