Esta revisión trata sobre la Gillette Slim Adjustable
Introducción
Primero quiero mostrar mi gratitud a mi tocayo, @jmaria, por dejarme esta maquinilla para la revisión del viernes. Es un absoluto placer tratar con él y es un honor recibir una de sus joyas para poder utilizarla, analizarla y mostrarla a todos los otros compañeros del Foro. Muchas gracias!
Llegamos a la conclusión de nuestra trilogía sobre las maquinillas Gillette ajustables vintage. En esta tercera parte miraremos con más detalle la Gillette Slim Adjustable. Esta maquinilla fue la segunda a salir cronológicamente hablando de las tres que hemos visto.
Las otras dos maquinillas, la SA-109 y la 195 me sorprendieron muy gratamente. El diseño de maquinilla de mariposa siempre me pone en alerta pero en estos dos casos Gillette supo maximizar las ventajas del cabezal de mariposa mientras que las desventajas no molestaban al usarla. Esto es un logro por parte de la compañía estadounidense.
Con un poco de pena empiezo con la revisión de esta última maquinilla de esta trilogía. Parece como el último capítulo de una trilogía de películas cuando sabes que la historia va terminar y no habrá más tramas de las que disfrutar. Al mismo momento tengo muchas ganas de documentar todo lo que observo porque será posible volver a repasar en un futuro. Como las buenas películas y trilogías que por muchas veces que las miremos, nunca aburren. Creo que acabo de autoimponerme un listón muy alto para la revisión. Vamos con la Slim.
Construcción
La Slim copia mucho de la construcción de la Gillette 195. El material utilizado es latón con un recubrimiento niquelado mediante electro chapado. Este recubrimiento le da un aspecto brillante, duradero y relativamente resistente a corrosión y golpes. No tiene las mismas cualidades como un acero o titanio en cuanto a dureza y resistencia a corrosión pero ahí la tenemos…guapa como solo sabe ponerse ella. La realidad siempre nos pone en nuestro sitio. Creo que estas maquinillas han evidenciado que no hace falta usar materiales con unas cualidades estratosféricas para producir una maquinilla que resista las garras afiladas del tiempo.
La Gillette Slim es una maquinilla de una pieza con cabezal con apertura de mariposa y dial ajustable en 9 posiciones. Como con las otras maquinillas, podemos dividir esta también en 4 partes para poder analizarlas con más detalle. Las partes son el cabezal, el dial de ajuste, la parte central del mango y la rosca de apertura.
El sistema de apertura de las puertas de mariposa es muy similar al de la Super Adjustable 109 y de la SA-109. La Slim tiene una parte inferior en su mango que es ligeramente más gruesa que la parte central del mango, 11 mm y 10 mm respectivamente. Esta parte es la rosca de apertura. Al girar esta rosca abrimos o cerramos las puertas del cabezal.
Al girar esta parte inferior, la rosca de apertura hace subir (o bajar, según el sentido) el poste central que contiene la guía central. Al final de esta guía central encontramos dos piezas perpendiculares a la guía central donde encontramos los agujeros donde se enganchan las bisagras de las puertas y que forman los laterales cortos del cabezal. Al abrir la maquinilla, la guía central sube por empuje del poste central y con la guía central también suben los laterales llevando consigo las puertas.
Es importante destacar que el cabezal de la Slim es más compacto que el cabezal de la Gillette 195. No hay mucha diferencia por encima de la linea de corte porque eso modificaría la geometría considerablemente pero por debajo de la linea de corte, vemos diferencias. La parte inferior de la guía central es más plana y el ancho de la guía es menor. Esto también tiene un efecto sobre las bisagras que también son algo más redondeadas.
La parte inferior del soporte de las puertas tiene una parte alargada y curvada que, al llegar al peine, queda “enganchado” y hace bascular las puertas. Al cerrar, la guía central baja, llevando consigo las puertas y sus bisagras. Cuando la parte exterior del soporte de la puerta llega a la parte superior del peine, basculan las puertas hacia su posición de cierre. Un sistema muy elegante y con un funcionamiento fluido.
El dial tiene 9 posiciones y tiene un muelle interno que marca los diferentes gaps con un “click” mecánico extremadamente satisfactorio. Los números impares están marcados con números, los pares están indicados con un punto. La barra de muelle interno sobresale por encima del dial y es negro para servir de indicador de posición.
Las nueve posiciones corresponden con estos nueve gaps:
1 – 0,381 mm (0.015”)
2 – 0,431 mm (0.017”)
3 – 0,558 mm (0.022”)
4 – 0,635 mm (0.025”)
5 – 0,685 mm (0.027”)
6 – 0,762 mm (0.030”)
7 – 0,863 mm (0.034”)
8 – 0,914 mm (0.036”)
9 – 0,990 mm (0.039”)
La Slim se encuentra, en eficiencia, entre la 195 (algo menos eficiente) y la SA-109 (algo más eficiente) pero aún así ofrece un amplio rango de posibilidades para encontrar un gap adecuado para muchas diferentes situaciones y necesidades.
El dial de la Slim tiene 15 barras que ofrecen agarre para accionarlo. Cada barra está compuesta por tres lineas verticales y dos lineas horizontales formando 12 cuadrados que forman un moleteado en cada barra. Esto es más que suficiente para poder manipular el dial en condiciones secas o mojadas.
Lo que hace el dial es lo mismo que los diales de sus hermanas. Al subir el dial de posiciones, el dial también sube hacia arriba de esta manera empujando la placa base hacia arriba y fijándola en una posición superior. La placa base tiene 4 plataformas, dos de cada lado, que se introducen en el interior del cabezal justo por detrás del peine.
Esto forma la plataforma de fijación de la cuchilla. La otra parte de la fijación es el interior de las puertas. Al cerrar las puertas, estas aprietan la cuchilla contra estas plataformas. Las plataformas también regulan la altura a la que cierran las puertas. Esto se nota en la rosca de cierre. Cuando colocamos el dial en posición 1 (plataformas fijadoras en posición más baja) podemos darle 1,5 vueltas a la rosca porque las puertas tienen más sitio para bajar. Con el dial en posición 9 (plataformas fijadoras en su posición más alta), esto se reduce a 1,25 vueltas.
La varilla de muelle indicadora se puede presionar para poder seguir desenroscando el dial. Yo no lo he hecho pero supongo que es parte del despiezamiento de la maquinilla.
El interior del cabezal contiene algo más de información. En la camilla interior, que tiene un rombo estampado en su forma pone “PAT. NOS. on PKG”. Esto hace referencia a los números de los patentes que utilizaban para la maquinilla. Se encontraban en el embalado, por eso “PATent NumberS on PacKaGe”.
En la parte inferior de la placa base también encontramos más información. Vemos el “Made in USA” y la marca y logo de Gillette. También vemos que los patentes están registrados en la oficina de patentes estadounidense y hay otro elemento interesante. La fecha de producción.
Gillette siempre ha utilizado unos códigos para indicar el periodo de fabricación de sus maquinillas. En esta maquinilla podemos encontrar el código J2. La letra se encuentra del lado izquierdo de la columna central y el numero a la derecha. En la lista de producción, la letra corresponde con un año. En este caso la J indica 1964. El 2 indica el segundo trimestre del año. Esta Gillette Slim Adjustable se produjo desde 1960 (F2) hasta finales de 1968 (N4). Tuvo un tiempo de producción mucho más largo que la Fatboy pero no tan largo como la SA-109 que se produjo la friolera de dos décadas.
Ya que estamos comparando maquinillas, la Gillette Slim Adjustable utiliza varios elementos de la Gillette 195 Fatboy. El primer elemento más obvio es que se trata de un diseño muy similar. Aparte de las diferencias de volumen del cabezal, el diseño es idéntico al de la 195 y se volvió a utilizar para la SA-109.
Otro elemento que es muy similar es el aspecto exterior. El material interno y externo es idéntico y las formas también coinciden. Hay matices en medidas. El mango de la Slim mide 80 mm dándole una longitud total a la maquinilla de 90 mm. El peso es de 71 gramos, también muy parecido al peso de la Fatboy. Las diferencias de grosor del mango y de la rosca también son mínimas.
La diferencia más visible es la longitud de los mangos y la diferencia en la forma del dial. El grosor del mango sería algo también visible pero menos obvio.
Desde 1961 (G3) hasta 1967 (M3) se produjo una versión de la Slim Adjustable que en vez de recibir un recubrimiento de níquel, iba recubierto con un chapado de oro de 22 quilates. El nombre de esta versión era Gillette Aristocrat Adjustable.
El nombre de Aristocrat se utilizó después también para la SA-109 Gold que se llamaba New Aristocrat en Japón.
Las otras Aristocrats que se fabricaron no eran ajustables. Gillette había utilizado el nombre “Aristocrat” por primera vez el 1 de agosto de 1914 y pidió una patente para el nombre el 13 de noviembre 1919. Recibió la documentación pero la patente caducó el 9 de febrero del 2002 y supongo que no veremos una multihojas llamada Aristocrat en el futuro cercano. Supongo que nombres como Mach3, Fusion, ProGlide y Labs afeitan mejor…
Algo interesante que nos deja ver como diferentes culturas tienen diferentes maneras de crear su propia perspectiva es el nombre de la Slim en el Reino Unido. Allí se nombró Gillette Adjustable Mk II. La Fatboy se consideraba el primer modelo (la Mark I) y esta Slim se consideraba como el segundo modelo (la Mark II). Esto también se veía en los nombres de los coches vendidos en el Reino Unido donde se utilizaba esta nomenclatura para indicar el modelo.
Un buen ejemplo es el Jaguar Mk2, uno de los coches más famosos de aquellos tiempos o el MG Midget Mk3, otro clásico.
El acabado de esta maquinilla es muy bueno, igual que en sus hermanas. Los bordes y las esquinas están todas bien redondeadas y acabadas para eliminar cualquier posibilidad de corte involuntario.
No se aumentó el ancho del cabezal como ya había dicho y por eso, los laterales no cubren la cuchilla completamente. Queda una parte al aire.
Sobre las tolerancias hemos hablado en las otras revisiones también. Para una maquinilla que no está hecha con maquinas súper precisas como las CNC de hoy en día y con tantas piezas pequeñas que interactúan una con otra, el funcionamiento es muy, muy bueno. Que después de 60 años de vida la maquinilla tenga un funcionamiento como lo tiene hoy en día, es un logro.
El peine es liso y tiene unas ranuras muy finas verticales que parecen ofrecer un poco más de textura. No me imagino que mejoren el deslizamiento sustancialmente pero la tapa está muy bien capacitada para ofrecer una superficie lisa y deslizar bien.
El mismo “gancho” de la guía central que utilizan las otras Gillette, también lo vemos en esta. Sigue siendo una idea muy buena teniendo en cuenta los dispensadores de cuchillas Gillette que se ofrecían en aquellos tiempos. Esto hacía de un sistema muy seguro en el cambio de cuchillas, un sistema infalible. Para cortarte cambiando una cuchilla tendrías que ser bien torpe. Y si lo fueras…que hacías después llevándote una maquinilla a la cara?
Puntuación: 16
Material: 4
Acabado: 4
Tolerancias: 4
Forma Cabezal/Peine: 4
Agarre
El agarre de la SA-109 era bastante bueno por el recubrimiento que tenía su mango y el agarre de la 195 no lo era tanto porque el mango era algo corto y el moleteado, aunque precioso, no ofrecía la textura para dar más confianza en el agarre. El agarre del mango de la Slim, se encuentra entre los otros dos mangos.
La 195 tiene un moleteado en forma de rombo. Estas formas son algo más aplanadas que las formas del moleteado de la Slim que son cuadrados. Estos cuadrados le dan más textura al moleteado y ofrece algo más de agarre que la 195, sin llegar al agarre que ofrece la SA-109.
La longitud del mango también se encuentra entre los dos otros mangos. Es algo menos grueso pero más largo que el mango de la 195. La longitud le ofrece más versatilidad a la hora de apoyar el pomo en diferentes posiciones de agarre.
Lo que comparte absolutamente con la Gillette 195 es la hermosura de su moleteado. Si se da el caso, incluso es más bonito aún. La 195 tiene la parte superior de la rosca que es lisa y eso interrumpe la cohesión entre rosca y mango un poco. En la Slim el moleteado corre de arriba hacia abajo sin interrupción alguna. Precioso.
También es un moleteado y diseño muy cómodo y confortable de utilizar. Para mejorar el agarre, utilizo el dial para encontrar más control por el grosor que tiene. La parte inferior del dial esta acabado en chaflán lo que lo hace muy confortable de agarrar. Es una de esas maquinillas que invitan a toquetearla aunque sea sin usarla.
Y aunque no es tan pesada, sí que transmite esa misma sensación de calidad que transmiten otras maquinillas cuando las tienes en mano. Será por la concentración de material y el acabado que sientes la calidad que te va ofrecer durante los pases del afeitado.
El mango, por ser un poco menos grueso que sus hermanas, ofrece mucho control sobre el ángulo de posicionamiento. Solo necesitamos girarlo un poco entre nuestros dedos para cambiar la posición del cabezal. Si utilizamos el dial, aún podemos controlar mejor.
La tapa tiene un ángulo relativamente bajo y el recubrimiento es perfecto para ofrecer un deslizamiento de primera. El peine cumple con su propósito de recoger espuma perfectamente.
Puntuación: 16
Seco/Mojado: 3
Confort: 5
Control: 4
Deslizamiento cabezal: 4
Manejo
El peso se vuelve a encontrar entre el peso de la 195 y el de la 109. Esto es un tema recurrente con esta maquinilla, casi todos sus elementos se encuentran entre una y otra maquinilla. Con 71 gramos no es un peso pesado pero, dentro de sus formas compactas, ofrece un aplomo perfecto.
Se puede calificar de ligera porque su equilibrio se encuentra exactamente en el punto donde te invita a colocar el pulgar y el índice para manejarla. Se nota que tiene un cabezal con bastante mecanismo pero esto nunca molesta durante el afeitado. Es más, como también he explicado en otras ocasiones, a veces un cabezal con más enfoque en el reparto de masas, ayuda a poder dejar deslizar la maquinilla.
Esto, claro está, solo funciona cuando uno utiliza la gravedad para dejar deslizar la maquinilla. Cuando se hace un pase en contra de la gravedad, este equilibrio no tiene ventajas. Esto es una de las razones por la cual me gustan las maquinillas ligeras. No necesariamente que tengan poco peso pero con el equilibrio hacia el mango o hacia el medio de la maquinilla. Estas maquinillas ofrecen la misma masa de cabezal cuando haces un pase a favor de la gravedad o un pase en contra de la gravedad.
En términos de seguridad en el cambio de la cuchilla estas maquinillas ganan por goleada. Se abren las compuertas con los dedos lejos de donde tiene que estar la cuchilla, se coloca la cuchilla y se vuelve a cerrar con los dedos lejos de la cuchilla. Sacar la cuchilla aún es más fácil y seguro. Se abren las puertas y al darle la vuelta a la maquinilla, la cuchilla se cae sola. Cerrar y listo. Un sistema infalible.
Todo lo contrario a lo que supone limpiar la maquinilla. No poder (o no querer) desmontar la maquinilla cada vez supone que haya sitios que no se pueden limpiar a gusto. Con un cepillo de dientes o con un paño fino se puede limpiar bastante pero no se llega a todas las esquinas, especialmente dentro del cabezal por debajo de la guía central. Es un punto flojo del diseño. Mi padre siempre decía que todos los huevos no caben en una cesta. Con este maquinilla tenía razón, no siempre se pueden tener todas las ventajas juntas en un diseño,
Pero no todo siempre tiene porque ser práctico. Hay un personaje que tiene una capacidad pasmosa de utilizar maquinaria para llegar a su objetivo. Y, como todos conocemos su historia, sabemos que este no anda con tonterías. Si utiliza algo es porque tiene uso real, muchas veces a vida o a muerte. Os dejo una imagen para reflejar lo que usa nuestro amigo James Bond. Supongo que no hay nada más que decir sobre el manejo de esta maquinilla.
Puntuación: 17
Equilibrio: 4
Peso: 5
Seguridad/Modelo: 5
Limpieza: 3
Afeitado
Y de nuevo me encuentro en un campo intermedio entre una y otra maquinilla. La SA-109 no perdonaba, especialmente en posiciones altas y la 195 quizás era un punto demasiado permisiva. La Slim se encuentra entre las dos.
Los gaps ya indicaban que podría ser un término medio entre una maquinilla y la otra pero lo confirmo también después de haberla utilizada en el afeitado. El rango de uso se adapta perfectamente a lo que mi situación pide y aguanta. La posición 1 para mí no es útil pero entre posición 4 y 8 tengo un rango súper útil donde siempre encuentro una geometría que me funciona bien en ese momento.
Esta maquinilla, igual que sus hermanas, engaña un poco. Por su deslizamiento bueno, la tapa amplia y cómoda, el peine poco intrusivo y la ligereza de su estructura, te invita a apretar el acelerador. Y las prisas, normalmente, nunca son buenas. Con la SA-109 eso resulta en irritación como mínimo. También con la 195 hay que ir a un ritmo adecuado y con esta más de lo mismo.
Gap 1
Gap 9
El gap mínimo y el gap máximo tienen una diferencia considerable. Al modificar la altura a la que la tapa para de bajar porque toca en los tetones internos, fijando la cuchilla, también modificamos ligeramente la exposición de la hoja. Al pasar una llema de un dedo por la cuchilla se nota cuando sobresale del plano de afeitado o no. Esto no tiene que ver con el gap porque la piel de mi dedo no se mete entre la cuchilla y el peine pero simplemente nos indica cuanto sobresale la cuchilla de esa linea imaginaria formada por el peine y la tapa.
Al tener tantas posiciones con las que jugar, la prueba Derby pasó casi desapercibida. Con la tapa cómoda para poder hacer riding the cap y con un buen deslizamiento, el ángulo de corte se puede reducir suficientemente para ayudar a la cuchilla a hacer su trabajo.
Cuando el vector de la fuerza del corte es transferido en línea con el filo, la cuchilla podrá funcionar mejor porque utiliza toda la fuerza para traspasar los pelos. Cuando el vector de la fuerza no está en linea con el filo, ya no utilizamos la linea de corte más eficiente porque el filo no encara los pelos con su punto fuerte, el filo. Encara los pelos con su filo pero en parte también con el bisel, creando resistencia. Por esto la técnica de riding the cap es tan interesante porque podemos ayudar a la cuchilla a hacer su trabajo más fácilmente.
Aún así diría que esta Slim Adjustable es la más permisiva de las tres tomando una media de todas las posiciones. Con esta puedo llegar a las posiciones más altas (8) y acabar un afeitado sin algún punto rojo y sin irritación.
Puntuación: 16
Apurado: 5
Control cabezal: 4
Cuchilla influye: 4
Indulgente: 4
Calidad/Precio
Tercera entrega de la Trilogía Gillette y de nuevo una maquinilla como la copa de un pino. Donde decía que la 195 tenía un aire más vintage y la SA-109 era más moderna, esta tiene elementos de las dos. Nuevamente se posiciona entre las dos y elige lo mejor de cada una para combinarlo en algo mejor.
El chapado de níquel de la 195 y de la Slim es precioso. La forma esbelta y alargada de la SA-109 es magnífica. Pues la Slim combina esas dos cosas.
El dial de la 195 era bueno pero el dial de la Slim es aún mejor. Mejor moleteado y parte inferior en chaflán. La SA-109 también tiene esa parte inferior algo achaflanada pero no tiene el moleteado firme de la Slim.
Para mí la Slim es la más bonita de las tres y usando los mejores detalles útiles en su diseño. Sabéis que a mi los detalles útiles que además son bonitos, me chiflan. Pues esta me chifla bastante.
La Slim se vendía a diferentes precios cuando salió. Al principio valía $1,50 pero algo más tarde se ajustó el precio a $1,79. El precio oficial de la Slim Aristocrat era de $5 por su chapado de oro. Si vemos los precios que se pagan hoy en día podemos decir que estas maquinillas han mantenido su valor perfectamente y lo seguirán manteniendo.
Y creo que ese valor es justificado porque estas maquinillas, además de la historia que atesoran, también ofrecen mucha recompensa a la hora del afeitado. Funcionan muy bien, son cómodas de utilizar y lucen. La única desventaja práctica que le veo yo es que no son fáciles de limpiar pero eso es realmente lo único.
Podría yo vivir con esta maquinilla? Tranquilamente y siempre bien afeitado. No tendría problema alguno. Disfrutaría de ella, y mucho.
Puntuación: 16
Estética: 5
Recompensa: 3
Valor en 25: 5
Única maquinilla: 3
Conclusión
Por si no quedó claro, esta maquinilla es como lo mejor de dos mundos. El mundo Vintage representado por la Gillette 195. Sólido, robusto, sin tonterías. Y el mundo Moderno representado por la SA-109. Novedosa, estilizada, sin compromisos. No planifiqué las revisiones de esta manera pero me siento como Marty McFly en “Back to the Future” viajando de un pasado cercano (SA-109) a un pasado mas lejano (195) para terminar en un punto intermedio (Slim) donde aún se notan los beneficios del pasado pero también se ven ya las influencias de ese futuro que se avecina.
Y al final creo que fue un orden de revisiones correcta. Primero la más moderna, la que más tiempo se produjo, la que más impacto tuvo. Como segunda la que lo empezó todo, la que era ya de un tiempo más antiguo mismo en el tiempo en la que salió, la más trabajada.
Y, en esta revisión, la que reúne los mejores elementos de las dos anteriores revisionadas como última en la cronología de las revisiones pero no la última en la historia. Un “timeshift” en toda regla para llegar al sitio adecuado. Para mí, esta Gillette Slim Adjustable es la mejor de las tres.
Cómo hago el resumen de este viaje por el tiempo? Pues primero agradeciendo de todo corazón a @welo, @avieso y a @jmaria que me hayan prestado sus maquinillas. Lo vuelvo a decir, sin la generosidad de estos caballeros, todo esto no hubiera sido posible. Y segundo, agradeceros a vosotros, mis compañeros del Foro de inspirarme para hacer estas revisiones. Las Vintage nunca me entusiasmaron mucho. No porque no lo merezcan pero más bien porque hoy en día, en este presente, tenemos muchas cosas bonitas para hacer revisiones.
Pero ahora, después de estas tres revisiones, me doy cuenta que eso es un error. No solamente por las maquinillas en sí, que merecen su sitio entre las de hoy en día pero también por todo lo que representan. Es una manera de vivir una experiencia moderna de un tiempo antiguo en el presente y darte cuenta que muy poco ha cambiado en lo esencial. Y eso es lo más bonito que he visto. Que por mucho que cambien las cosas, intentar hacerlo lo mejor posible, como hicieron los de Gillette en su momento con estas maquinillas, nunca pasa de moda.
Puntuación final: 82 puntos
