Hola, familia virtual:
Estas semanas vamos sacando huecos y terminando tareas atrasadas. Son jornadas “intensas” y no suelo parar a coger el móvil, pero en esta ocasión el proceso creo que puede interesar a alguno
y tiré un par de fotos.
El caso es que queríamos vestir una vetusta inglesa de manera tremendamente clásica, teniendo como modelo las típicas cachas “jigged bone” tan utilizadas en la cuchillería americana.
Aquí una antigua Boker gringa
Pues a buscar materiales nos pusimos. El problema, ya habitual, es que las placas que encontramos estaban orientadas a cuchillería “gruesa” y no servían.
En algún establecimiento se ofrecieron a confeccionar placas con las dimensiones requeridas, pero ese encargo a medida multiplicaba el precio.
Así que, como tantas otras veces, tocaba buscar por internet y pensar en distintas opciones.
Le di un par de vueltas y se me ocurrió un estilo claramente inspirado pero adaptado a “nuestras circunstancias”
Me decidí por unas placas de hueso de camello de tamaño suficiente, y, tras darles forma, les hice muescas en longitudinal con la mini amoladora y una herramienta de tallado para madera con insertos de carburo de tungsteno.
Para este tipo de trabajos no encontré recomendable hacer dichas muescas demasiado profundas, ya que estas cachas son finas y no tienen placa metálica como soporte detrás. Entonces un modo de darle un acabado más “rústico” fue utilizar una pequeña fresa con forma de rueda, típica en trabajos de joyería.
Y luego ya aplicar el tinte, eligiendo uno habitualmente utilizado en guarnicionería, en colores “miel” y “café” que me parecieron adecuados y, como no podía ser de otra manera en esta ocasión, “Made in USA” . El oscuro, para su más precisa aplicación, fue espesado con alginato de sodio.
Y así, tras un leve paso final por la pulidora, llegamos a lo que tenía en mente…
Gracias por la atención. Espero haberos dado alguna idea, o al menos entretenido.
Abrazo a todos!!