Carcamales

Pues sí.
Y el otro día leí que no incrementaba la velocidad sino al contrario, la disminuía. Daba las explicaciones técnicas, pero no entendí ni papa. A ver si lo veo y lo cuelgo aquí y algún informático lo aclara.

Edito, lo he encontrado, era éste:

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Estoy de acuerdo contigo, yo los tengo en video VHS y Betamax y no me gustan nada.

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Estos anuncios estaban en muchas revistas.
No conocí a nadie que siguiera los cursos.

El Sanson Institut.

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Ay, los setenta…

Mi anuncio favorito era este

Aunque el texto no era, evidentemente, el mismo. Se limitaba a señalar las virtudes relajantes del fabuloso “masajeador eléctrico a pilas”, que podía “llevarse en el bolso” y “usarse en cualquier parte”. Aunque no veo yo a las señoras del prepostfranquismo relajando el cuello con eso en la mesa de un restaurante, pero bueno…

Ese, y este otro, que muchos recordaréis

Las páginas finales del Teleprograma eran una delicia.

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Lo mejor: “¿Tu mujer sufre de furor uterino?” :rofl::rofl::rofl:
En resumen, está más salida que un perro de aguas.

Y la guinda: “De confort rápido y penetrante”. ¿Lo coges, lo coges? :joy::joy:

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Dato histórico de interés.:
En la antigüedad, las mujeres que presentaban ansiedad, cambios de humor y depresión eran mandadas por sus maridos al médico, el cual le diagnosticaba que padecían de una enfermedad denominada “histeria”, en la actualidad conocida como ansiedad.
Su tratamiento se basaba en un “masaje pélvico” con la finalidad de lograr el paroxismo histérico, conocido en la actualidad como orgasmo.
Era tanta la cantidad de mujeres que empezaron a asistir a las consultas para recibir su “tratamiento para la histeria” que los médicos al final de la jornada de trabajo quedaban agotados y con sus manos acalambradas; por esto decidieron inventar un útil artefacto que producía vibraciones rítmicas y se lograba más fácil y más rápido el paroxismo histérico en la paciente sin necesidad del común masaje manual: he aquí el origen del vibrador.
En esa época era visto como un artefacto curativo, incluso las mujeres más adineradas, los tenían en sus casas para cuando sentían “brotes de histeria”.

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Viva el paroxismo histérico…sobre todo, que no falte :point_up: :sweat_smile:

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Para tener el carnet vip platino de carcamal, tienes que haber visto a los payasos de la tele en blanco y negro y con Fofó, por supuesto, que era la gran figura hasta que nos dejó en 1976.

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Sí, los veía mi hermana, menor que yo :rofl::rofl::rofl:

Que etimológicamente viene del griego, ὑστέρα (hystéra), o sea, útero. Por ejemplo, histerectomía, la extirpación del útero.

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Pues no te digo nada de los que oíamos en la radio “Matilde, Perico y Periquín” :joy: :rofl: :joy: :rofl:, la tele todavía era díficil de tener.

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Visa diamante para usted entonces. :grin: :grin: :grin:

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Muchas gracias por el detalle :grin:

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Monsignore, Rudolfh … Os cito a ambos al amanecer en la Plaza de Armas del Palacio Real … A sable, a florete, a mandoble, a cimitarra, a alfanje o a falcata … Como gustéis … A la Diosa del Caballero Don Elfriedo de Amalric no se la ofende …

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Hachas. A medio metro. Y enterrados hasta las rodillas.

(antes de batirnos, la musa en entredicho ¿es la Demimúr, la Sabrina o la Beluchi? Que yo ya me pierdo)…

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Y la saga de los Porretas…

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Y las películas de La Gran Familia (declaradas de interés Nacional)

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Algo mas moderno que los seriales de la radio, pero que sólo recordaran los carcamales cercanos a tirar el sexagesimo taco de calendario a la papelera.

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Y el Oso Yogui y Los Picapiedra …pero en blanco y negro y por la Uno que era la única que había

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