Sigo igual
Yo lo intenté anoche, pero no suelta prenda.
Ye un misterio.
Dónde no lo conocían
Ye un raposu buenu…
Iba a pasaros la foto de las mandíbulas de una dorada enorme que pescó mi padre, pero no la encuentro.
Podías meter tres dedos…
Impresionante.
https://www.elmundo.es/deportes/futbol/2024/04/04/660e5982fdddffc0558b45cf.html
Carlos Herrera, de la radio, radiólogo
Claro, ahora lo reconozco.
Parecíame él pero despistome lo de radiologu…
Y la tita?
A ver, era un chaval entonces, o sea que depende.
Futuro Presidente del Frente de futbolistas patrióticos
No era una dorada cualquiera, era una mandaloriana que se había reencarnado en pez…
@Flanagan rápidamente se percató de que ahí había tema, pero como era pequeño sólo se atrevió a meterle los dedos en la boca.
La mandaloriana haciendo un esfuerzo en el cuerpo de aquella dorada consiguió hablar y le dijo a Paco, “espérame para la próxima reencarnación qué vas a saber lo que es bueno…”
Continuará…
Fla empezó a sentir que le bombeaba la sangre hacia la tita, pues aunque era muy niño ya arrancaba al cuarto de vuelta.
La mandaloriana le guiñó un ojo y le movió una aleta para que se diese cuenta que no era una simple dorada, Fla se acercó para sentir su aroma, le recordó al aroma de las dieciséis bragas usadas que días antes había robado del vestuario de las chicas de natación sincronizada.
Le guiñó un ojo y la mandaloriana reencarnada en dorada escupió de inmediato sus tres dedos con idea de pegar un buen aletazo para conseguir meterse en la boca lo que le pareció un apetitoso gusanillo.
Cuando se quiso dar cuenta, en lugar del gusanillo de un preadolescente tenía metida una tijera por las tripas y los dedos de su suegro vacíandola por dentro. Con gran destreza este la fileteó y la metió en la freidora con el aceite a 180°
Menudo festín se pegaron con la mandaloriana, Fla le dijo a su padre “qué pena papá con lo buena que estaba” . El padre no comprendió nada pensaba que estaba hablando de un simple pez y qué había conjugado mal el verbo y le dijo “querrás decir que qué buena que está”…
Fue así como el chaval perdió la oportunidad de estrenar su tita con aquella mandaloriana, su padre fue más rápido y la incluyó en el menú.
Es más con el calentón que llevaba ya el chaval no le hubiese importado que la mandaloriana le hubiera saboreado su gusanillo aun siendo peza, ya no podía más y tampoco podría haber aguantado hasta que se reencarnase nuevamente en una voluptuosa extraterrestre de pechos turgentes.
Yo quiero de eso que fumáis
Ríete de la cerveza de los viernes
Mira aquí tienes a una mandaloriana del equipo de natación sincronizada.
Están como locas buscando las 16 bragas por el vestuario, hoy se tendrán que ir para casa con el chichi al aire…
Las aventuras del joven Fla