Afeitado del día: 11/11/2020
Pre: Ducha – Emulsión Myrsol
Brocha: Semogue 1305
Jabón: Antiga Barbearia do Bairro
Navaja: Filarmónica Novodur 14
Post: Loción Antesol Myrsol y bálsamo Korres
Hoy es San Martiño, San Martin de Candre, Patrón del Afeitado Clásico.
Hoy es once del once, una fecha curiosa que me gusta, aunque últimamente el 11 o mejor dicho a las 23 horas tiene otro significado, toque de queda, todo el mundo para casa, la verdad que donde yo vivo se cumple a rajatabla.
Vivo en la calle principal del pueblo, al lado de una carretera nacional, muy transitada, pero a esa hora no pasa ni un solo coche, a esa hora no hay nadie por la calle, a esa hora el sonido del silencio todo lo invade y llega a asustar.
Como nos ha cambiado la vida este virus, nos ha cambiado hasta la forma de despedirnos de nuestros muertos.
Desde que comenzó esto en marzo no había ido a ningún velatorio, pero el otro día me lo pedía el alma pues se había muerto una gran amiga, una persona de la que puedes decir sin ninguna duda que era buena, generosa, esplendida.
Decidí ir hasta el tanatorio para darle el pésame a su marido e hijos, y cuando entre estaba solo su hijo mayor, debido a las restricciones no permitían estar mucha gente. Que tristeza, si hubiésemos estado en otra situación eso hubiese estado abarrotado, ella se lo merecía.
Ya uno no puede morir y ser despedido dignamente. Yo formo parte de una cultura rural donde una muerte es un acto social, un acto de homenaje y despedida de un vecino, un acto donde te reencuentras con mucha gente que hace tiempo que no ves, e incluso si el muerto es un familiar rematas el día comiendo y bebiendo en honor al muerto, pero ahora te despiden en soledad.
Cuando lo más duro del Estado de Alarma, una amiga mía le pidió a los de la funeraria que por favor pasasen con el féretro por delante de su casa pues estaban todos confinados en su casa y no podían salir a despedir a su padre muerto por ese maldito bicho.
Por cierto, mi amiga a la que fui despedir se murió por la mayor lacra que tenemos y que hasta el covid 19 nos ha hecho olvidar, el puto cáncer.
Lo que no esta muerto y ha resucitado es el talento cubano y eso es por obra y gracia de canciones como esta de Cimafunk.