Hola familia virtual:
Lo que os presento hoy era simple cuestión de tiempo. Tiempo necesario para pensar en qué quería conseguir, para confeccionar y reajustar prototipos en madera y finalmente para llevar a cabo los modelos definitivos en el material elegido.
Haré otro hilo detallando el proceso de manufactura, que como muchos supondréis dista de ser el habitual.
Pero hoy quiero centrarme en la forma resultante. La FORMA. Esa ha sido la gran prioridad. Hubo de cumplir varios requisitos, destacando:
Primero, la ergonomía/funcionalidad, optando finalmente por un diseño octogonal, con engrosamiento en la zona opuesta al nudo pero agradable curvatura final en dicho extremo, “encajando” en casi cualquier mano, y acomodando intuitivamente los dedos sobre sus “caras”.
Fueron varios días de pruebas, descartando prototipos, espumando en cara y en cuenco indistintamente, y en comparación directa con diseños clásicos y exitosos. Destaco aquí que (aunque no era una prioridad en este diseño) por sus generosas dimensiones y por el excepcional agarre que brinda el material elegido, se desenvuelve muy bien espumando en bol.
Por otro lado, aunque es de perogrullo, no intenté hacer un objeto únicamente funcional, sino también dotarlo de una estética particular. Quiero que cuando lo use, cumpla y con nota, pero que también se me vayan los ojos y las manos a él, en cualquier momento, por el simple placer de manipularlo y/o contemplarlo. Eso es lo que pretendo de casi cualquiera de mis pertenencias, sea una pequeña escultura, una determinada prenda o, como ejemplo arquetípico, un reloj. Seguro que muchos de vosotros me entendéis a la perfección
Por último, buscaba también cierta originalidad (consciente de que prácticamente todo está inventado en este nuestro mundillo) y, especialmente, un diseño que reflejara en cierto modo la dedicación que lleva cada una de esas piezas. Esto último es muy poco intuitivo, lo sé, pero para mí goza de gran importancia el que otro pueda percibir en lo que hago al menos parte del tiempo, concentración y cariño que se lleva cada uno de estos “juguetes”.
Y así, en esta tanda opté por mi venerado Kirinite, y como pelo, a lo seguro, los mochos tope de gama de uno de los fabricantes más activo y reconocido en estos momentos.
Insisto, aunque por elección de material los colores son vibrantes, espero que no os despisten de lo principal. Las formas.
Estas formas… (Considero que el vídeo las muestra muuuuucho mejor, mis fotos dan para lo que dan )
Y una de familia… La familia “Pomo”
Como siempre, espero haberos alegrado la vista brevemente, y os doy las GRACIAS por llegar hasta aquí.
Abrazo fuerte a todos!!