Y creo que con esas conclusiones de @Josemaria y @ariznaf hemos llegado al punto donde estamos ahora. Hay un mercado globalizado donde es imposible jugar según las mismas reglas. O sea, se quiere tener un mercado lo más grande posible para poder tener ventas mas grandes pero no se quiere tener reglas para que todos puedan operar de forma igual.
Francamente, no creo que sea justo ni posible un mercado donde todo sea igual. Imagínate que le digan a los jugadores de la selección de futbol de Brasil que tienen que jugar con unos chalecos pesados de 10 kilos cuando juegan contra Liechtenstein porque también le hay que dar una oportunidad igual a los Liechtensteinianos de ganar. Nadie lo aceptaría, sin embargo, en los mercados pensamos que puede funcionar y queremos regular.
Una filósofa de los 1950s llamada Ayn Rand tenía ideas muy interesantes sobre este concepto. Ha escrito una novela llamada “Atlas Shrugged” (La Rebelión de Atlas). Os recomiendo leerla. No solamente porque es una novela captivadora pero también porque da una visión de lo que puede pasar cuando los que producen en un país se rebelan contra los políticos, los que solo critican y los que se aprovechan de los logros de otros. Muy, muy recomendable. Ojo…son 2100 y pico páginas en mi libro digital eh…
Una cosa mas, no es justo que los jugadores de Brasil juegen con handicap pero es aún más injusto que los jugadores de Liechtenstein saquen unas pistolas y modifiquen así el partido. no digo que prácticas ilegales existen y que lo tenemos que aceptar.
Pues es muy sencillo: como aquí queremos jugar todos (vivir y comer) pues no hagamos mundiales de fútbol (mercado global) hagamos ligas nacionales donde las cosas están más equiparadas.
Así funcionaban las cosas y bastante bien (al menos en nuestro entorno) hasta que a los iluminados se les ocurrieron otras reglas de juego, donde casualmente los impulsores consiguieron llevar sus compañías a competir en ingresos con el PIB de muchos países.
Todo en pos del libre mercado y el progreso, eso sí.
Lo siento, me parece que es un escrito no sólo simplista sino peligroso, y muy adoptado por el Tea Party, precisamente porque con consignas párvulas puedes cautivar a mucho incauto. No sólo lo he leído, por si hay dudas, sino que me he traducido algún disco de Rush, que también tenían en un altar a la señora.
Te podría contar cositas también sobre los sesudos “científicos” adalices de la prosperidad de la humanidad.
En fin qué depresión me está entrando.
Uno siempre pensó que no estaba capacitado para evaluar u opinar de muchos temas complejos, porque realmente son eso complejos, y que les correspondía a otros más capacitados la toma de decisiones , y se suponía que estaban en los puestos de más responsabilidad.
El tiempo nos ha ido demostrando que en los puestos de responsabilidad muchas veces sólo hay ineptos “lanzados” que se creen muy listos, kamikazes que no arriesgan su propia vida si no el bienestar del resto.
Ejemplos hemos tenido en los últimos años… ya vemos comoo ejemplo máss reciente los resultados de la última reforma legislativa avalada por una cajera de supermercado cuyo mérito principal es gritarr más que nadie.
Pero claro la culpa es de todo el mundo, no de haber querído hacer las cosas aprisa y corriendo y sin el suficiente sosiego, es que este país está lleno de machistas.
Y que conste que no me estoy metiendo con este gobierno en particular, porque lo triste es que es algo bastante generalizado entre nuestra clase política.
Pero nno es algo nuevo, parece que es una lacra inherente a las democracias, tal vez el precio a pagar por una democracia. Ya muchos filósofos griegos resaltaban lo mismo, que los agitadores y los que sabían usar a su favor los mensajes populistas eran quienes conseguían los apoyos y quienes llevaban al desastre a los ciudadanos.
Vamos que creíamos haber avanzado mucho, pero al final estamos como hace más de 2000 años, eso sí : con un móvil en la mano.
Ah sí, yo nunca he dicho que estaba totalmente de acuerdo con la filosofía de Rand. Yo comenté que era una novela con un concepto interesante para conocer. Tampoco estoy de acuerdo con Mein Kampf o Das Kapital de Hitler y Marx respectivamente pero sí que los recomiendo porque yo no creo que cerrarse a ideas contrarias a las de uno se puede mejorar su perspectiva.
Gracias por compartir tu opnión sobre La Rebelión de Atlas. Creo que compartiendo, todos podemos ampliar nuestras perspectivas.
Eso eso!