Vuelvo a este hilo porque POR FIN he podido disfrutar de este jabón con conocimiento de causa.
Cito este mensaje porque ha sido para mí la clave, el que me ha hecho entender en qué estaba fallando, una vez atendidas las orientaciones que dan todos los compañeros de dejar a remojo, espumar, etc.
La clave es la poquísima agua que admite. Hay que controlarla muy bien. Literalmente son sólo unas gotas, entorno a diez, repartidas entre momentos de batida de brocha (si se espuma en bol).
Y por otro lado, saber qué espuma esperar. En mi caso, a diferencia de otros jabones, es modo “cemento”, compacta, y poco voluminosa. No hay que batir ni echar más gotas de agua. Quizá cuando me vaya habiendo más, pueda lograr que sea como brillante, pero no hay buscarlo, porque entonces nos estaríamos pasando de agua.
Aunque parezca poca espuma (en otro jabón cualquiera sería como esa primera espuma que se pone en los cantos), luego da bastante de sí. En mi caso, le he llegado a aplicar una o dos (no más) gotas y un pequeño batido de brocha entre pases. Para mí sorpresa, me ha dado hasta para tener de confort, aunque no lo parecía.
Por si a alguien le sirviera en un futuro, lo cuento un poco en el post del afeitado del día de hoy:
Mi reconciliación con el Portus Cale
Confío a partir de ahora en poder disfrutar como se merece de este jabón. Gracias a todos los que habéis ido dando consejos y orientaciones.