Buenos días Foreros!
Es viernes y toca revisión, como no. Pero con todas las fiestas y el hecho que mi hija está de visita esta semana, la revisión del viernes se aplaza al domingo.
Como “teaser” os descubro ya la maquinilla sobre la que va a tratar.
Muchos saludos!
Esta revisión trata sobre la King C. Gillette
Introducción
Gillette (la compañía) ha producido muchas cosas que nos han cambiado el mundo a todos los aficionados del afeitado clásico. La cuchilla de afeitar, tal y como la conocemos hoy en día, salió de su chistera. También la maquinilla que existe hoy en día es fruto de todas las innovaciones que introdujo este gigante del afeitado. Ha impulsado la maquinilla clásica a niveles nunca vistos.
Pero vamos a ser claros. Porqué lo hizo? No lo hizo para mejorar la vida de todos los que se afeitaban. Lo hizo para ganar dinero, algo que, en un empresario, me parece un objetivo totalmente razonable. Y cuando vio que podía ganar aún más dinero con maquinillas desechables y cartuchos, cambió su modelo y se olvidó de las maquinillas clásicas de afeitar.
Gillette nos ofreció una larga lista de maquinillas y cartuchos desechables. Cada una con más innovaciones técnicas que deberían de hacer el afeitado más placentero para el usuario. A un precio más alto claro. Inflar los precios sin realmente ofrecer un producto que cubra las necesidades de los usuarios, tiene un límite. Y allí por los años 2010 resurgió el afeitado clásico.
Gillette tardó hasta 2020 en lanzar su linea King C. Gillette de la que esta maquinilla forma parte. Durante el resto de la revisión la nombraremos simplemente KCG porque Gillette no se complicó la vida para inventar un nombre nuevo. Simplemente es la maquinilla de esta línea que intenta reconectar con todos esos usuarios que renegaron de gastar dinero en productos desechables para volver a los orígenes. Es esta maquinilla una vuelta a la base del afeitado o un producto de un departamento de marketing? Lo analizaremos.
Construcción
La KCG es una maquinilla DE de tres piezas, hecha de latón (mango) y aleación de zinc (cabezal) completamente cromada. Tiene un diseño clásico pero moderno al estilo de la Mühle R89 y muchas otras maquinillas que se basan en esas características.
Es lógico que nombremos a la Mühle R89 en este sentido. También podríamos incluir a la Merkur 34c en este momento de la historia aunque la comparación técnica sería menos comparable. La Mühle R89 es el símbolo del renacimiento del afeitado clásico. En algún momento de esta historia, la Mühle era la maquinilla que era la recomendada por todos los expertos en esta materia como maquinilla de afeitar, especialmente para novatos.
Y claro, al tener un aparato de marketing bien engrasado, ofrecer una maquinilla bonita, relativamente segura y a un precio donde el ahorro con respeto a los cartuchos desechables era más que evidente (por eso andamos en esto todos, por el ahorro), la maquinilla triunfó como agua fresca en el desierto.
A Gillette esto no se le escapó. Yo siempre digo que la motivación se comprende cuando analizas el comportamiento. O sea, nadie hace algo para quedar peor. Y si Gillette lanzó una maquinilla clásica tuvo que ser porque las cuentas lo avalaban. Decidieron entrar en ese mismo mercado que tuvieron arrinconados hace muchos años con sus propios modelos.
No lo hicieron con algo rompedor. Lo hicieron con algo muy conservador. Una copia casi exacta de la maquinilla que triunfó tanto, la Mühle R89. Si miramos la parte superior de la tapa vemos el logotipo de la linea King C. Gillette.
El interior de la tapa es también muy conservadora. Dos partes de fijación en los laterales y una franja central para albergar la rosca central y las dos guías. Además vemos el número del molde que se utilizó para fabricar la pieza. En caso de que hubieran fallos de producción, se podría identificar el molde para solucionar el problema.
Este sistema puede parecer una buena medida de control de calidad pero también lo podríamos ver diferentemente. La tapa de la Mühle R89 no contiene una marca de molde. Eso qué quiere decir? Que a Mühle no le interesa la calidad? Creo que es todo lo contrario. Sin entrar en el funcionamiento de las maquinillas de Mühle, puedo decir que están muy bien terminadas. El cromado siempre es muy bueno y nunca le he encontrado fallos de fabricación (yo tengo 3 R89…). Aparentemente el procedimiento de fabricación lo tienen controlado, incluso sin marca de molde.
Esto quiere decir que Gillette utiliza un procedimiento donde aparentemente, para garantizar una cierta calidad, necesita usar las marcas de molde. Quizás usan moldes con menos durabilidad o una aleación que contiene más impurezas que se incrustan en el molde. Control de calidad es muy importante para estas marcas mundiales y las dos lo solucionan de una manera distinta. Me parece digno de mencionar.
La parte interior de la placa base tampoco nos muestra algo que no hayamos visto antes. Un cuerpo central con dos raíles de fijación flanqueado por dos peines con rebajes y un canal de enjuague completamente abierto de cada lado. Idéntico a la placa de la R89. O casi…pero eso lo comentaremos más tarde.
La parte inferior de la placa nos desvela los agujeros para la rosca central (con rebaje para el mango) y las guías flanqueado por el canal de enjuague del peine a ambos lados.
Si miramos la placa desde el perfil lateral vemos que la forma que tiene se parece más a las Merkur que a las Mühle. Supone una pequeña reducción de material en el cabezal con respeto al cabezal de la Mühle pero estamos hablando de 1,1 gramos y al final eso no resulta en un cabezal menos pesado que el de la Mühle. El cabezal de la KCG pesa 31,3 gr. El de la Mühle no llega a los 30 (29,6 gr.).
Material: Latón (mango), Aleación de Zinc (cabezal), Cromo.
Color: Cromado brillante
Longitud del mango: 97 mm
Diámetro del mango: 11 mm
Altura tapa: 3,4 mm
Longitud total de la maquinilla de afeitar: 104 mm
Peso total: 102,5 gr
Peso cabezal: 31,3 gr
Gap: 0,70 mm (aproximadamente)
Exposición: Neutral
El acabado de la KCG es correcto. Tiene un cromado bien hecho que sobrepasa ampliamente el nivel de las Merkur y se queda al nivel de las Mühle y aparte de alguna irregularidad mínima en algún agujero o alguna línea de molde en el interior del peine, no hay ninguna pieza que pueda molestar en la piel.
También las tolerancias son los que uno puede esperar de una maquinilla de estas características. El encaje de la tapa con la placa base es correcto y el mango funciona sin problemas aunque con la holgura que es normal en estas maquinillas.
La forma del cabezal y del peine sigue también la misma linea que la de la R89. El peine tiene una particularidad. Normalmente los rebajes en el peine son iguales de los dos lados pero en la placa base de la KCG no. Los dos lados son una imagen de espejo. Del lado izquierdo, los rebajes apuntan hacia abajo y del otro lado también. Eso quiere decir que cuando utilizamos un lado, los rebajes apuntarán hacia la izquierda y si le damos la vuelta al cabezal para utilizar el otro lado, apuntarán a la derecha. O vice versa claro. Es un detalle que veo muy poco en los cabezales. Los fabricantes normalmente prefieren ofrecer unas sensaciones muy similares de un lado y del otro de una maquinilla.
Para demostrar aún más el diseño idéntico que tienen estos cabezales os muestro cómo encajan las dos geometrías una en otra. Parecen dos piezas de un puzzle. Las únicas dos diferencias que he podido percibir es la forma inferior de la placa base y el interior de la tapa.
También tengo la sensación que la altura de los raíles de fijación se encuentran ligeramente más bajos en la KCG que en la Mühle. Esto puede ser una explicación de una sensación que tengo durante el afeitado pero no es algo que he podido verificar empíricamente.
El peine hace lo que debe. Estira ligeramente la piel con sus rebajes diagonales, deja pasar algo de lubricación hasta el filo y tiene un enjuague cómodo que funciona pero tampoco destaca.
Puntuación: 12
Material: 3
Acabado: 3
Tolerancias: 3
Forma Cabezal/Peine: 3
Agarre
Bueno, qué os diré sobre el mango de la KCG? Resumiendo…me parece horrible. Vamos por partes.
El agarre de un mango siempre queda condicionado por dos elementos básicos. La fricción creada por el material y la fricción creada por el dibujo o moleteado en ese mismo material. Estos dos elementos en la KCG están bastante mal resueltos.
Ya he dicho que el cromado de la KCG lo considero del nivel de las Mühle. Para los que me conozcan, sabéis que yo considero el cromado de las Mühle como uno de los mejores de la industria. Pero el cromado también tiene una desventaja. Al ser tan bueno, crea una capa que, con la más mínima lubricación, se convierte en una pista de hielo.
Esto ya lo notamos simplemente con la grasa de nuestros dedos. El mango es una delicia como juguete de relajamiento en nuestra mano pero no como herramienta fácilmente controlable. Cuando mojamos el mango o tiene jabón, apaga y vámonos.
La parte inferior del mango es lisa y ahí este efecto se multiplica. La parte superior tiene un dibujo con lineas diagonales y aquí el cromado de lujo también influye negativamente. Las lineas diagonales imitan a una rosca de tornillo. Cuando los filetes del tornillo tienen suficiente altura, el diseño ofrece sitio para que nuestros dedos puedan generar fricción y el mango no se mueva. En el caso de la KCG, el cromado ha rellenado gran parte de los rebajes y lo que queda es simplemente un dibujo donde no podemos ni introducir una uña y generar suficiente fricción para no poderla mover.
Este mango se convierte en una rosca de tornillo que no genera fricción por su dibujo y tiene un material resbaladizo, de esa forma moviéndose entre nuestros dedos casi sin darnos cuenta. El pomo esférico se puede apoyar en el meñique pero al no tener ninguna parte angular, tampoco sirve para parar el movimiento giratorio que se genera al colocar el cabezal en la piel y hacer un pase.
Con algunos mangos, podemos colocar el punto de agarre justo por encima de la parte moleteada, en el cuello del mango que une el mango al cabezal. Ahí hay mangos con una arista o una parte que nos puede ofrecer algo más de agarre para poder colocar el cabezal (con su cuchilla) con confianza. En la KCG esa parte está cubierta con el mismo cromado cremoso que el resto de la maquinilla. Muy bonito pero resbaladizo como aceite de bebe templadito untado en una anguila viva. Agárrese quien pueda.
Esto resulta en una puntuación pésima para los tres primeros elementos de puntuación en este apartado. Tanto el agarre en seco y en mojado y el control sufren mucho. Y aunque el confort del mango usado como juguete de relajación es muy alto, también le doy una puntuación baja aquí porque a mí este mango, durante un afeitado, me causa mucha incomodidad. Y eso reduce el confort que pueda tener como objeto individual.
El deslizamiento del cabezal sí que es correcto. El mismo cromado figura en la parte superior de la tapa y ahí lo hace muy bien. Es como con todo, cada desventaja tiene su ventaja.
Simplemente cambiando el dibujo del moleteado a uno con diamantes o rombos, estoy seguro que el agarre mejoraría mucho.
Puntuación: 6
Seco/Mojado: 1
Confort: 1
Control: 1
Deslizamiento cabezal: 3
Manejo
El punto de equilibrio se encuentra a mitad de la parte con el moleteado diagonal. El punto de agarre natural se encuentra por encima y eso le da ligereza a la maquinilla. El peso de unos 100 gramos nos da la sensación de calidad y nos ayuda a hacer pases con fluidez. El consejo de dejar que la maquinilla haga los pases sin presión, es válido en este sentido.
El cambio de la cuchilla es como en cualquiera maquinilla de tres piezas. Hay que acercar los dedos al filo para poder hacer esta tarea. La cuchilla sobresale mínimamente de los laterales lo que nos da un agarre adicional al cambiarla pero sin molestar a la hora de (des)enroscar el mango.
La limpieza no es sencilla. El cromo muestra cualquier residuo de jabón y llegar a los espacios entre rosca central y guías siempre supone un reto. También en los rebajes del peine se suele amontonar jabón. Es verdad que no siempre se ve porque el jabon deja un residuo blanco/gris que en el cromo no destaca mucho pero sigue presente.
Puntuación: 11
Equilibrio: 3
Peso: 3
Modelo/Seguridad: 3
Limpieza: 2
Afeitado
Esta maquinilla no es de las más eficientes. La considero un pelo más eficiente que la Mühle R89 pero poco. Con este cabezal siempre tengo la sensación que el ángulo de corte es más abierto que en la R89. Lo noto cuando intento cortar por debajo de la nariz y cuando corto los pelos que salen del orificio de mi nariz. La cuchilla ahí no corta pero se queda enganchada. Tengo que levantar mucho más el mango para poder acceder a un ángulo de corte más reducido.
Esto resulta en una maquinilla con un resultado más bien modesto en lo que es su eficiencia, con un control que en algunos sitios es complicado pero con un carácter relativamente suave para la piel . No hace nada perfectamente pero tampoco lo hace nada mal. Un típico caso de un ni fú ni fá sin alguna connotación negativa (ni sobresaliente tampoco).
La Derby se lució en esta maquinilla. Este cabezal no ofrece muchas ayudas a ninguna cuchilla. Los agarrones en la fosa nasal se produjeron con una Perma-Sharp que es una cuchilla de calidad. Comprendéis que la fosa nasal u la parte justamente por debajo de la nariz quedaron sin afeitar con la Derby. Me gusta investigar pero no me gusta ser sadomasoquista. La Derby resultó ser una Derby y la maquinilla la dejo hacer de las suyas.
Puntuación: 12
Apurado: 3
Control cabezal: 3
Prueba Derby/cuchilla influye: 3
Indulgente: 3
Calidad/Precio
Es una copia de la omnipresente R89. Estéticamente es muy parecida y es un diseño que no molesta a nadie y tampoco te hace correr la sangre mucho más rápido. A mí no me hace tilín.
El mango condiciona mucho mis sensaciones con esta maquinilla. La he utilizado con otros mangos y con un agarre mejor, se comporta como una R89 cualquiera. Otra vez un case de ni fú ni fá. Hace su trabajo pero hay muchas opciones que lo van a hacer mucho mejor. Y sin gastar (mucho) más.
El valor en 25 años va ser nulo. Con toda la historia que tiene Gillette en este mundo y con todos los modelos que tienen en su carpeta de diseño van y sacan esto. Algo que ya existe en el mercado en una docena de variedades que siguen siendo iguales. Una maquinilla que no va a permanecer en el recuerdo como tantas otras Gillette sí que lo han hecho.
Única maquinilla? Ni de coña.
Puntuación: 5
Estética: 2
Recompensa: 1
Valor en 25: 1
Única maquinilla: 1
Conclusión
La historia de Gillette nos ha dado muchísimas maquinillas excepcionales. También nos ha demostrado cómo se puede ganar mucho dinero con los cartuchos desechables cambiando el modelo de empresa de ofrecer una herramienta muy competente a un precio muy razonable en cantidades grandes a un modelo donde la prioridad estaba en el precio elevado de los cartuchos y no en la mejora del afeitado para el usuario necesariamente.
Claro que hay ventajas en el uso de una maquinilla con un cartucho desechable. Y muchas. Pero en el mundo en el que nos movemos nosotros, el mundo del ahorro, las maquinillas con cabezales desechables siempre son un gasto inmensamente mayor al gaste que tendríamos comprando una cuchilla DE normal y corriente. Hasta las más caras salen baratas comparadas con los cartuchos.
Entonces, ante qué nos encontramos con esta KCG? Yo creo que la KCG más que nada es un ejercicio de marketing de Gillette. Una manera de subirse al tren del afeitado clásico moderno sin canibalizar nada de las ventas de las maquinillas con las que generan las ganancias que realmente hacen de esta compañía un gigante en la industria del afeitado. La KCG es la típica maquinilla que deja indiferente a cualquiera que tenga un poco de experiencia en este mundo pero que, a primera vista, puede cautivar a un novato por su aspecto. Tal y como ocurrió con las primeras maquinillas desechables que introdujo Gillette al mercado. La KCG no es mala pero de buena tiene poco.
Puntuación final: 46 puntos