Así a lo tonto, llevamos ya cuatro meses en este mundillo del afeitado clásico y, con mi idea de compartir mis experiencias con quienes empiezan, sigo con esta telenovela afeiteril .
Lo primero que me viene a la cabeza es la frase “fue un chollo, cariño, no podía dejarlo pasar”. A continuación viene una cara de cordero degollado , ojitos con ilusión infantil
y, si procede, besos, abrazos y exaltación del amor en pareja
Lo segundo sería cierta soledad e incomprensión con esta afición, al menos en mi caso. Así, a bote pronto y por resumir:
- La mujer ya sabe que se casó con alguien diferente. Un tipo que encuentra belleza en tonterías como las plumas estilográficas, replicas a escala de aviones de la Segunda Guerra Mundial, guitarras, puros… En fin, lo del afeitado clásico y sus cacharros simplemente es un paso más.
- Los suegros se reafirman en su idea de “es buen chaval… pese a todo”.
- Los amigos te miran con cariño cuando les hablas de tu nuevo hobby y te dicen que, quizás, lo prueben un año de estos.
- Tu hermano te responde que usar la depilación láser en la cara para perfilar la barba es el mejor invento del mundo y que tú deberías hacer lo mismo.
Menos mal que están las madres para apoyarnos incondicionalmente y asentir cuando les hablas de las bondades del afeitado clásico. Claro que la mía debe hacerlo porque vivimos a 2.000 kms de distancia y la “morriña” tira mucho.
Así que avisado quedas, compañero. La gente entenderá que te gusten los coches, las motos, los ordenadores, la fotografía, los relojes, el vino e, incluso, cocinar pero, no, no hay piedad con el afeitado clásico.
En fin,… ¡ellos se lo pierden!!!
En mi humilde opinión, a partir de los cuatro meses ya has pasado el punto de no retorno: eres un viciao de jabones, maquinillas, brochas, bálsamos y lo que cuadre.
Como toda adicción, pronto te surgen nuevos síntomas y efectos secundarios que he intentado resumir en este decálogo:
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Eres un ser racional y muy cabal, que no se diga lo contrario.
No buscas el afeitado perfecto (eso es para quienes no hayan entendido el mensaje) pero nadie te ha dicho que no puedas encontrar la maquinilla, el jabón o la brocha perfectos
Síntoma: distorsión de la realidad. Ves casi normal comprarte una maquinilla, un jabón y/o una brocha cada mes.
Efecto secundario: a ver cómo le explico esto a mi santa esposa. -
Ves la espada laser de Darth Vader como un objeto válido para el afeitado.
Sale una maquinilla nuevae inmediatamente tienes dos pensamientos. El primero: si no se dispara de precio, me la pillo. El segundo: ¿por qué coño tienen que venir de América con lo que tardan en llegar?
Síntoma: dolor, mucho dolor. No hay nada como una receta compuesta de tasas a la importación y un toque de IVA para que salga el orco que todos llevamos dentro.
Efecto secundario: Empiezas a guardar rencor contra Correos, el Royal Mail y, especialmente, con todo aquel relacionado con las aduanas.
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Los jabones, nuestra droja.
Comprar, vender, intercambiar, pedirle al amigo que se va de viaje que nos traiga “algo”, guardar en una esquina a ver si nadie lo ve … En fin, al menos hay que reconocer que, en su mayoría, huelen bien.
Por si fuera poco, te inducen a combinarlos con otras drojas como los after, las colonias o lo que se ponga por delante.
Síntomas: Síndrome del Golum, parece que nunca tienes suficientes mientras te repites el mantra: “mi tesoro, mi tesoro… “
Efecto secundario: Antes tenías espacio de sobra con una esquinita del baño, ahora pones ojillos a los armarios cuando te toca ir al IKEA.
(Espero que @victor no se moleste por hacer uso esta foto cogida de la genial compra conjunta que organizó – y en la que no participé por vivir en la Pérfida Albión) -
Arrepentidos los quiere Dios.
Tarde o temprano pasa. Compras algo con toda la ilusión del mundo y, ¡chof!, resulta que no era tan guay. A mí me paso con la Core.
Síntomas: Irritación e introversión. Te fastidia y encima no se lo puedes contar a tu mujer o a los amigos. Menos mal que tienes Internet y los foros.
Efecto secundario: Durante un tiempo no haces “click” con el ratón y te das cuentas de que sí, de que con el afeitado clásico ahorras. -
Desarrollo de los sentidos
Esa pituitaria que te ha dado la madre Naturaleza y que solo utilizabas para detectar el “olor a tigre” en verano, se usa ahora casi a diario.
Lees los ingredientes del jabón y expandes tu rango a olores tales como: flor indeterminada, trocitos de fruta, madera de la buena y, cómo no, el clásico “no tengo ni puta idea de lo que es, pero huele bien”.
Síntomas: Mejora de la comunicación en pareja. Ahora puedes hablar sin fingir interés cuando tu mujer te pregunta sobre el perfume que lleva.
Efecto secundario: Arrinconas el jabón de ducha de dos litros comprado de oferta y empiezas a usar un jabón duro de triple prensado que no estaba de oferta pero, oye, menudo olor a vainilla que tiene.
Bonus track: Le has explicado a tu mujer lo que es el triple prensado y lo mucho que se puede ahorrar con este tipo de jabones.
Nuestro amado líder muestra la correcta técnica olfativa comunista. -
Ríete tú de Indiana Jones
¿Buscar el Santo Grial? Eso no es nada, que hubiese probado a encontrar la combinación de maquinilla y cuchilla para tener un afeitado “culito de bebe” pero sin irritación, suave pero apurado, ah, y que no sea aburrido, que se oiga como va rasurando y que… bueno, ya sabéis de lo que hablo.
Síntomas: Otra cosa no, pero normalmente vas afeitado como un señor.
Efecto secundario: De vez en cuando, el éxtasis, que además suele venir asociado con el impulso de tocarte un montón de veces la cara mientras te felicitas a ti mismo.
Que conste que el chaval lo intentó. -
La respuesta es 42 (guiño a quienes hayan leído la Guía del autoestopista galáctico)
Te vuelves un ser más reflexivo e indagas en las profundidades del conocimiento humano. A modo de ejemplo:
• ¿Por qué los aceites de pre afeitado cuestan tanto como la tinta de impresora?
• Sebo o no sebo, ésa es la cuestión.
• ¿Cómo será tener un “mango largo”?
Síntomas: Relajación. Pasas un montón de tiempo leyendo en foros de afeitado y te sorprendes disfrutando de esos pequeños detalles que tanto abundan en esta afición.
Efecto secundario: Potencia el enableo. A veces se vive mejor sabiendo menos. -
En ocasiones veo muertos…
Más concretamente a mí mismo.
Como toda adicción que se precie, te empieza a gustar la droja dura. En este caso serían las navajas. Que bonitas son, menos mal que son tan caras y que no me atrevo a probarlas… Todavía.
Síntoma: la medicina todavía está buscando un término para definir ese deseo de querer pasarse un cuchillo por la cara…
Efecto secundario: Ninguno… A no ser que al final, te compres una.
Un imprescindible del afeitado: el full de Bruce Willis. -
Aprecias las pequeñas cosas de la vida.
Antes, cuando se acababa la espuma de afeitar o el after shave, tenías que acordarte de comprarlo cuando ibas al supermercado y, casi siempre, mirabas las ofertas.
Ahora se acaba lo que sea y casi organizas una fiesta.
Haces una foto para el recuerdo, la compartes en Internet y, lo mejor de todo, generas espacio en el armario mientras te justificas a ti mismo por haber comprado 3 productos similares a modo de recambio.
Yo estoy a puntito de acabar el pre de Proraso
¿Pensabas que los de Timeless Scallop eran originales? -
¡Goooool de Señor! (hasta Iniesta, el más famoso de la selección).
Esa compra perfecta, esa satisfacción de haber encontrado algo diferente y que mejora tus afeitados… Sí, señores, qué placer es acertar.
En mi caso ha sucedido con la llegada de la Rockwell 6C.
La encargué en la web de Indiegogo y me pasaron un par de cosas que hicieron que entrase con mala pata. Me pidieron $20 a posteriori para los pagos de aduanas y, después, empezaron a comercializarla más barata en páginas web europeas. Además, unos días antes, había tenido una decepción con la Oneblade Core así que seguí afeitándome con la EJ89.
Pero fue quedarme de vacaciones, probar la Rockwell y, bufff, todavía no la he soltado. Al menos en mi careto funciona de cine. Se entiende que tenga tantas críticas positivas, que se haya vendido tanto y que casi nadie la venda.
Siempre sale Maceda en este gol
Pues nada, ya seguiremos con otro capítulo en unas semanitas.
Como siempre, he intentado escribirlo de forma amena y con muchos chascarrillos. Por favor que nadie se sienta ofendido.
Y para acabar, gracias por seguir compartiendo vuestras experiencias y ayudar a que Señor siga marcando goles en muchas porterías .
Y ya puestos, ¿alguien sabe el nombre de este jabón? Mira que he comprado algunos muy buenos pero este tipo de afeitados no me salen
Lo peor de todo es que seguro que habrás intentado, al igual que yo, adivinar qué brocha está usando la chavala…