Ayer terminé de ver “Las buenas madres” en Disney +. Galardonada con el Premio Berlinale Series en Berlín el pasado mes de febrero es una muy buena serie basada en hechos reales sobre la ‘Ndrangheta (la mafia calabresa). Es la adaptación del libro homónimo del periodista Alex Perry que narra el drama real que vivieron, entre el 2009 y el 2013, un grupo de mujeres que osaron enfrentarse a la ‘Ndrangheta y su omertá y las consecuencias que se pagan por hacerlo.
Fundada hace más de 150 años por pastores calabreses, la ‘Ndrangheta está considerada la mafia más poderosa del mundo por encima de la Camorra napolitana o La Cosa Nostra siciliana. Trafica con el 70 % de la cocaína y la heroína de Europa, negocia la venta de armas con el ISIS y blanquea miles de millones de euros al año. Los personajes son Denise Cosco, la hija de Lea Garofalo, Maria Concetta Cacciola y Giuseppina Pesce, todas personas reales cuya historia puede conocerse buceando un ratito en Google y que decidieron acogerse al plan de testigos del Gobierno Italiano contra la mafia. Son hijas, hermanas y madres de los clanes de la mafia calabresa. Condenadas a casarse a los 13-14 años para fortalecer lazos entre clanes al más puro estilo medieval a pesar de vivir en el siglo XXI, a tener 3 o 4 hijos antes de los 30 para garantizar la continuidad de la posición familiar en la estructura de poder , ser tapadera de las empresas, correos de recaudación y presas en su propia casa. No solo sufren la violencia física de padres, hermanos y maridos sino la presión emocional por parte de las propias mujeres (madres y abuelas) dentro de la visión enfermiza del honor y la familia que maneja esta gente en el que, que un miembro (aunque sea una hija) traicione a la familia, supone que “hay que hacer, lo que hay que hacer” y todos sabemos lo que eso significa…
Tiene unas interpretaciones solventes en todas las actrices, con una estética oscura más que conocida para los amantes de este tipo de series y cuyo mayor valor es, precisamente, el punto de vista novedoso que aporta el hecho de que lo que se narra es la historia de las mujeres de la familia de la mafia y como viven el pertenecer a ella. No es “Gomorra”, no es “Suburra”, ni “Roma Criminal” pero es una muy buena serie de mafia que gustará seguro a los que seguimos este género.
A destacar la canción que abre y cierra cada capítulo. Una nana tradicional del sur de Italia que pone los pelos de punta y que nos pone perfectamente en contexto de lo que vamos a ver. Son seis capítulos de una hora que se ven tranquilamente en un fin de semana.
, esta última temporada se los ha ido un poco de las manos.