Carcamales

Buenas, ‘JMaria’

Sigo comprándolos en las ferias artesanales, o de alimentación de la zona… también los puedes encontrar en algunos herbolarios - nosotros lo llamamos en masculino: el ‘palodú’… -.
También puedes encontrarlo en pastilla, bloque, duro o blando… pero todos de color negro oscuro.

Saludos y… ¡buen carcameleo!

7 Me gusta

Exactamente

6 Me gusta

En Málaga (no sé si en algún otro lugar) se le llamaba palodú, tal cual. Entretenido ya era, ir chupando hasta casa :smile:

Otra cosa que también consumíamos mucho por aquí es lo que llamábamos cañadú, lo que en el resto del mundo es la caña de azúcar.
Tenía la ventaja de que era gratis, porque se producía en la zona y además aquí había una azucarera. Nos poníamos en los semáforos a esperar que un camión que la transportase se parara para subirse por atrás y coger unas cuantas. Actividad de riesgo, obviamente, porque te podías caer si al camión le daba por arrancar.

10 Me gusta

Pues si, lo suelo ver en algunos sitios pero fíjate que su textura se parece mucho a la foto que puse y yo lo recuerdo mucho más “fresco” (no se si esta es la palabra adecuada). Me refiero a que su superficie era muy compacta y no tan rugosa. Como una rama de árbol cualquiera. Con mucho jugo por dentro y no tan seco y arrugado.
En cualquier caso, igual me acerco un día y me doy el placer de volver a probarlo. Gracias

5 Me gusta

Cuidao con el palodú, que lo carga el diablo…

9 Me gusta

Eeeesaa es la forma en que la recuerdo. En esa foto tuya se aprecia un palodú (también he escuchado normbralo de esa manera) contundente y no esa rama seca y arrugada que se ve por ahí, que parece que ya ha sido consumida antes.

Sobre la caña de azúcar, también la probé en su día y recuerdo que no me gustaba demasiado por su textura basta y esos hilos y palos tan incómodos de masticar. El sabor, claro, era otra cosa.

5 Me gusta

Buenas, ‘McAco’

Hace unos días, le compré un trozo a mi hijo, para que viera de dónde sale el azúcar…

Cuando se encontró con la problemática de la ‘cáscara’, y que tenía que ir ‘peleándose’ con la caña, para poder extraerle el jugo pues… fue a la basura - y eso que me había costado 2.5€ en ‘La Boquería’ de BCN… -.

En fin, ya nada es como lo que era antes…

Bueno, el mío al menos sabe de dónde sale la leche, que comemos ‘animales’ - pollo, conejo, cerdo, pescados, … -, y de dónde salen las frutas, vegetales, etc. que se pueden ‘recolectar’ en los supermercados :wink:

Saludos y… ¡buen carcameleo!

7 Me gusta

12 Me gusta

Autor del “asesino de la regañá” jajajjjaa. Debe ser un libro tronchante

5 Me gusta

Buenas, ‘Monsignore’.

¡Menos mal!, igual hubiera sido peor ‘polo-flash’…

:wink:

Saludos y… ¡buen carcameleo!

5 Me gusta

:flushed:
Leñe, si hubiese tenido que pagar eso (400 pesetas, para ponernos en contexto) por toda la cañadú que cogimos…
El caso es que ahora es de “pijos”. El otro día me pusieron una lámina en un menú degustación y la pobre camarera explicándome lo que era aquello. Le solté toda la historia cuan abuelo Cebolleta :joy:
Otra cosa que llevaba aparejado el consumo de la caña era que todos, sin excepción, llevábamos una navaja en el bolsillo.
Hoy día meterían en la cárcel a nuestros padres: nos subíamos en las cajas de los camiones, llevábamos navajas…

8 Me gusta

image

Otra delicatessen de la época eran los garbanzos tostados. Mi padre los hacía en la sartén y creo recordar que antiguamente se les ponía también yeso, algún tipo de yeso especial supongo.

Junto con los altramuces y cacao del collaret me parece un snack cojonudo.

El cacao del collaret es un tipo de cacahuete autóctono valenciano muy apreciado en los almuerzos y dieta indispensable del agricultor.

11 Me gusta

El regaliz de palo…

10 Me gusta

Buenas a tod@s.

Pues… en mi tierna juventud, recuerdo haber degustado la ‘algarroba’ - que me sigue gustando, y hago unos pasteles con harina de la misma que ‘flipas en colores’… al menos yo :wink: -.

Y, cuando dábamos un paseo por el campo, a ‘saquear’ los madroños que encontrábamos por el camino. Otro manjar ‘barato’…

O las almendras, bellotas, castañas, y demás ‘viandas’ que nos ofrecía el campo, incluso las bases de los juncos - aquel trocito blanco comestible… -.

Ahora, nada de eso existe ya… aunque, en cuanto puedo, se lo explico a mi hijo, y le enseño qué, dónde y cómo.

Ayer mismo, en la playa, le explicaba que las ‘pechinas’ - o ‘coquinas’, según el lugar… -, nos las comíamos mi padre y yo, recién sacadas de la arena…

Saludos y… ¡buen carcamaleo!

8 Me gusta

Por aquí esos eran llamados flash. Tenían etiqueta y ponía ese nombre

Se vendían y consumían tanto congelados como sin congelar.

Al lado del.cole los tienisn sin congelar, no se si congelados era más caro.

Sabores de fresa, naranja, limón…
Todo ello de sabor a química horrible y que te dejaba la boca coloreada pero nos encantaba.

5 Me gusta

Por aquí el palo de regaliz no se veía.
Lo probé alguna vez pero cuando viajabamos a otros sitios.

Lo que si había era regaliz duro y blando (negro o rojo).

A mí el que me gustaba que era más difícil de encontrar era el duro, negro y duro como un palo, con sabor fuerte que perduraba y te dejaba la boca negra. Lo ibas chuosnfo y se deshacía poco a poco…
El sumum era comprar un sobre de pica pica e ir mojando y chupando el palito.
Una guarrada donde todo quedaba embadurnado, pero estaba buenísimo.

El regaliz duro de ahora nada que ver, más blando y marrón. Aún así más rico que el infumable rojo que venden que a saber de que mierda está hecho (residuos de harina de pescado y otras porquerías varias sin ningún sabor añque se parezca al original).

5 Me gusta

Pues, como dato curioso, explícale que las semillas de algarrobo pesan exactamente 0.20 gramos (por mor de la precision un poco menos, sobre los 190 mg) - son extraordinariamente consistentes y las variaciones de peso entre una y otra son casi inexistentes.

Y por eso se emplearon en todo el Mediterráneo como unidad de medida para sustancias muy valiosas (especias, piedras preciosas), al ser un peso estándar que podía encontrarse en todo el mundo antiguo.

En griego, el algarrobo se llama Keration (tanto el árbol, como la vaina, como la semilla) que ha evolucionado en karat y, en español, quilate.

O sea, que un diamante de tres quilates pesa lo mismo que tres semillas de algarrobo.

18 Me gusta

Sí, eso también lo teníamos, pero era más caro que el palo. Así que manjar de domingos, cuando te daban la paga.

@Monsignore , datos muy curiosos.

@Manel , aquí en el sur, también le dábamos a las algarrobas. Y a las moras, cuidando de no mancharte, porque tenías zapatilla asegurada :joy:

4 Me gusta

Aquí el de palo no llegaba, se ve que era producto local en los sitios en donde se daba el arbusto.

La algarroba también la probé, dulzona era si, recordaba un poco al regaliz.

Pero ya de adolescente en algún viaje de vacaciones al sur.

2 Me gusta

En 1973, el joven Evaristo Burgueño Martín inventó los Flax en su pueblo natal, Talarrubias, en Badajoz. Con solo 23 años, creó el icónico BURMAR FLAX

Es es la marca que yo recuerdo.

8 Me gusta