Buenos días caballeros;
Hacer cachas nuevas con materiales de todo tipo es relativamente motivante pero un trabajo como el que les presento hoy es siempre para mi gusto completamente diferenciador.
Por mis manos han pasado la mayoría de las navajas de Wade & Butcher y sin ninguna duda este modelo para mi gusto es el más puro y que mejor representa lo que usualmente se define como “True Wedge”, una cuña real.
Lógicamente la primera premisa ha sido mantener su originalidad recuperando sus rosetas y el material de las cachas.
Vamos a ver cómo llegó sin tocar nada de nada.
La hoja está con su sonrisa original y en una medida muy acertada.
Por fuera el estado general parece mucho mejor que lo que ya yo había previsto.
Tenía claro que habría alguna rotura como mal menor y recuperar las rosetas y las arandelas interiores eran la baza a seguir.
Como se podrá ver en las fotos en los interiores y bordes de ambas cachas los años habían hecho mella en mayor o menor medida.
¿Sería posible el arreglo ??
Desde el principio había contemplado la opción de hacer unas cachas nuevas en ébano negro puro si no era posible recuperar las originales por lo que tenía un plan B si fuera necesario.
Para recomponer las dos cachas en su forma original después de estudiar todas las posibilidades recurrí a unir con ciano denso las piezas rotas y estabilizar los interiores y donde faltaba material con una mezcla de resina epoxi y polvo de otra cacha donante del mismo material y la misma época.
Mientras se van pegando y adoptando las formas necesarias vamos a pasar a las partes metálicas.
Con mucho cariño y sin ninguna prisa las rosetas originales van recuperando brillo y prestancia.
En el caso de la cuña se ha ido lijando todo a mano hasta recuperar una imagen atemporal sin brillos excesivos y lógicamente fuera de lugar.
Volvemos a las cachas y usando la pieza de mármol vamos lijando los interiores para no aumentar el volumen original intentando dejar un acabado lo más plano y liso posible.
Para los exteriores la habitual progresión con lijas al agua y un pulido final a mano con algodón y pasta fina.
En el montaje he aprovechado para colocar unas arandelas interiores calibradas en la zona de giro y el ajuste es perfecto.
Un capítulo aparte es el afilado ya que el bisel final es mínimo y forma parte del contorno de la sonrisa de la hoja.
El proceso ha sido el habitual desde cero con piedras naturales japonesas hasta el cuero final.
Vamos a ver unas fotos del conjunto montado.
Recuperar una pieza con este bagaje para su uso original es un plus a los trabajos habituales.
Un saludo a todos ¡!