Queridos hermanos y compañeros todos,
Hoy ha sido el día en el que al fin se ha reparado una gran injusticia hogareña.
No lo negaré, ha sido una batalla ardua, llena de sinsabores. Clamé contra ella largo tiempo, en vano. Fueron muchas las veces en las que consideré rendirme.
Así que, aprovechando que el enemigo se ausentó del frente hace varios días, decidí alzarme y conquistar el terreno que siempre me fue negado en el baño.
Naturalmente, tuve que pedir permiso al adversario imperialista, ya que a mis años ya sé que los alzamientos solo les suelen salir bien a los que gastan cuello blanco, y el mío no goza de ese estatus.
Firmado el pacto, cuando los observadores internacionales entraron en el lugar, observaron una terrible estampa. Según testimonios de los sometidos lugareños, esto era el pan de cada día:
![](https://i.imgur.com/tlOL9MD.jpg)
Dantesco, que diría mi tocayo Piqueras.
Bajo semejante sindiós convivían bellas especies protegidas como la Tatara Masamune o la Blackland Vector. Encontrar una cuchilla antojábase titánica tarea.
Había que poner fin a tamaña tragedia.
Dicho y hecho, valor y arrojo.
Yo el Pronto, y yo también, el paño.
Obviamente, dadas las costumbres acumulativas autóctonas respecto del afeitado, la victoria es pírrica, no cabe ni un tercio del stock total, pero coño, ahora no tengo que remover Roma con Santiago para encontrar algo, ni mentar el santoral en orden alfabético mientras tanto.
Hay armonía.
Quién sabe, igual algún día… unas baldas, un armario… Se puede soñar.
Una victoria es una victoria, hermanos afeitaders. Ni retirada, ni rendición.
![](https://i.imgur.com/yVYmGlL.jpg)