Más que dar un protocolo, daria consejos.
1°. Procurar usar muy poca variedad de jabones o cremas, para descartar la diferencia en cuanto a protección de uno a otro y que esa variable no nos despiste.
2°. Hacer una selección de las cuchillas más valoradas por los foreros. Así no perdemos tiempo con las potencialmente mediocres. Hay que disfrutar del afeitado; bastante sufrimos cuando no lo hacíamos.
3°. Pedir lotes diferentes. No todos los fabricantes producen cuchillas homogéneas en el tiempo.
4°. Por el cual indiqué lo de acotar la cantidad de cada marca. Cuantas más uséis de una marca, más certeza habrá en el análisis. Es simple estadística.
5°. El que a otros les vaya bien una marca de cuchillas, no quiere decir que a vosotros también. No todos tenemos la misma dureza y densidad de barba o características de la piel. Aunque por lo general hay cierto consenso.
6°. Procurar usar la misma maquinilla. En barbas duras es importante que la cuchilla quede bien sujeta, que no vibre y afecte al resultado final. De usar otras maquinillas, observar la mayor o menor exposición del filo. Es importante que le tengáis pillado el ángulo correcto, para descartar imprecisiones de vuestra muñeca hacia la piel de la cara.
Una vez nos afeitemos hay ciertas cualidades a sopesar.
Aspereza y suavidad. Si sois de piel sensible, esta característica se hace más evidente.
Permisibilidad. Hay cuchillas que siendo igual de eficaces en el resultado final, no perdonan el más mínimo error (p.e. tienen fama de poco o nada permisivas las japonesas Feather o Kai).
Resistencia del filo. Hay cuchillas que pierden el filo progresivamente y otras de forma más o menos abrupta. Hay que pasar la mano al final y observar el uso en los primeros pases y afeitados, repecto a los posteriores, para comparar y si responde bien al estrés al que se somete al filo. No es lo mismo afeitarse rápido con pases largos, que despacio y con pases cortos. En esto les doy un extra de exigencia y suelo elegir lo primero.
Duración del filo. Los afeitados que os dé óptimos, hasta que lleguemos a un afeitado que se considere desagradable (primeros tirones, falta de corte…).
Resistencia al mellado. Solo me ha pasado en el 30% de las Gillette SharpEdge que he usado y por tener la barba dura. Se nota durante el afeitado, ya que da la sensación de arañazo. Una vez desmontada, podéis ver las mellas en el filo a simple vista o con una lupa.
Precio por afeitado. Precio de la cuchilla, dividido por el número de afeitados aprobados.
Presentación. Envases y envoltorio de la cuchilla.
Material de la cuchilla y recubrimiento. Lo suelo pasar por alto, a excepción de las que carecen de recubrimiento y se oxidan rápido. Con los puntos anteriores veo si me van bien o mal, sin llegar siquiera a un análisis somero. Por lo general las que tienen denominación “Platinum” me van algo peor, a excepción de las Treet Platinum. De las de teflón, he visto de todo.
Procurar no influenciaros por otras revisiones, para así no bajar o subir expectativas. Si no recordáis que cuchilla está montada, mejor.