Eran otros tiempos.
Verano del 83.
Echando un partido de futbol en la calle. Teniamos frito a Gregorio “Goyo” (QEPD), pidiendole diez o doce guajes, un vaso de agua.
Mi hermano, ya se lo habia llevado Tio Luis (QEPD), al terreno.
Cuando el partido estaba en los minutos finales, y me habian puesto de delantero, cual Julio Salinas, sale al balcon mama (QEPD), acompañada de la Sra. Paca, y Rosario, una entrañable vecina.
“Ruben, veteme a la modista, y dile que me faltan mangas para los mandilones, y forros para las blusas”.
Mama, estamos jugando la final!!
“Ni final, ni finalo, como me descalze veras” Mientras hacia el amago de quitarse la zapatilla.
Total, que cuando le hago el recado, ya habiamos perdido el partido. Un gol en propia puerta de Dieguin, el hijo de Diego, nos habia hecho perder ese partido.
Subo a casa, le doy a mama las mangas, los forros, y ya de paso unos patrones dados por la modista jefa.
Merecio la pena no terminar ese partido. Amen de comer ese Viernes los macarrones con chorizo de mama, tuve racion extra de Flan Royal, y extra tambien de caramelo liquido Royal.
Y en esos tiempos, no estaba la cosa para extras. Bien apurados estuvieron Papa y Mama (QEPD).
Nunca, ni mi hermano ni un servidor, pasamos ningun tipo de necesidad, pero tambien os digo que muy boyantes, tampoco estabamos.
Merecio la pena.
