Hola de nuevo compañeros,
Vuelvo al ataque con una nueva reseña, esta vez, una muy especial para mí. En esta ocasión quiero mostraros el que, en mi caso, es mi más preciado unicornio, recientemente conseguido gracias a un periplo nada desdeñable. Espero hacer honor a lo sucedido sin aburriros.
Es un tremendo placer presentaros Creed, Original Vetiver
Hoy más que nunca, es obligado entrar en la historia del fabricante puesto que, y por ello es muy especial para mí, es mi productor fetiche. Tuve la enorme suerte de echarme a la nariz muchas de las creaciones de la casa Creed gracias a un familiar y, desde ese día, solamente quise poder adquirir productos de esta casa. No me malinterpretéis, sigo con gran interés a muchos perfumistas, pero, si tuviera que mencionar una marca por historia, presencia y progreso, esa sería la casa Creed. Insisto, sin desmerecer a ninguna otra casa. Dicho esto, procedo con algo de información extraída de su web:
House of Creed tiene una impresionante trayectoria que se remonta a más de 250 años atrás. Siete generaciones han moldeado la casa de fragancias, y la historia de la marca es mucho más que cuentos del abuelo, es una historia que puede seguirse a través de diversos registros públicos.
Para profundizar en el legado del apellido Creed, House of Creed recurrió a una archivista profesional que ha trabajado para descubrir los archivos ocultos de la familia. Gracias a sus hallazgos, descubrimos que la familia Creed no siempre se dedicó al negocio de las fragancias, ya que si excavamos un poco más encontramos una historia que va desde panaderos y sastres hasta los perfumistas actuales, lo que reafirma el hecho histórico de que la familia Creed es realmente una maestra de todos los oficios.
Desde la marca afirman que, al visitar cualquiera de sus boutiques, descubriremos la increíble trayectoria de la marca, así como la historia de la llegada a Londres de James Creed, un hombre ambicioso y con talento que prácticamente no tenía dinero cuando salió de Leicester en 1710.
Tras profundizar en el pasado, la archivista localizó certificados de matrimonio de James Creed, quien vivía alternadamente entre Wokingham y Marylebone. Su hijo, Henry Creed, heredó su legado. Fue Henry quien, según sabemos, llevó el negocio de la sastrería a París, y así House of Creed obtuvo su doble identidad británica y francesa. Tras adentrarse en los archivos del Museo Metropolitano de Arte, la archivista encontró una mención de que el primer sastre londinense que abrió su negocio en París, en el número 25 de la Rue de La Paix, fue Henry Creed.
Dado que hay muchas referencias a la realeza en la historia de la firma, era importante encontrar vínculos directos con esos contactos reales. En el año 1860, en un artículo de la publicación The Army and Navy Gazette (boletín oficial de la armada y la marina), se señalaba que el Henry Creed de Creed y Cumberland había sido premiado con citas especiales ante la Reina Victoria y las principales cortes de Europa. Sin embargo, esta no era la primera vez que Henry se codeaba con la realeza.
Comenzó a trabajar en D’Antin, en París, para la sastrería Messrs Harris & Co, que es donde debe haber creado prendas para la realeza europea por primera vez. En 1885, se le concedió a Henry una Orden Real que fue firmada por la Maestra de las Túnicas, Annie Roxburgh. A fecha actual, esta orden se puede encontrar colgada en la tienda de Serbie en París. Sabemos que Henry creó un hábito de montar para la reina Victoria en 1885, que se encuentra en el Museo de Kioto, y ese es el hábito que inspiró la campaña para la fragancia femenina más vendida de la casa, Aventus for Her.
En 1902, una tarjeta de visita atribuye dos direcciones a Henry Creed, ambas en Francia: París y el número 12 de Avenue Massena, en Niza. Niza está a solo 25 km de Grasse, que en ese momento se estaba convirtiendo en el centro de la industria de fragancias de Francia. Era muy común que los sastres perfumaran los dobladillos y los guantes de cuero con fragancias.
Tras el fallecimiento de Henry padre, su hijo Henry y su nieto James (padre de Olivier) se hicieron cargo del negocio. Sin embargo, la alta costura y la sastrería seguirían ocupando un lugar prominente en el negocio familiar, y uno de los hijos de Henry, Charles, fue aprendiz en Linton Tweeds. Es tras ello cuando House of Creed se complace de colaborar con Linton Tweed en su próxima campaña Green Irish Tweed para honrar su herencia de alta costura y rendir homenaje al tiempo que Charles pasó allí.
Charles también se convertiría en miembro fundador del Instituto Británico de la Moda y aparece sentado junto a los demás miembros fundadores en el libro del V&A The Golden Age of Couture (La edad de oro de la alta costura). Luego de trabajar como supervisor en Bergdorf Goodman, finalmente se incorporó al negocio familiar en 1935. Mientras Charles dirigía el negocio en París, su hermano se embarcó en un viaje transatlántico por el Lejano Oriente. En ese viaje, James exploró Japón, lo que debe haber sido una expedición extraordinaria para el joven.
Mientras James estaba en Japón, Henry y Charles estaban a la vanguardia del mundo de la alta costura. En un artículo de Luggage and Goods de 1935, se decía que Charles Creed, de Henry Creed and Co, había presentado su colección de primavera de ropa deportiva y de noche en el Hotel Gotham. Esto radicalizó la forma en que los compradores veían las Colecciones de París, ya que a menudo eran demasiado tarde para sus agendas. El año 1939 marcó un récord de ventas en Estados Unidos, y el New York Times informó que solo Lanvin y Creed seguían abiertos a pesar de la guerra, el último bajo la atenta mirada de Charles.
Cuando Henry padre murió en 1949, James y un joven Olivier Creed continuaron el legado de House of Creed en consonancia con su lema que reza «de padre a hijo», el cual puede verse en muchas de las boutiques hasta el día de hoy. Olivier, creador de la exitosa fragancia Aventus, transformó a Creed, que contaba con 1000 botellas, en la gran empresa que es hoy. En el primer número, Olivier reflexiona: «Mi abuela me ayudó mucho e incluso me dio un molde para fabricar los frascos, y mi padre me dijo que si sentía pasión por las fragancias debía ir a por ello».
En la actualidad, Olivier, junto con su hijo Erwin, crea fragancias artesanales en la fábrica de Fontainebleau.
Y bien, tras este buen pedazo de historia, ¿de qué vamos a hablar hoy? Aquí lo tenemos:
Formulación/ingredientes: como siempre, permitidme que os comparta una foto para ver mejor el contenido del producto:
Son todos ingredientes de sobra conocidos por todos los aficionados al AC por lo que, en esta ocasión, no destacaré ninguno en particular. Sí me gustaría indicar que, en el pasado, algunos de los jabones de afeitar que produjo Creed sí contenían sebo, sin embargo, como se puede apreciar en la foto anterior, aquí no parece haberlo
Presentación: Se trata de un jabón de triple prensado presentado en un bol de madera. El jabón en sí pesa 110 gr. La casa nunca llegó a venderlo por separado, es decir, si querías el jabón, debías comprar el pack completo incluyendo nuevamente el bol
Longevidad / duración: En este caso, creo que no he utilizado más de un gramo por afeitado. Tras pasar el jabón por la báscula tras cada afeitado, me sale una media de 1 gramo por afeitado
Carga requerida: unos 20 segundos dando vueltas al jabón con la brocha escurrida fueron suficientes para liberar al Kraken. Y es que cuando la espuma se empieza a formar el aroma explota…Es impresionante de qué manera se inunda todo, de veras, compañeros. Pareciera que hay algo soplando de fondo o abanicando el jabón para que se extienda más el aroma
Capacidad de hacer espuma: Alta. Espumar es sencillo. Con la brocha escurrida, he mojado las puntas una vez y, tras ello, la espuma estaba lista. Aquí sí puedo deciros que, por ser un jabón tan esperado, me he hecho la espuma en la cara en todas las ocasiones, es decir, nada de bol hasta el momento. Me hacía especial ilusión pasarme la brocha por la cara y formar la espuma encima para tratar de ver si podía conseguir mejor fijación del aroma. Puede que fuera una estupidez o simplemente un efecto placebo pero, a mí me ha parecido que lo he conseguido
En esta foto podéis ver la espuma que he sacado tras extraer la espuma del bol de madera donde viene el jabón. Como veis, aún tenía bastante aire. He seguido trabajándola en la cara y, tras ello, he mojado las puntas una vez. Un par de minutos más (quizás menos), y ya tenía espuma densa y lista para el afeitado:
Ratio agua/jabón: He procurado seguir los consejos de muchos de los compañeros más experimentados. He dejado el jabón (recordemos, triple prensado) en agua tibia por un par de minutos. Tras ello, simplemente he hecho la espuma en mi cara y, en una ocasión, he mojado las puntas de la tejona elegida para hoy tal y como expliqué más arriba. Con eso me ha dado suficiente espuma para 2 pasadas y confort. Y, por cierto, de muy buena calidad
Calidad de la espuma: como ya he dicho, muy buena, densa y brillante
Protección y deslizamiento de la hoja: La lubricación y deslizamiento de la cuchilla ha sido fantástica. No la describiría como TOP pero queda en muy buen lugar. En lo que a triple prensado se refiere, creo que estaría en mi top3
Sensación en la cara: Nada en absoluto. No tiene ningún componente que pueda generar alguna sensación más allá del impresionante aroma que explota cuando empieza a aparecer la espuma
Hidratación y postafeitado: Fabulosa. El post es realmente bueno. No solamente por la sensación que queda en la piel (suavidad y elasticidad), sino también porque, y siento ser pesado, el aroma se te queda literalmente pegado. Es decir, te tiene que gustar cómo huele, por descontado
Aroma: pues, tal y como se puede extraer de la página web:
Gengibre, Mandarina y Bergamota de Italia como notas altas. Las notas medias serían Vetiver, sándalo e iris. Y como notas de base tendríamos musgo y ámbar gris.
Compañeros, huele literalmente como el perfume de Creed que lleva este mismo nombre (el cual conseguí gracias al compañero @Mic).
Como bien comentó Teiste en el foro americano Shavenook, si dejo el jabón en el baño y me olvido de poner la tapa, es muy probable que cuando regrese el baño entero esté inundado del aroma. En el mismo foro se indica que pudiera tener cierto parecido con Thierry Mugler, la colonia. Pero, como bien apuntó Teiste, y lo he podido comprobar por mí mismo, este Vetiver nada tiene que ver con el de Guerlain. Es decir, es una versión que la casa Creed ha hecho en base a una interpretación muy personal
Precio: cuando este jabón aún existía como un producto accesible en mercado, llegué a ver precios alrededor de los 75 € (puede que incluso algo menos según épocas de rebajas o similar). Ojalá haber sido aficionado al AC por aquel entonces. Por desgracia, nunca adquirí estos jabones…Hoy en día, localizar uno a este PVP sería sin duda un hito dado que sus propietarios, o no tienen interés en deshacerse de ellos, o ponen precios que son tremendamente desorbitados (no es una crítica, cada uno es libre de vender al precio que estime, desde luego). Yo he conseguido el jabón gracias al compañero @Teiste al que, desde aquí, mando un enorme abrazo por las gestiones desinteresadas desde el otro lado del charco. La historia tiene miga, desde luego, y soy consciente de que se alinearon los planetas. Si miráis en distintos foros y espacios de compraventa, estos jabones salen rara vez. Sin duda, todo esto lo hace más especial. Reconozco que yo he pagado algo más por él, como os podéis imaginar
Precio por afeitado: Llevo 4 afeitados con él (aunque no he publicado fotos hasta hoy). Os puedo garantizar que la espuma que he hecho ha sido bastante, es decir, en cada sesión he sacado espuma para 2 o incluso 3 pasadas y confort. Pero es que no veo signos de desgaste. He tratado de guiarme por las letras que están plasmadas en el jabón. Como vi que no resultaba, opté por pasarlo por la báscula dado que anoté el peso inicial. Al ser un jabón de triple prensado, y, en base a mi experiencia, calculo que voy a sacarle por lo menos 100 afeitados de forma muy sencilla. Como el PVP por afeitado depende del PVP pagado, podríamos decir que cada afeitado puede rondar el 1 €. En efecto, no es barato para nada si consideramos las opciones que nos da el mercado actual
Recomendado: este apartado no es fácil. En mi caso, merece la pena rotundamente. Adoro la casa, aprecio mucho el trabajo que hay detrás, de una generación a otra, la historia que se forjó tras años, el proceso de creación, el aroma tan especial que tienen todos los productos que fabrican…Pero claro, es tremendamente subjetivo. Dicho esto, permitidme que resuma mis conclusiones de un modo algo más neutral:
Si eres amante de la casa Creed, ROTUNDO SÍ. Recomendaría este y el Santal por lo especial del aroma.
Si la casa Creed te es conocida pero no te causa especial interés, ROTUNDO NO.
No es el mejor jabón del mundo, en absoluto, pero hace espuma a rabiar, el aroma es tremendamente duradero y, si lo combinas con sus hermanos y formas esta Santa Trinidad, vas perfumado durante un día entero (con su pertinente noche):
Las fragancias de Creed son de esas que te pones y se quedan en la ropa incluso después de pasar por la lavadora.
No soy un “marquista”, quiero decir, si algo es bueno, me da igual que lo haga la casa X o la casa Y. Pero en este caso, siempre me fascinó la idea de una familia que labró su nombre durante siglos habiendo partido de la nada.
Sin duda son historias que pertenecen a un mundo pasado e incomparable con el actual, pero no deja de ser romántico y motivador. Desde hace tiempo siento que a nuestro modelo de vida actual (y hablo del primer mundo, por descontado) le falta algo de alma. Quizás por eso suelo recurrir a los artesanos antes que a los grandes fabricantes. La producción en masa ha quitado parte de la magia que el mundo tuvo tiempo atrás. Y volviendo a Creed, no es que ellos no produzcan en masa, por supuesto, pero su historia empezó en un lugar pequeño, con una idea de negocio que creció y que supo reinventarse para triunfar en más de un ámbito. Yo ante eso me quito el sombrero.
Si habéis leído hasta aquí, muchas gracias, compañeros. Es un verdadero placer poder formar parte de esta familia.
Abrazos,