De todo lo que te han dicho me quedaría con casi todo, pero especialmente con el consejo de buscar asesoría profesional fuera del trabajo. Es decir, un abogado (o abogada) laboralista que te informe claramente de qué posibilidades tienes. Y una vez sepas qué puedes o no hacer, lo demás es adoptar una estrategia. Obivamente, el enfrentamiento directo no parece lo más sensato. Y es posible que seas tú el que tengas que adaptarte para estar mejor. Ya sé que es una mierda, pero igual no hay otra.
En fin, un abrazo.
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Hola
Espero que todo te salga bien. Yo llevo muchos años en mi sector y he pasado por varias empresas como empleado en puestos mejores y peores hasta ser dueño de mi empresa.
Solo tuve la mala suerte de encontrarme a un payaso de estos que no sabe sacar lo mejor de la gente a su cargo por medio del trato humano y cordial y te digo que son una lacra a larga para la productividad y el buen hacer en un equipo de trabajo.
Te aconsejo que no note que te machaca o lo hará más. Lo que te mande hacer, procura que quede constancia de lo que te ha mandado el. Siempre tira de sarcasmo y dile que te encargue un orinal, eso si con una sonrisa siempre. Pidele permiso para todo ,hasta que acabe hasta los huevos de ti.Preguntale todos los días 20 cosas, pídele opinión que para ti es importante 
. Pero ante todo, no te al teres , que no sienta que le tienes miedo o que te jode la vida ,siempre sonríe . Ya veras como acaba reventando a la larga. O cambia de víctima.
Ten en cuenta que suelen soltar sus complejos y frustraciones de esa manera, no le des el gusto.
Espero haberte servido de ayuda y espero que tu situación mejore.
Un abrazo
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Nadie merece maltrato, y ahi se ve que no solo niños lo sufren- sino adultos…y jovenes tambien en la universidad- entiendo tu sensacion a pleno.
Realmente, te dire lo que me han dicho, que se cansen de verte y no bajes la cabeza.
Llevaos puesto todo a saco, que las palabras hieren mas que un golpe bien puesto.
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Cierto vale más sonrrisa y educación darle a entender tu palabras me las paso por los huevos porque solo un enfermo mental piensa que la gente le pertenece y son juguetes hay que tenerle más pena que rabia, vale más sonrrisa y educacion y se agote de ver que no domina que es lo que más le jode a darle un estampido por mucho que se lo merezca y acabar en juicio y despedido.
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Si es que por desgracia, está en posición de dominar, el jodio.
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No quiero ser el pepito grillo, pero vigilar lo que escribís, o que trasladen este hilo a particular, o solo para identificados, pues todo lo que se escribe en internet lo pueden leer en la red, y hay cosas sensibles y particulares que no debieran caer en malas manos, que las hay.
Hay gente muy mala hay fuera, yo me he tropezado con algunos y enfrentarse no trae nada bueno.
Saludos
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Gran consejo. Tenemos que recordar siempre que es público lo que escribimos.
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es cierto…llegue a pensarlo,gracias
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Serenidad… Tranquilidad… Ver las cosas desde el lado positivo.
Después de la Tormenta llega la calma.
En mi caso… Lo peor fue cortar la relación con un vecino de puerta a puerta con el que he tenido buena amistad.
Y lo de las telenovelas… La realidad supera ampliamente la ficción.
Y claro. Los enfermos acosadores son unos cobardes. Así como cobarde es el que te pone masilla EPOXI en la cerradura. Solución fácil… Comprar cinco cerraduras e ir cambiandolas.
Vamos que tengo pa escribir un libro… Joer que enfermos hay por el mundo. Ex brigada de la marina (conflictivo). Su sobrino (al que por casualidad antes de conocerlo Le di clases de informática), se suicidó por accidente con la pistola de su tío por no tenerla a bien guardada.
Incluso lo acompañe antes de romper con el, al juzgado por amenazar a su cuñado con un cuchillo. Lo acompañe a la unidad mental donde se internó (unos días…) por orden judicial… Pa nada… La justicia es un cuento chino, marean las leyes como quieren.
Por circunstancias… Nos acoso a mi y a mi familia. Unos años.
La cosa al final… Se arreglo… Todo tiene arreglo…
Le pego varias palizas a su mamá de 80 años… Hasta que en una se pasó un poco más y la internaron en el hospital… El muy valiente como se olía que la cosa iva a tener miga pues escogió el camino fácil…
Se suicidó… 
Y claro… Yo al enterarme… Me fui a celebrarlo con un almuerzo con la parienta.
Así que al final de la Tormenta… Llego la calma… 
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Vaya historia truculenta Antonio, eso es peor aun
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Ante todo te entiendo, a mi me pasó lo mismo, estuve unos meses que una pequeña tos me hacia ir al médico a darme la baja, en los anteriores 30 años de curro nunca me cogí una baja, pero en ese momento era mi forma de huir, hasta que me dí cuenta que no podía seguir así, por lo que como dice @Silverado opté por pedir consejo a un abogado laboralista y “poner dientes” haciendo caso a la Pantoja, ya que el tema según el abogado iba a ser complicado, al final si como han dicho por ahí, te ve que disfrutas con lo que estas haciendo, que te dirges a él con una sonrisa de oreja a oreja, si te ve reir con algún comentario con tus clientes, si le dejas caer que te han felicitado los clientes por tu buen hacer, nunca que te han hecho regalos, eso no, que lo contento que estas con el nuevo trabajo, veras, por lo menos eso me pasó a mí, o te quita de ahí o se olvida y busca a otro que pueda ver que lo hace sufrir. Si comentas algo con los compañeros, que siempre sea positivo, “que bueno que me han puesto ahí, como disfruto”, “vaya fin de semana mas bueno”, nunca digas que lo estas pasando mal, y sobre todo cuando salgas del trabajo haz lo que terminé haciendo yo: “todos los switchs a off” (se nota que era informatico) y para casa no trasladando esto al ambito familiar, que es lo peor que puedes hacer. Perdonar que haya puesto este testamento pero estas cosas me j… mucho. Mucho animo
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Muy buenas tardes compañeros, yo viví muy de cerca un caso de acoso laboral que me dolió más que si me lo hubieran hecho a mi porque fue a mi hijo, el es un estudiante de 21 años y cuando cumplió los 18 me dijo que quería trabajar en verano, yo tengo una pequeña empresa pero el quería su primer trabajo lejos de casa así que encontró trabajo de cajero en un supermercado a media hora de casa, yo le di unos cuantos consejos de comportamiento ya que tenía ninguna experiencia, y creo que por hacerme caso algo de culpa tuve porque aguantó más de lo debido, cuando ya hacía cuatro semanas + - que estaba trabajando no lo veíamos feliz como es el y un buen día al volver del trabajo después de que su madre le presionó para que le dijera que pasaba se derrumbó y nos contó lo mal que se lo estaba haciendo pasar el encargado adjudicándole los peores trabajos que habían y además tratándole con desprecios constantes, humillaciones, etc, los que seáis padres sabréis lo que en ese momento sentí, el susodicho encargado es el típico cabo varas con 30 años que se cree poco menos que Dios , le dije a mi hijo que se despidiera porque no le hacía ninguna falta ese trabajo, el no quería hacer eso y me dijo que había seguido mis consejos pero…, el no es precisamente de los que se asustan fácilmente, es cinturón negro de judo, mide 1’89 y lleva jugando a rugby desde pequeño con lo que está curado de espantos , el caso es que al día siguiente volvió y acabo su jornada y todas las demás , y terminó su contrato , cuando le preguntaba que tal le estaba yendo en el trabajo siempre me decía que bien y realmente se le veía bien, muchos meses después cuando ya había vuelto a sus estudios y su rutina y después de mis reiteradas preguntas y insistir en saber que pasó con sus problemas en el supermercado , me dijo que el día siguiente de explicar en casa lo que le estaba pasando fue al trabajo como cualquier otro día, y empezó también allí como cualquier día, con el mismo maltrato, pero que en un momento a solas en el almacén y después de unas palabras que no sirvieron de mucho, lo soluciono en menos de cinco minutos agitandolo como esas máquinas recolectoras de aceitunas , supongo que no es la solución, pero en este caso fue así.
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Como decia Bruce Lee, la violencia no es el camino, pero te pego una ostia y empiezas a andar … ja ja ja
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Se arregló la situación compañero?? Sin detalles pero… por saber hombre.
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Por supuesto que se arregló, con 18 años y poco que perder tiró por el camino del medio, si tensas mucho la cuerda al final se te puede romper en las narices.
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A coño, jajaja ya decía yo 
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Hace ya unos 20 años, con motivo de un cambio de destino, me encontré a uno de esos jefes que tienen por costumbre hacer valer su autoridad menospreciando y burlándose del recién llegado, para público regocijo del personal, que ya sabían de sus andanzas y le seguían el royo, principalmente porque de esa manera ellos quedaban “absueltos” del escarnio… Ya sabes, lo típico de los pelotas.
Como digo, acababa de llegar a este destino y por suerte o por desgracia (en esta ocasión por suerte), mi anterior destino me había “curtido” en temas administrativos y burocracia más de lo que el susodicho pudiera pensar. Había tenido que lidiar con temas mucho más complejos y relevantes de lo que el mamarracho este hubiera visto en su puta vida.
En la primera ocasión que tuvo de dirigirme y saber que estaba a sus órdenes, hizo lo que su naturaleza cobarde llevaba haciendo desde siempre. Ridiculizar al recién llegado, mareándole con labores y trabajos absurdos que no llevaban a ningún lado. Tras toda una mañana de amenazas en las que hacía lo que me iba pidiendo pero siempre callaba, quiso rematar la jugada llamándome a su despacho, delante de mis supuestos compañeros, que hacían las veces de espectadores mudos asistiendo a la humillación que se avecinaba.
Pues bien, el susodicho comenzó a relatar todos los puntos que consideraba merecedores de una sanción. De esta forma mostraba su autoridad conmigo y con el resto de los subordinados. Ya sabes, su arma es el miedo, pero también su punto débil.
“De esta forma y como haces las cosas, no voy a tener más remedio que expedientarte”, creo que fueron sus palabras.
Mi respuesta a la altura: “Usted haga lo que tenga que hacer, que después yo haré lo que vea oportuno”. Y cerré su apuesta con otra mayor.
Corrí el riesgo, me remangué y esperé su respuesta. En ese momento no la hubo.
Yo daba por hecho que el gañán, que lo era porque no sabía hacer la O con un canuto, iba a expedientarme. Lo tenía por seguro y preparé mi defensa, recabando información y preparando el borrador de mi alegato.
Pasaron los días, las semanas y no llegó nada…
Al tiempo me enteré que el gañán también había comenzado a preparar el argumento de la sanción, pero básicamente no se sostenía. Además habló con su Jefe superior y éste le informó que yo no era tan ignorante como los demás y que sabía defenderme perfectamente. Que debido a mi anterior puesto y destino sabría documentarme y preparar mi defensa, que además sería un contraataque y podría ponerlo en serios aprietos, a él y al Jefe de ambos por permitirlo.
Ya digo que de esto me enteré mucho después, pero en ese momento lo único que hice fue plantar cara con las pocas armas que tenía: mi convicción y cierta seguridad en mí. Yo sabía que no había hecho nada mal y que su actitud era abusiva. Lo sabía yo, lo sabía él y lo sabía el Jefe de ambos.
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Estos sujetos lo único que tienen y no todos, es el discreto encanto del cretino. Y hay muchos, además de sus palmeros.
Plantando cara, por lo menos no se van de rositas, claro que eso conlleva el cambiar de empresa/trabajo muchas veces.
Pero si eres profesional y bueno en tu trabajo, no hay problema, siempre sales y al final se reconocen aunque sea a escondidas o cuando ya estás jubilado, tus logros.
Saludos
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