Rondo la cincuentena y hoy traigo un recuerdo de niñez. Soy madrileño de nacimiento y asturiano de corazón. Este recuerdo es de Asturias.
Nuestra casa es grande, y fue repartida entre hermanos… mi abuela poco a poco fue comprando partes y al final la casa quedó para 2 hermanas, aunque la parte de mi abuela era mayor. El caso es que hizo la “primera” obra: paredes de ladrillos, suelos de baldosas, el agua al baño…
Bueno, toda la obra la ejecutó un vecino de un pueblo cercano y su equipo de trabajo: Luis de Cores. Todo el material estaba frente a casa… incluido un montón de arena en el que yo jugaba con mis indios y vaqueros o diseñaba algún circuito para las chapas (que obtenía del chigre de mi abuela). Varios de mis indios acabarían emparedados.
Obviamente, ver a aquellos hombres trabajar y hacer cemento, levantar paredes… despertó mis ganas de querer ser albañil… y claro… me ofrecía de ayudante para cualquier tarea.
Supongo que ya entonces yo era… perseverante… y el jefe de la cuadrilla, Luis, me encargó la misión de sujetar un ladrillo por si lo necesitaba… y allí me quedé sujetando el ladrillo. Ellos seguían trabajando y llegó la hora de la comida.
Pero además es Asturias… es verde… ¿por qué? Por que llueve
-Nun oyese al guaje… ¿dónde andará?
-…
-Uy el neno!!!
Y allí estaba yo, calado hasta los huesos y con el ladrillo en la mano
-Buen trabajo, un guaje formal, como hay que ser
De esto hace 40 y algún años. Aun me lo recordaba hace un par de años que nos cruzamos.
Hoy Luis ha muerto
DEP