De vuelta ya en Invernalia, de regreso de Los Madriles, donde casi me derrito del calor. Pero antes de colgar el afeitado del día, es justo que sepáis lo que le pasó al Caballero Don Elfriedo de Amalric cuando, en el Aeropuerto de Madrid “José Luis El Tempranillo”, intentó ver si podía recuperar la crema de afeitar Geo F. Trumper que le requisaron/decomisaron/robaron cuando le registraron el equipaje de mano tras pasar el arco de seguridad. Pero será mejor que esas arduas gestiones y el resultado final os lo cuente Micer Alcuino de Astorga, escudero y amanuense del Caballero, con su particular lenguaje, que de seguro os lo contará mejor que yo mismo.
Vamos allá.
"E hete aquí que O Mio Caballero habiase de embarcar ao porto da Vila e Corte, do siete días antes, en a Doana deo Porto, dos malandrines bellacos filhos de mala madre requisaron·le ao Mio Caballero una magnifica e selecta crema de afeitar, manufacturada por O Mastro angleso Don Godofredo Fockin Trumper, ao aroma da sándalo, perque descian aquellos bellacos que non podía embarcar con ella O Caballero perque podía fascer una bomba de mano e fascer esplotar a nave e que “dura lex sed lex”. E O Mio Caballero moito cabreado estaba, e como tenia que retornar a Vila e Corte cinco días depois, pos decidió que iba a buscar aos malandrines bellacos -uno de ellos, añadiendo el insulto a la injuria, encima, era calvo e barbado, pero barbado con luenga barba, sucia e goarra, e de seguro que poblada por ladillas sin par-. Mais yo, en cognosciendo a O Mio Caballero, e sabiendo con toda a mia sapiencia que iba a montarla gorda, recomendele ir de soaves, e que me desjara parlar a mi, que yo soy home tranquilo e reposado, e que tengo bona labia, e que para convencer mellor es empeçar con bonitas palabras que con una manita dostias. E O Mio Caballero, no sin retiçencia -¿e do está el honor?, descía-, aceptó.
E chegamos ao Porto da Vila e Corte, e baixamos da nave, e foimos ao garito de “coisas perdidas”, do habian·nos dicho que iban a parar as cosas requisadas -¡mentira!-. E allí habia una dama, moito fea e gafuda, e que parescia dun país dallende el Danubio, e yo, con a mia mellor palabra, expliquela que a O Mio Caballero habianle requisado cinco días atrás una bona e anglesa crema de afeitar de Don Godofredo Fockin Trumper, e que buscábamos tanto a crema como aos malandrines bellacos filhos de mala madre que habian·la requisado, para enseñar·les eo argumentum baculinum, osia, la lex del palo e tente tieso. Mas a dama fea dixo·nos que as cosas requisadas no estaban en ese garito, e que foeramos ao Garito de Securité “A”, per a buscar aos bellacos e per a recuperar a crema. E O Mio Caballero iba calentándose …
En O Garito de Securité “A”, había un home gordo de color (negro), que dixonos que os dos bellacos podían estar posiblemente en o Garito de Securité “B”, e que uno dellos chamaba moito la atençao de lo ben afeitado que iba … E O Mio Caballero calentóse todavía más …
E foimos ao Garito de Securité “B”, quera un Garito dos Goardias do Porto, e un home de a Bene Merita dixonos dos cosas que no gustaron·nos, en sobre todo a O Mio Caballero: que as cosas requisadas se tiraban a la pira de fuego de Sant Xoan, perque esa era A Noite de Sant Xoan, e que os dos bellacos malandrines filhos de mala madre -e, por cierto, dixo, uno dellos moito ben afeitado e que golía a aromas de sándalo- habianse largado una hora antes a otro país en una das naves que salían do Porto, e -qué raro, dixo- con un petate lleno de cosas.
E O Mio Caballero, moito digno, terminó de calentarse del todo, e sacó sua espada, sua daga, suo escudo e toda su mala fostia e dixo, con voz retumbante y tronadora: “Xuro, por a mia sombra, que allá do se encuentren esos dos bellacos los hallaré, e les diré: Hola, soy O Caballero Elfriedo de Amalric, tú requisaste mi crema de afeitar, prepárate a morir”, e o Caballero da Bene Merita, admirado da gallardía de O Mio Caballero, dixo que realmente O Mio Caballero era un home bragado, de palabra e de valor, e que fascía moito ben cabreándose, e que non le gustaría a él ser alguno dos dos bellacos malandrines filhos de mala madre, e que, endiluego, O Mio Caballero haría moito ben a la Humanitat humana si quitaba denmedio a os dos bellacos, al ben afeitado e al goarro barbado …
Aixo estuvo ben, mas a digna Misión que habíamos de fascer, quera, primero, recuperar a crema den Godofredo e segundo, fostiar aos bellacos, quedó sin crema e sin finiquitar, e volvimos ao Castelo do Caballero moito cabreados, sin crema, sin degustar a xusta vengança e con o rabo entras piernas, cagüendios …"
Pues eso fue lo que pasó.
Y ahora, al afeitado del día …
![](https://i.imgur.com/6EbIWOM.jpg)
Lunes 26 de Junio, Santos Mártires Juan y Pablo (estos son los Juan y Pablo “de segunda”)
SONIDOS PARA ALGUIEN QUE SE LEVANTA CABREADO: Ya sabéis, por el “éxito” de la misión “Liberad a Geo. F. Trumper”, así que nada mejor que poner a todo trapo el “72 Seasons” de METALLICA, y que les den …
PRE: Racogon #5, “Cítricos”.
JABÓN: Proraso “Eucalipto-Mentol”, el verde, el clásico, que hoy empezamos semana italiana …
BROCHA: El Druida “Shasha”.
ESPUMADO: En el Verrogüetto.
RAZOR: Gillette Fusion.
AFEITADO: FLC. Sin historia. Impecable rasurado, como siempre que me afeito con muchihojas.
POST: Espuma de confort, agua del grifo, splash de loción Extro “Shantala” y toque final con bálsamo dopobarba Carthusia, que, desgraciadamente, va perdiendo el maravilloso aroma que tenía cuando era más joven … No obstante, todavía se recuerda ese aroma a día de hoy.
EAU DE PARFUM: Bulgari Glacial Essence. Que aunque esto es Invernalia y aquí uno se derrite menos con el calor, se agradece una fragancia fresquita.
Menos mal que estos tios levantan el ánimo hasta al Sursum Corda …
“Durum est, sed ita lex scripta est”, luego resumida en "Dura lex, sed lex" (Domicio Ulpiano)