En pleno fervor de restauración, y para matar el aburrimiento del confinamiento, me he heho con una Sucero en estado lamentable…
Tras quitar mellas del filo, limpieza, lijado, ha quedado llena de crateres pero creo que se puede probar a afilar…la afilo y queda perfectamente afilada no percibiendo zonas de vacio de bisel o quizas algun punto mirometrico, que lo que no afeitase en una primera pasada, lo haria en la segunda. Eso si los pelos los revienta nada mas tocarlos.
Solo queda limpiar y pulir las cachas y montar…y asi quedo.
Otra navaja que se rescata de una muerte segura para seguir sirviendo a la siega de alambres faciales. Ha quedado en algo mas de 23,5 mm en punta, asi que aun le queda servicio que ofrecer.
Bienvenida a la vida¡
Quien diría que el cacho de hierro que aparece en la primera foto iba a convertirse en esto otro!! Enhorabuena Oscar, le has salvado la vida! Me da que ya eres un adicto a la restauración! Un saludo