Y Flipper !
Hay es nada, en mi ciudad tiene hasta una estatua. La próxima vez que pase por ahí con la bici paro y le hago una foto para el hilo de los carcamales.
Eso era de la primera época de los ordenadores.
Había como una velocidad de reloj standard que era el que daba la marca “oficial” los ibm y copañía.
Empezaron algunos clónicos a hacer procesadores más rápidos con velocidades de reloj más altas, pero no todos los programas funcionaban bien, así que tenían ése botón…
En realidad ahora no es que no lo lleven, todo procesador tiene no uno si no varios modos turbo, los procesadores actuales adaptan la frecuencia de reloj a la carga de trabajo para ahorrar energía y no recalentarse, de forma automática.
Jaja. no me extraña… yo también tenía alguna cinta limpiadora de esas que tampoco es que limpiaran demasiado…
Por supuesto, ¿es que los emitían en color? eso ya debió de ser entrados los 80…
No sé si se ha comentado antes pero habían unas láminas de color rojo que se ponían en las pantallas de las teles en blanco y negro para simular color.
Eran una chapuza de tres pares y daban bastante grima pero era muy imaginativo.
La primera vez que vi el color en la tele de casa fue un documental de Jacques Cousteau “el mundo submarino” que nos tenía embobados a la tele.
De los primeros programas para público infantil recuerdo uno que me gustaba especialmente
Y con el doblaje hecho en Puerto Rico.
@Amalric , ¿puede usted permitir esa falta de respeto? ¡Bellucci, coime!
Copió el enlace para que los más jóvenes lo vean (hay varias fotos):
Un amigo lo tenía. En el enlace que he puesto se ve hasta medio bien. En la realidad era una enorme castaña.
Y gracias Fernando @ariznaf por la explicación.
Lo de la lámina si que no lo había visto nunca.
Y es que había que aparentar, y si no se llegaba a la tele de color…
Buenas a tod@s
Yo siempre quise tener los ‘monos marinos’… pero acabé comprándome algo parecido a esto…
¡Aquellos anuncios eran mi perdición!
Saludos y… ¡buen carcamaleo!
Lo de la lámina en color , corrió como la pólvora en Madrid, la vendían en el rastro también, mi padre que era un manitas la colocó y aquello triunfó que no veas.
La tele en color, el no va más.
Eran otros tiempos y los disfrutábamos con pocas cosas.
He intentado buscar una fotografía de aquellos viejos conmutadores para ver UHF.
Eran unos cacharros que se conectaban a la tele y que servían para cambiar de canal previamente ya que como sabréis SoLo habían dos canales de televisión
Uno parecido (armatoste), había en casa para el Telefunken.
Eso es. Yo también tenía un Telefunken pero no lo supe hasta el día que vino un técnico a casa a repararlo puesto que la pegatina estaba muy desgastada y apenas se distinguia el nombre.
Otra cosa curiosa que poca gente de ahora sabe es que, algunas veces, venía el técnico de la TV a casa a repararlo ya que esos cacharros pesaban muchísimo y o bien el taller quedaba lejos o bien ni siquiera tenían un taller de reparación.
Por cierto. ¿Alguien ha llevado alguna vez unos zapatos a reparar a algún zapatero remendón de los de antes?.
Posiblemente sea de los oficios más ingratos y poco valorados. Por cuatro perras te dejaban unos zapatos prácticamente defenestrados como nuevos.
Buenas JMaria
Pues… sí.
De hecho, tengo uno muy cerca del trabajo.
Los últimos que iba a llevar, se quedaron en casa: ¡el arreglo costaba más que unos nuevos! - la calidad de algunos zapatos ya no es lo que era… -.
NOTA: suelo comprar BOTOS de Valverde del Camino, para el calzado de moto… ¡cómodos e irrompibles! - cambias la suela y… a por otros cuantos años más -.
Saludos y … buen carcamaleo!
Pues sí, y sigo llevándolos.
Lo malo es que lo que había al lado de casa no era precisamente buen zapatero (buena, porque era chica) y las cosas que pegó y arreglillos no quedaron muy bien.
Ahora encontré uno un poco más lejos que sí que es un manitas de los de antes y sin duda merece la pena llevarle cosas a que te las ponga a punto.
Mi abuelo paterno era zapatero remendón.
Se ganó la vida, sacó adelante a su familia en tiempos muy difíciles. Trabajando más horas que un reloj, claro.
Yo llevo los zapatos para que les pongan las tapas, medias suelas… Todavía quedan algunos, aquí en el barrio tenemos uno. A ver lo que dura, porque lo cierto es que he visto jubilarse a unos pocos ya y nadie seguir con el negocio.
Eran otros tiempos, se reparaban las cosas. Como bien dices, los técnicos iban a casa, a ver quién movía un mamotreto de aquellos. Lo habitual era cambiarle una “lámpara” y hala, a seguir funcionando.
Oh, fementido traidor … Bellucci, BELLUCCI, BELLUCCI (gritando) … Hachas, a medio metro y enterrados hasta las rodillas, como gustéis. Habéis perdido la cabeza, Monseñor …
No. No la permito. Monseñor perderá la cabeza, por mucha tiara que lleve. Hay ofensas perdonables, pero ésta …¡¡NO!!