La maquinaria es centenaria.
El reloj estaba en el pueblo,en casa de mis bisabuelos.
Con el tiempo la caja se apolilló,se tiró y la maquinaria estuvo años arrinconada en el “faiado”,una especie de trastero bajo el tejado.
Hace unos 30 años mi padre decidió volverlo a poner en marcha.
Encargó una nueva caja y un relojero lo puso a andar.
A día de hoy,sigue dando las horas con su característico din-don.
Me encanta,además de la historia que tiene detrás