Este fin de semana le he estado dedicando un rato a los jabones. En concreto uno de los del tratado de jabonería que tan amablemente compartió @roninzz, pero con alguna modificación.
La receta que he seleccionado es la de sebo de vaca, manteca de cerdo y coco. Aquí es donde he introducido mis variaciones añadiendo un toque de ricino sustituyendo parte del coco, en vez de coco mi manteca favorita equivalente. También le he agregado un sobre engrase que me gusta mucho que es muy simple y me funciona muy bien: borago, rosa mosqueta, almendras, karité, kokum, vitamina E y glicerina.
Pero antes de ponerse manos a la obra, había que procesar la grasa del cerdo de estas navidades que nos repartimos con los vecinos siguiendo el enlace que compartió @Joserra63 de mendrulandia. Una buena parte del trabajo para este jabón se lo ha llevado procesar la grasa en manteca de cerdo refinada.
Y aquí los resultados:
Una manteca suave, sin olor y muy limpia. Algo que se ve claramente con la ausencia de cualquier espuma cuando se le echa la sosa las mezcla de mantecas y aceites derretidos al preparar el jabón.
Lo único que me ha sorprendido es la cantidad de tiempo que ha tardado en trazar, casi 2 horas removiendo al baño maría.
Como no podía ser menos, no he podido resistir la tentación de espumarlo y ver la espuma que hacía. Este jabón espuma que da gloria, con algo más de 1g monta una espuma abundante.
Es una espuma un poco más hueca que la del jabón vegetal que preparé con solo aceites y mantecas. No es tan persistente y densa, pero si pringosa. Un jabón que opino que va a quedar muy digno para afeitarse. Sobre todo viendo el rendimiento que tiene.
Trabajando la espuma un poco se consigue eliminan buena parte del aire que había. Cuando ya esta casi lista se nota como hay cierta resistencia.
Aquí están en ese punto que la suelo dejar para terminar de espumar en cara.
Mañana mediré el pH para ver que tal ha quedado todo y en función de lo que salga tal vez la use para el afeitado del día. Luego a reposar entre 3 y 4 semanas.