Por segunda vez fui amonestado severamente por un respetado miembro del sanedrín, collacious, y desde entonces recorro el foro en silencio y pegado a las paredes, como un cobarde. Pero mi espíritu sigue siendo el de siempre, el mismo que aquel Flanagan muchacho que retozaba inocentemente o no con las gemelas Henriksen y Frida la tetona en las playas de Trøndelag (esto me lo he inventado, nunca he estado en Noruega)
[Foto de las gemelas Henriksen jugando al voley playa]
[Foto primer plano de Frida comiéndodese un centollo]
Yo que tengo tres mueble-bar llenos de delicatessen os aviso que nos engañan. He llegado a la conclusión que con el afilador de mondas de patata, obtengo el mismo resultado y los demás no notan la diferencia. Mi familia ya me mira mal, y no me profesa admiración.