Cuando veía está serie de dibujos,sentía mucho bienestar al ver la casa del abuelo de Heidi ,Tobias Hessen.Notaba que ese era un hogar cálido,de bienestar y cuando se bebían la leche fresca,y se comían el queso,etc,daba gusto verlos.
Un mundo sin estrés y apacible.Hasta que vino la señorita Rottenmeier y se torció la cosa.
Von der leyen querrás decir
Minuto 5 y quince segundos.
Si no lo habéis visto, creo que merece la pena.
Si lo veis entero va de otra cosa, pero en el momento indicado veréis que habla de estos entrañables dibujos.
También podría suplantar a la señorita Rottmeier, también es buena candidata .
Una serie triste…
Sólo comen pan integral…leche de cabra y queso de cabra …
Lo triste era el pan blanco desvitalizado y desnaturalizado que se servía en la mansión de Clara,así estaban sus ánimos.
Pero fue llegar a la casa de Heidy y recobrar la salud.
Ya lo dice la palabra perse,integral,íntegro,que integra todos los nutrientes.
Edito de nuevo
También sobre el pan negro de centeno probablemente,hay una loncha de carne,y hasta rábanos, y una piruleta
También se aprecia una ristra de ajos donde se curaba el queso.
Además de fruta como esas cerezas
Una dieta campestre muy saludable.
Muy bueno
Joder, con el uso moderado …
Menos mal que las botellas ya eran de solo 3/4 l…
Lastima no haberlo leído la semana pasada, me hubiera comprado una botella de cognac y me hubiera evitado el gripazo …
Voy a meterme el copazo de 103 ahora con el desayuno que tengo que conducir y necesito ir despejado…
Recordemos la Quina San Clemente, el pan con vino y azucar o el jarabe casero para la tos de azucar quemado, limon y coñac… de ahi viene que nuestra infancia fue muy feliz.
Jaja así es.
Y no por ello nos volvimos adictos.
Por supuesto la quina Santa Catalina con yema de huevo y azúcar como reconstituyente ya me lo daba mi abuela con siete u ocho años cuando tenía un trancazo o andaba debilucho… No muy a menudo, que era una medicina y no era para despilfarrar…
Mi padre me dio a probar mi primer trago de cerveza o sidra con doce o trece años, de forma muy esporádica.
No me gustó, por supuesto, pero me sentí muy mayor porque se me dejara participar.
Me quitó el ansia de probar lo prohibido y ser uno más de los mayores y nunca bebí de chaval o joven más allá de un par de cervezas o un cubata muy de vez en cuando.
Bebo más ahora de mayorcete.
Ahora con tanta prohibición y tanto vigilante hay mucho nene de catorce o menos que es un verdadero alcohólico que no sabe divertirse si no es haciendo un botellón.
Al catarro, con el jarro
(No es que sea muy científico, pero bueno)
A mí me lo dio una vez. Poté hasta la primera papilla. Así que, desde entonces, decidió que lo mejor era prescindir del huevo y del azúcar y darme la quina Santa Catalina sin aditivos
En mi infancia todo se trataba con un ponche (leche caliente, miel y un huevo crudo batido) y un optalidón
Luego en la mili todos te lo trataban con los famosos antigripales
Más adelante el medicamento mágico era el Frenadol
Y ahora el paracetanol
Estamos inmunes a todo!!
Mano de santo. Desgraciadamente, ya no los venden.
Me agarré una vez un cuelgue de codeína épico, y mira que es difícil. Tenía un examen de quirúrgica que llevaba muy bien preparado y cogí un trancazo. Así que el día antes me puse de antigripales hasta arriba. Si la dosis eran tres al día, creo que la cuadripliqué. Con un par.
Mi padre me miraba mosqueado perdido, porque claro, él sabía que no había tomado nada “ilegal” con un examen en puertas, pero mi estado no era muy normal
En fin, el examen lo aprobé, pero nunca más.
Peor fue el de un compañero que se hartó de anfetas (la Centramina todavía la vendían en las farmacias sin muchos problemas) y, en mitad del examen, se quedó profundamente dormido (le dio el bajón, para entendernos) y no había huevos de despertarlo
Luego en la mili todos te lo trataban con los famosos antigripales y para los dolores linimento.
Mi abuela cuando mi padre lloraba porque tenía los típicos cólicos del lactante le mojaba el chupete en anís y callaba de inmediato
Por cierto por aquí sigue con 85 tacos, no sería muy recomendable pero no te mataba. El colmo de la resistencia infantil es que mi madre, como no había leches en polvo de esas para preparar biberones que hay para los niños, me crio con leche condensada rebajada con agua
y no por iniciativa propia, era lo que le decía el pediatra, y nunca tuve diabetes y siempre tengo el azúcar bien en los análisis. Que burradas se hacían y no pasaba nada, pero también que burradas se hicieron por ignorancia y que consecuencias catastróficas tuvieron. Por ejemplo la epidemia de poliomelitis en España en los años 50 existiendo vacuna desde años antes, lo comento porque lo sufrió un tío mío y tenía las piernas el pobre como dos sarmientos.