Creo a todos nos ha pasado alguna anecdota curiosa o graciosa preparando, durante o después del afeitado. Incluso alguna “pifia” nos podria haber llevado a darnos un buen tajo o similar.
Ayer saque una cuchilla Gillete Platinum “Swedes” las que vienen en la cajita de plastico, y me costaba sacarla, al final consegui sacarla y la puse en la Edwin Jagger D89L y vi que le costaba cerrarse. Aprete y cerro pero no del todo, comence el afeitado y “raspaba o arañaba” la cuchilla, era su primer uso. Joder ¿como puede ser es una leyenda de cuchilla", a duras penas primera pasada, luego la segunda un poco mejor y la tercera a contra con tirones. Vaya tela.
Al abrir la maquinilla para lavarla, me salen DOS CUCHILLAS, sin darme cuenta y al apretar tanto de la cajita, salieron DOS y las monte, y me estuve afeitando con las dos cuchillas pegadas. Menos mal que no me corte, pero si que dio tirones.
En fin es una anecdota o pifia, si a alguno le gustaria comentarla, sobre el acto de afeitarse, o un mal uso por desconocimieno de jabones, after, brochas etc.
Esta semana probe un jabón nuevo de Mystic y desliza tanto que perdí el control cuando estaba afeitandome la nuca.
La maquinilla metió el turbo y saqué una loncha de un bultito que tengo en la colleja.
Como suelo afeitarme en la bañera, aquello parecia la escena de psicosis.
Tras el susto continue con el afeitado y al terminar comenté en el afeitado del dia lo bien que desliza.
Yo me compré un Trumpers en su bol de madera. Nada más llegar a casa me puse a ver qué espuma salía. Absolutamente nada. Como hacía poco me había comprado un LEA defectuoso lo primero que pensé es que sería otra remesa defectuosa–>otro jabón de manos pensé. Al sacar el jabón del bol y darle la vuelta me di cuenta de que estaba todavía con su plastiquito protector, pero es que estaba tan bien pegado que no me di ni cuenta ni lo pensé, todas las costuras estaban detrás. ¡¡Bien por mi !!. No lo he estrenado todavía, sigue igual, guardado en el “almacén”.
Esto es una pifia, pero realmente previa al afeitado. Llegamos a la casa rural el fin de semana, y al buscar la maquinilla y la cuchilla en la mochila, en vez de darle la vuelta y vaciarla, la metí la mano. Empecé a buscar a tientas con mucho cuidado porque sabía que estaba la maquinilla con la cuchilla, pero de repente sentí como un mordisco . Al sacar la mano, del dedo me faltaba un trocito de la yema. No me paraba de sangrar, y tuve que ir urgencias conduciendo con una mano. Al llegar me echaron algo para cortar la sangre y me lo vendaron con mucha presiòn. No me podían dar puntos porque el corte era longitudinal, lo que llaman el corte del carnicero. Estuve una semana con una mano casi sin poderla utilizar. Mis niños se descojonaban de la risa, decían que tenía el dedo de Mortadelo.Así que como se dice, “despacito que tengo prisa”…
Una gran lección. No solamente tuve que sufrir lo mío, sino también aguantar el “chorreo” de mi mujer. Otra cosa que aprendí fue tener cuidado con las cuchillas y los niños. Aunque parece algo muy obvio, una vez se me olvidó una cuchilla en el lavabo, y cuando llegué estaba el niño enjuagándose dedo porque se había hecho un corte. Desde entonces, las cuchillas en lo más alto y bien guardadas en cajas. Otra de las razones por las que vendí la navaja, fue porque no me daba mucha confianza tenerla en el cuarto de baño con los niños por ahí.
Mi primera maquinila clasica fué y es una Vielong/Rimei y al poco tiempo me compre una Edwing Jagger… Bien, pues el dia de estreno la abro, monto la cuchilla y voy a afeitarme… Me la paso por la patila y ¡Leñe! suave si que es, quita el jabon y no el pelo… A ver si me ha tocado una defectuosa… miro y remiro y nada… Lo intento otra vez y mismo resultado. Tuve que irme al ordenador y mirar fotos y comparar… Fallo: Había puesto el peine al reves y cerraba la cuchilla… La desmonté y la coloqué bien y me hizo un afeitado de escándalo.