…yo era más inocente entonces, @Monsignore 
Tuvo la mala suerte de morirse el mismo día que Michael Jackson y no la dijimos adiós como se merecía
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Cachis, me acabo de enterar de que hoy se nos ha muerto otro mito de nuestra época, Françoise Hardy
Descanse en paz una gran intérprete de una belleza de las que duelen.
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Ahh ja juas, 
eso les pasó por comer tanto sushi,soja fermentada y rame,aquí en España,la generación comíamos jamón iberico,y chorizos de la matanza, ferritina para el cuerpo o hierro,igual que el material que estaba construido Mazinguer 
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Que recuerdos mas buenos, lo del futbolín, la de miles de partidas que habremos echado con los amigos, y cuando se pisaba la bola, era gol infalible, o toques con la media y en habiendo hueco, golazo, se me daba de fábula y además me encantaba.
La maquina de marcianitos, también era una pasada, se disfrutaba a tope.
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Los tres instrumentos de tortura, plinton, potro y caballo, no tenía ningún problema con los dos primeros, pero al caballo le tenía miedo, no en vano el pico, lo llamaban casca huevos, como el profe me obligaba a saltar, pues lo saltaba y me quedaba siempre en medio.
Jolin que viejos somos.
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Creo que estos no se han mencionado. Yo era más de Geyperman que de Madelman, pero una pasada, tenía una buena colección, ahora se cotizan bien. Dónde estarán los míos.
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No había un verano sin calcamonias o calcomanías en los brazos de la chavalería. Las regalaban con los chicles y se podían comprar sueltas.
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Yo tenía el policía montada del Canadá y uno de operaciones especiales. Sin duda Geyperman era el juguete de los chicos más deseado. También tuve madelman pero era más tosco y no tenía tantos y tan buenos accesorios. Lo de la barba era un toque de calidad y personalidad muy logrado.
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Estos juguetes me gustaban, aunque nunca lo tuve, el TCR ¡¡que pasada.!! Así rezaba el eslogan.
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El potro interior, me costó hasta que le pillé el tranquillo y el plinto salto a caballo, se las traía también…
Qué tiempos y lo saltabas o te ridiculizaban de lo lindo, había compañeros que les causaba un trauma sicológico los días de gimnasia con salto de aparatos.
Y los castigos con la vara, que tenías que proporcionar tú y llevarla el día siguiente, para que te atizara buenos variscazos.
Recuerdos de niñez y adolescencia.
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A mí eso no me lo repites en la calle.
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Yo entre ellos. Como decía más arriba, jamás salté un cacharro del demonio de esos, desde que un compañero se dejó los cataplines en la esquina de uno.
Y, efectivamente, fui ampliamente insultado por el profesor de gimnasia 
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Luego en la mili, que también tenías que saltarlos en mi época, se me daban bastante bien y subir la cuerda, que aprendí una presa la cual me sirvió para posteriormente aprobar, cursos de cabo, cabo 1° , etc.
P.D: En la mili no te daban con la vara, de daban con la palma de la mano en la cara y de castigo hasta que no superaras el aparato en cuestión, los ratos de descanso a practicar.
Nuestra generación está vacunada contra todo y sin pinchazos.
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Epi y Blas… siempre le tocaba a Blas todas las desgracias ,lo que me reía con ellos.
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Jajajjaa. Que bueno.
El que yo tenía era un soldado que venía de una incursión fallida, apenas se podía mover por las heridas de guerra y había perdido medio equipo. Además tenía pies planos.
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Yo en la mili ya lo tenía superado, subía cuerda con nudos y sin nudos, saltaba plinto, potro, caballo y todo sin problemas, pero es que venia fogueado del profesor de gimnasia-física-química-matemáticas-historia y además jefe de estudios y subdirector que tuve en el cole, que manejaba la mano con una pericia, que ríete tú del sargento de instrucción del CIR.
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Qué bueno… recuerdo unas que venian con las cajas de tiritas, imitando una herida, pocos sustos le di a mis abuelas 
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Otro que no podía faltar un Diyei, de la ostia
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