Este ha sido mi primer afeitado con maquinilla para cuchilla de doble filo.
Tipo de barba rala tirando a fina. Tipo de piel, sensible.
Cuatro-cinco días sin afeitar.
Afeitado tras ducha, rostro lavado con jabón de Alepo (40% aceite de laurel) y agua tibia.
Preafeitado con aceite de coco, dejándolo actuar durante el peinado y el espumado en bol Fine Accoutrements:
Jabón: Crema LEA. Tal vez demasiado poco
Brocha: Mühle sintética
Maquinilla: Henson AL-13++, la de agresividad intermedia. Como es conocida, no pongo imagen.
Cuchilla: Astra verde, fabricada en la India
He usado algo así como uno o dos centímetros cúbicos de espuma, espumando con la brocha en el bol. El agua incorporada ha venido de sumergir la brocha en agua templada, escurrirla con índice y pulgar, y sacudirla un par o tres de veces. La espuma ha empezado siendo húmeda, con alguna burbuja, pero rápidamente ha adquirido esa textura de nata montada. La cantidad de espuma generada ha sido suficiente para dos pasadas, pero para la tercera ya era escasa.
Primera pasada en el sentido del pelo, más o menos, maquinilla muy suave y silenciosa, pero al aclararla se veía el pelo cortado. He notado cierta succión entre la maquinilla y la piel al usar el ángulo correcto.
Segunda pasada en sentido transversal, también más o menos, muy suave. Mejor sensación que con una multihojas, aunque tal vez no tan apurado.
Tercera pasada, ya con poco jabón, retoques varios.
Lavado de la cara con agua fría y aplicación de piedra de alumbre, con el resultado de ligeros picores en toda la zona afeitada. No se aprecia irritación.
Mientras actúa y se seca el alumbre, aclarado de la brocha, desmontaje y limpieza de la maquinilla y de la cuchilla utilizada.
Nuevo lavado de cara con agua fría. Aplicación de tónico Thayers, fórmula original, con resultado ciertamente refrescante. Una gota en el ojo con cierta irritación. Ojo enjuagado.
Bálsamo Nivea para acabar.
La conclusión es que el afeitado ha sido muy satisfactorio. Hay zonas que rascan un poco, pero cuando uno está empezando me parece que vale más rascar que sangrar.
¡Esto promete!