No he dicho que no sea necesario, hombre necesario, necesario no es porque las venden con ese peso y se usan, otra cosa es que a algunos nos guste que pesen.
Lo que digo es que no lo encuentran imprescindible porque añadir peso no resulta complicado, se pueden lastras o simplemente no hacer vaciados en la parte inferior de muchos cabezales.
Si a todo el mundo le gustara que pesara no las habría de aluminio ni de titanio que son más caros que el acero.
No es complicado para nada hacer una de zamak o aluminio que pese lo mismo que la de acero.
Si no lo hacen puede ser por dos cosas: uno porque no encuentran una demanda importante de ese aspecto, sean pocos los que le dan importancia a eso, u otro porque para quien sea exigente en ese aspecto ya tiene las de acero u otros materiales que ellos venden bastante más caras y está dispuesto a pagar por ellos.
Las que dices que se deshacen como arena seguramente son de material sinterizado, que puede ser de muchos materiales, hierro, aluminio, titanio…
A mi que una maquinilla de 20€ se me pueda estropear si le doy un golpe fuerte no me preocupa, se tira y se compra otra, no la tengo para coleccionarla ni dejarla para la posteridad, sólo para usarla mientras dure.
Otra cosa es si eso te lo cobran a precio de oro.
Lo que también tengo por seguro que el coste del material en una maquinilla con la poca cantidad de material que tiene no justifica la diferencia de precio o pagar 150€ por ella, porque esa diferencia no está en el coste del material en sí.
El método de fabricación sí, si es mecanizada desde un bloque se desperdiia mucho material y es mucho más costoso de fabricar. También puede ser moldeada fundida, moldeada sinterizada o moldeada y luego mecanizada.
También entiendo que una pieza mecanizada de un buen material sea mucho más atractiva y se pague más por ella, como con todo y que haya quien está dispuesto a pagar bastante por una pieza artesanal o una mecanizada desde un bloque de metal en vez de moldeada.
Las cosas no cuestan lo que valen y su precio no está directamente correlacionado con el coste de producción o materiales, más bien con lo que la gente está dispuesta a pagar por ello.