A nosotros nunca nos ha meado en el piso, solo en su arenero y ahora ni eso, como iba a los maceteros de las plantas, acabamos comprando un barreño que llenamos de tierra y va siempre ahí, pero se acostumbra muy rápido al arenero y sin tener que enseñárselo.
A partir del año, más o menos, empieza a marcar en casa, a no ser que lo castres, que es lo que hicimos nosotros, y nunca nos ha marcado.
Como no hay ratones en el piso el nuestro se dedica a cazar moscas y es una pasada como las caza al vuelo. Después se entretiene con cualquier cosa, le damos una goma elástica, como las que utilizaba Pablo Escobar para los fajos de billetes, y se echa un buen rato con ella.
Y las uñas se las puedes cortar tu en casa, no es difícil.
Dos personas muy cercanas, me han contado cosas que, la verdad, me han quitado las ganas de tener uno, si es que algún día se me pasó por la cabeza, cosa que ya te digo que no ha sucedido.
Los sustos que te da un gato, no te los da un perro.
Moscas, arañas, cucarachas, y hasta las pelusas de polvo si son perceptibles , y si te quieres reir un rato viendo como coge posiciones para cazar solo tienes que usar los reflejos del reloj.