A modo de catarsis personal, para exorcizar parte del cabreo que tengo encima, les relato mis aventuras con un pedido realizado a Yaqi vía Aliexpress (Ali Babá y los cuarenta ladrones). También puede servir de advertencia a futuros compradores.
Les pongo en antecedentes de todo lo sucedido con el pedido de dos brochas a estos tipos. Lo primero de todo, había recibido una comunicación vía email que me informaba que el paquete se entregaría el sábado día 28, cosa que no se produjo, ni recibí llamada alguna. La primera comunicación que recibo de un mensajero es el domingo, 29 de mayo, a las 12:51 del mediodía, desde un teléfono móvil. Contesto y le digo al muchacho que no estoy en casa porque he tenido que salir, le pido disculpas y le digo que por favor intente entregar el paquete el lunes. Así quedamos. No obstante, ese mismo domingo recibo por la tarde una llamada de otro número de teléfono (que manda cojones tener que recibir llamadas de esta gente en mi único día de descanso), de una oficina en Asturias (otro teléfono móvil que registro y guardo), donde mi piden que, por favor, acepte la entrega del paquete esa misma tarde a eso de las 18:00. Accedo, a pesar de encontrarme fuera de casa, y me veo obligado de retornar a mi domicilio antes de mi hora prevista, repito, en mi día de descanso. Vuelvo a casa con prisas y a desgana y el mensajero no comparece, ni recibo más llamadas. Eso sí, llega un mensaje a mi correo en donde se me avisa que el paquete lo recibiré el lunes. Pues el lunes nadie se pone en contacto conmigo, y nadie viene a entregar paquete alguno, habiendo en mi domicilio personas durante toda la jornada. El colmo es cuando recibo ese día otro mensaje de correo donde se me avisa de que, dado que han intentado entregar el paquete y no había nadie en el domicilio, y además no he contestado a las repetidas llamadas, ¡ambas cosas del todo falsas!, procederán a enviar el pedido de vuelta a… ¡a la China mandarina! Estupefacto, me pongo en contacto con el teléfono de su oficina central para intentar arreglar el desaguisado, que ya estaba adquiriendo tintes surrealistas, y el señor de marras que me toca me dice que hablará con los mensajeros de Lorca y que llame a un número de teléfono móvil local. Este número, quienquiera que hubiera tras él, no me responde a la llamada a pesar de mis repetidos intentos. Finalmente desisto, cabreado, recojo todos los datos aportados, y me dispongo a endiñarles una denuncia en la oficina de consumo y allá donde sea menester.
Pero cabezón que es uno, el lunes vuelvo a la carga y les envío, esta vez de forma escrita, una reclamación a la oficina de los mensajeros, la agencia Paack, por cierto. En la misiva, detallo con pelos y señales todo lo acontecido, refiriendo explícitamente los números de teléfono de todos los implicados, esos incompetentes enciclopédicos. Contestan celerosos y me aseguran que detendrán en el envío de vuelta a China para volver a entregar el paquete ayer martes. Esto, como ya se imaginarán, no se produce, ni nadie se pone en contacto conmigo. Todo lo más recibo un mensaje de Paack vía correo electrónico donde, ahora, me anuncian que el paquete, ya con más revueltas y peripecias que el baúl de la Piquer, sigue camino a China. A todo esto, los chinos de Yaqi me afirman, el martes, que el envío acaba de llegar a España, en un giro inesperado y estrambótico que ya me tomo a coña. Pues al mismo tiempo me había puesto en contacto con ellos vía mensajería a través de Aliexpress anunciando todo este sindiós que estaban provocado los de Paack. Y van los de Yaqi y me dice que, según les llega desde Paack, estos disponía de información de entrega incompleta, no existiendo un número de teléfono para contactar conmigo, algo a todas luces falso, pues hablé con el primer mensajero, llamándome él, y con sus oficinas centrales, que también me llamaron y a los que yo contacté repetidas veces. Todo esto lo he puesto en conocimiento de estos tipos de Yaqi, bastante tontainas por lo que veo también. Y la verdad es que una y no más. No me merece la pena sufrir estas idioteces ni una vez más y perder el tiempo y que me falten al respeto, bueno, que me tomen por tonto directamente. Me voy a consumo y denuncia al canto. Se acabó comprar a China habiendo tan talentosos artesanos locales, al alcance de la mano.
Gracias por leerme. Ya me quedo más tranquilo.