Hola, familia virtual:
Últimamente pocas cachas muestro. Al final son sota, caballo y rey, así que salvo que algún detalle destaque, como es el caso, pues me ahorro las fotos, que para un negado como yo son un dolor de muelas
¿Qué tienen de particular estos juguetes que muestro hoy?
A modo de introducción
Las cachas monoblock y las de materiales muy gruesos y rígidos a menudo agradecen un rebaje coincidiendo con la zona más gruesa de la espiga, para evitar roces con la hoja.
En mi caso, solía hacer dichos rebajes con fresadora, y posteriormente lima, siempre pendiente de la simetría entre ambas cachas. El resultado me satisfacía, pero no plenamente. Sentía esa parte demasiado “a máquina” para lo que pretendía.
Ensayo y evolución
Empezaron los cambios. En una ocasión forzaba una asimetría de un par de milímetros entre los rebajes, otras veces repasaba la cara interna recién fresada con lija basta para lograr ese toque “hand made”.
Y al final he decidido prescindir de la fresadora y trabajar internamente las cachas por desbaste, lijándolas. Un par de referencias con rotulador, y caña. Sin parar a cada rato para comprobar simetría. Primero una y luego la otra, sin más.
Poco a poco, casi involuntariamente, esa forma interna se ha ido exagerando. Cumplida la practicidad, buscaba una estética.
Resultado final.
Vaya por delante que es frustrante no poder transmitir en fotografía lo particulares que me resultan estas cachas. Espero que sus nuevos propietarios lo puedan apreciar de mejor manera.
Pero vamos a intentarlo…
Diseños convencionales a simple vista…
Aunque aquí los “excesivos” reflejos en la hoja ya nos hacen sospechar que no es la típica cacha totalmente ceñida a la hoja.
Efectivamente, hay “luz” entre los tres elementos, y desde muchos ángulos, el interior de las cachas cobra un protagonismo mucho mayor al habitual. Su forma no plana, su textura pulida… Visualmente, yo al menos las “disfruto más”. Y estamos en esto para eso, para disfrutar
Aquí observamos bien ese generoso márgen.
En combinación con el ya casi imprescindible “separador minimalista con geometría variable” el conjunto se abre y se cierra sin el más mínimo roce y con seguridad, haciendo improbable que cachas y hoja “muerdan” en ningún punto.
Y ya cuando abrimos la navaja se evidencian las formas. Este “vaciado” ha venido para quedarse en cachas de cierto grosor.
Ahora unas imágenes más, que ya que tiré varias fotos…
Pues, en resumen, que sigo disfrutando de estas manualidades y sus entresijos a niveles patológicos.
Agradeciendo vuestra atención, espero haberos alegrado la vista fugazmente.
Fuerte abrazo a todos!!