Sexto afeitado con la Maurice. Con el cuchillo entre los dientes.
Atelier Durdan Brass 1,2
Este afeitado decidí volver a utilizar el cabezal de latón con gap de 1,2 mm. La primera vez que lo utilicé no noté demasiada diferencia con el cabezal de acero de 1,0. Este último se convertió en mi cabezal referencia. Para mí combina lo mejor de los tres cabezales.
Para ver como actúa el gap de 1,2 mm con una cuchilla bien afilada, cogí una Feather pristina y la carqué a la maquinilla. Las Feather siempre llaman la atención.
Con su pluma, su denominación de “trade mark” y su acero Hi-Stainless. No es acero normal, nooo, es la variante Hi-Stainless. Y claro, hecho en Japon donde algo entienden de forjar acero…
Pues esta es la cuchilla que le metí a la Maurice Brass 1,2. En el primer pase tuve que mirar la maquinilla para ver si me había olvidado de cargar la cuchilla. Una suavidad increible. Otra mejilla, igual. Este cabezal ofrece una suavidad sobresaliente. En el caso de la 1,0 con cualquier cuchilla como quedó demostrado en el afeitado con la Derby pero en el caso de la 1,2 también si le pones una cuchilla de las buenas.
Entre pases le pasé la mano mojada a la cara y ya la tenía bien pulida. Mejor que después del primer pase con la Derby claro. Segundo espumado, algo más ligero y al lio. Pase lateral donde apliqué algo de presión para ver si podía terminar en dos pases con este gap y esta cuchilla. El 90% de mi cara quedó a espejo. Pero yo tengo dos áreas donde tengo que prestar algo más de atención a la hora de afeitarme. Son la parte debajo de la oreja donde la mandíbula hace su curva y a la izquierda y derecha de la nuéz. Ahí los pelos hacen lo que quieren y crecen justo en contra de la dirección más fácil de afeitar. Para afeitar esas áreas bien tengo que tener un cabezal reducido o tengo que poder aplicar algo de presión para llegar. Con la 1,2 sigo teniendo algo de reserva a la hora de aplicar la presión que necesito ahí. Pero estaba ahí la 1,0 calentando en banda y hice la sustitución. En un santiamén pase por esas dos áreas con la 1,0 y las dejé a 0.
Después un buen chute de loción Bonté del Dia que ahora pude dosificar de maravilla (gracias @JJMarwan!) y finalizar con el bálsamo Bonté. Un afeitado muy placentero. La 1,2 es suave y eficiente pero un pelo demasiado para poder olvidarme de lo que tengo en mano. Tengo que prestar algo de atención. La 1,0 es mas intuitiva e indulgente, no menos eficiente. Cada día me gusta más.
Tengo muchas maquinillas en mi colección y hay muchas que son eficientes. Tengo algunas que son muy suaves pero no son eficientes y tengo algunas que afeitan pero te hacen notar que te están afeitando. Son todas herramientas competentes en su área individual.
Y después existe ese grupo de maquinillas que no son solamente herramientas. Son artilujios, artefactos de tiempos donde la calidad estaba por delante de todo. Tiempos donde se intentaba dar lo mejor en un producto aunque eso quizás quería decir que ese cliente no volvería a comprar otro producto hasta dentro de 30 años porque el primero le duraba mucho. Esa manera de hacer las cosas que tenía el abuelo de Augustin también y le inculcó a él. Y aqui tenemos el resultado. Un artefacto de otros tiempos. Un artefacto de calidad. Un resultado de hacer las cosas bien por el hecho de hacer las cosas bien. Estos 200 euros podrían bien ser los últimos 200 euros que gastas jamás en una maquinilla de afeitado porque te lo da todo. Esto no es un producto porque no es algo que te va a generar unos ingresos sostenibles. Esto es un homenaje a muchas cosas.
La Maurice es una maquinilla que hace las cosas bien. No para ganancia pero simplemente porque su creador no cree en hacer las cosas mediocres. Augustin dice que esta maquinilla se la dedica a su abuelo y, aunque no conozca a su abuelo de nada, si se parece un poco a mis antepasados estoy seguro que no podría estar más orgulloso del trabajo de su nieto. Chapeau!