A mí, que me gustan mucho los sellos, y siempre me han encantado estas navajas de Sheffield, que se hacían para el mercado americano. Hubo varios fabricantes que las hicieron y dibujaron con mejor o peor arte el águila pescadora. Hay auténticas obras de arte y algunos adefesios.
He intentado varias veces hacerme con una pero siempre me quedaba por debajo de las pujas.
Esta vez he tenido suerte y poca gente se ha interesado por esta navaja que, según el vendedor llevaba 50 años abandonada. Y no me extraña, a juzgar por el óxido que tenía.
.
.
Como puede verse la cacha se había partido y le habían puesto otro clavo más en la punta. Tenía dos clavos.
Todo el lomo estaba cubierto de óxido y no se sabía la profundidad a la que había penetrado.
Pero el filo no tenía señales de óxido y confiaba en poder recuperarla.
.
.
Como no podía restaurar las cachas empecé a preparar unas nuevas de plástico imitando a carey
.
.
Una vez recortadas, se trataba de limar y limar para darle forma. Luego lijas de 100, 180, 280, 400, 600, 800, 1000, 1200, 1500, 2000 y 3000 y finalmente pasta para darle brillo. ¡Una prueba de paciencia!
.
.
Pero el resultado final merecía la pena. Aquí están las piezas para el ensamblaje final.
.
.
Faltaba el separador. Tenía un trozo de colmillo fósil de mastodonte americano y era lo más apropiado para usarlo con la navaja American razor. Aquí tenéis el trozo, del que usé la parte derecha. ¡Qué duro está el jodío! Me dejé los dedos lijándolo para darle forma.
.
.
Otro problema que me encontré y que podéis ver en fotos anteriores es que el agujero del pin era inmenso. En las navajas de Sheffield que he restaurado me he encontrado con bastantes agujeros torcidos, como si los hubieran empezado por los dos lados y no coincidieran muy bien. En este caso el agujero era tan grande que la navaja podía bailar. Lo solucioné poniéndole un tubo de latón en el que el diámetro interior es exactamente 1/16 de pulgada, que es el diámetro del pin que uso.
.
.
Y después de todo, este es el resultado final.
.
.
Como la navaja es una cuña, la he afilado con cuatro capas de cinta aislante y una capa final de cinta de polyimida. Ha quedado un filo muy bueno y el primer afeitado ha sido espectacular.
Que digo yo que 50 años de vacaciones son muchos y ya le tocaba volver al trabajo.
Gracias a todos por leerme.