Para los interesados en la restauración de navajas presento el “catálogo de mellas” por si puede ser de alguna ayuda. En él se pueden ver las más frecuentes y el posible tratamiento a aplicar para intentar salvar la vida de la navaja afectada:
A- Minimella que se quita con un simple afilado.
B- En esta hay que rebajar el filo hasta eliminarla con lija o piedra entre 600 y 1k y después afilar.
C- Una señora mella. Es de las típicas que ocurren cuando la navaja se sacude para escurrirla o se baja para limpiar la espuma y se da contra el borde del lavabo o contra el grifo que, por desgracia, son menos frágiles que el acero de las barberas. Si tienen forma redondeada no suelen llevar asociadas grietas. Si rebajando queda hoja suficiente sí merece la pena restaurar. Tratamiento como con las B pero más intenso.
D- Mella con lateral recto o en aleta de tiburón. Otro guapo golpe. Aquí hay que trabajar con cuidado extremo porque si hay suerte no hay grieta asociada pero se puede hacer con cualquier movimiento lateral durante la restauración y arruinarse la hoja. Si hay grieta asociada y está cerca de la punta se puede recortar la hoja y aprovecharla, pero en caso contrario solo queda rezar por el eterno descanso de nuestra herramienta de afeitado.
E- Mellas contiguas con diente no recto. Si hay dos mellas la primera es accidental y la segunda fruto del cabreo por haberse hecho la primera. Para dar emoción se puede mejorar con algún diente que fácilmente se puede romper durante la restauración. Hay que rebajar con mucho cuidado haciendo la mínima presión para que el diente no se enganche en la piedra o en la lija y se agriete la hoja. Paciencia infinita. Si algo sale mal pues se le hace una mella más y ya se puede descartar la restauración y aprovechar el tiempo en algo productivo.
F- La macromella. Ya de hacer una pues que sea bien grande. Suele ser fruto de un buen golpe o por usar la navaja para abrir cervezas. Si está en el centro la hoja está perdida para el afeitado aunque sigue siendo útil para el tema cervecero. Si está en la punta se puede intentar recortar la hoja y aprovecharla para el afeitado, solo para el afeitado. Si está en el talón se puede hacer un talón cóncavo y aprovechar el filo que quede.
Añado una foto real en BN de una navaja que presenta en su hoja todos los tipos de mellas posibles. Una imagen tan didáctica como desgarradora.