Esta revisión trata sobre la Merkur 23C
Introducción
A veces, cuando hago una revisión, entro en un estado de dejá-vu. Esto me ocurre cuando una maquinilla me transmite sensaciones similares o incluso idénticas a las que ya he vivido con una maquinilla distinta. Con esta Merkur 23C me ha pasado exactamente eso. La razón es fácil de encontrar.
Si miramos en la página de Merkur y miramos su catálogo de maquinillas, vemos que Merkur hace lo mismo que hace Mühle. Ofrecen muchas maquinillas con nombres diferentes pero si miramos las especificaciones atentamente, vemos que no son tan diferentes.
Mühle solamente tiene 3 cabezales diferentes. Merkur tiene alguno más. Si contamos el cabezal para ajustar los contornos, tiene 6. Los cabezales de la Futur, la Progress, la tipo Tech y la Slant son más o menos exclusivos para esos modelos. La Futur tiene alguna variante con diferentes acabados, la Progress, mango corto y largo y la Slant también tiene dos mangos. La Tech se ofrece con tres mangos diferentes. Poca variedad ahí.
Pero después tenemos el cabezal del que vamos a hablar hoy. Esta maquinilla tiene como nombre 23C pero este cabezal también se utiliza en la 34C, 24C, 47C, 23B, 42C, 24G, 22C, 33C, 38C, 34G, 24C Ladies, 20C, 43C, 38B y 30C. Cada modelo tiene sus diferencias pero el cabezal siempre es el mismo. Esto qué quiere decir? Quiere decir que nos están intentando engañar o que el cabezal es muy bueno? Tan bueno que lo quieren utilizar en la mayoría de los modelos que tienen? Vamos a investigarlo.
Construcción
El que haya leído mi revisión de la Merkur 34C, se va a encontrar con un sentido de dejá-vu también porque Merkur recicla muchos de sus materiales, acabados y geometrías para aplicárselas a “diferentes” maquinillas.
Material: Latón y Cromo
Longitud total: 105 mm
Longitud mango: 98 mm
Peso total: 60 gr
Peso cabezal: 27 gr
Altura tapa 4,7 mm
Diámetro mango: 9,7 mm (Pomo: 11 mm)
Gap: 0,63 mm (medición propia)
Exposición: neutral
La Merkur 23C es una maquinilla de tres piezas hecha de diferentes materiales. El mango está hecho de latón y el cabezal está hecho de una aleación de zinc. Como acabado, la maquinilla lleva una capa de cromo que en algunos sitios es más gruesa que en otros.
En la parte superior de la tapa vemos que el cromado es muy uniforme y cubre por completo las formas de la pieza que se moldeó de aleación de zinc.
Si le damos la vuelta y miramos la parte interior, vemos que el recubrimiento de cromo es mucho más fino. Se aprecian las irregularidades de la superficie del interior. El número 4 nos indica qué molde se ha utilizado para fabricar la pieza. En el caso de fallos, se puede identificar el molde que hay que revisar.
También se ve donde termina el recubrimiento grueso de cromo. Justo sobrepasando los bordes. Se ha cromado donde más se necesita pero en el interior, donde no influye en términos útiles, se ha ahorrado cromo.
Las guías y la rosca central parecen unidas a posteriori. Esto se puede hacer mediante soldadura o colado. En este caso parecen ser coladas ya que la unión entre columna y tapa es muy nítida. No es una unión súper duradera pero tampoco tiene porque fallarnos si tratamos la maquinilla con cariño.
En la placa base vemos lo mismo que en la tapa. El cromado no es tan grueso como en la parte superior de la tapa pero es correcto para su uso. Los peines tienen la superficie mejor terminada. Esa superficie pasa por la piel y necesita ser cómoda. El resto de la parte interior tiene una capa fina de cromo. Se aprecia que para esta pieza se usó molde número 7.
En la parte inferior de la placa base volvemos a ver la superficie algo rugosa de la pieza de aleación por el escaso grosor del recubrimiento. También vemos los puntos donde el molde tiene sus entradas o salidas.
En esta clase de fabricación el objetivo principal no es ajustar tolerancias al máximo. Con este método el objetivo es poder producir una herramienta que funciona con seguridad y cumple con su tarea a un precio muy reducido. Nada más. Después se le puede añadir cromo, acabados dorados o mangos de otros materiales pero con estas piezas moldeadas de aleación de zinc siempre vamos a obtener unas tolerancias más amplias que con una producción mediante mecanizado CNC.
Esto lo vemos por ejemplo en el agujero para la rosca central. Para qué añadir material al diseño de ese agujero si la colocación y el encaje de la tapa y placa base se hace mediante las guías? Pues hacemos un agujero grande, ahorramos material y eliminamos problemas con pequeñas desviaciones en el colado de la rosca central. Una producción súper practica.
Merkur siempre incluye su marca y logo en sus maquinillas y es un bonito detalle pero el resto del acabado está más enfocado a la utilidad que a la estética. Es verdad que los acabados “industriales” también tienen sus fans pero en esta parte de la revisión siempre estoy hablando de los acabados que le otorgan un nivel superior a la herramienta. Es como un filete con patatas fritas. El plato que tenga el filete adornado con un pimiento de piquillo, luce mucho más. Esta maquinilla no viene con pimiento.
La forma del cabezal y del peine es una forma que tiene sus origen en los años 20 del siglo pasado. Es un diseño que se ha utilizado en numerosas maquinillas, no solamente en las Merkur pero en muchas otras. Es un cabezal que le va a funcionar a todo el mundo. Afeita, es indulgente y relativamente fácil de utilizar. Muchos dicen que es el cabezal perfecto para empezar con el afeitado clásico. Yo personalmente, no comparto esa opinión pero cumple con esos tres objetivos que nombré.
Puntuación: 11 puntos
Material/Construcción: 3
Acabado: 2
Tolerancias: 3
Forma cabezal/ peine: 3
Agarre
El mango tiene una textura muy parecida a la de su hermana 34C. Es un diseño industrial con pocas florituras pero que, como muchos de los elementos de esta maquinilla, cumple con lo que tiene que hacer sin sobresalir. Es un moleteado algo más pronunciado que el de mi 34C pero eso también pueden ser diferencias en la fabricación. En seco y en mojado cumple pero con el mango lleno de jabón el agarre disminuye. No es totalmente inexistente pero tampoco inspira mucha seguridad.
En lo que se refiere a confort, más de lo mismo. No molesta pero tampoco es una maquinilla que ofrece un tacto súper agradable. Las partes que tocan la piel tienen una capa de cromo suficientemente gruesa para que ningún borde o esquina moleste pero el tacto dactilar no disfruta de las virtudes de esa capa de cromo.
El control que podemos ejercer sobre la maquinilla queda condicionado por dos elementos claves. La longitud y el diámetro del mango. La longitud nos permite hacer más palanca y el diámetro nos permite cambiar el ángulo del cabezal con más facilidad. Es verdad que yo tengo una preferencia por los mangos largos porque me gusta poder aplicar más presión al afeitado si creo que es necesario y con este mango, puedo.
Una ventaja de una capa generosa de cromo es que desliza muy bien sobre la piel cuando la piel está bien lubricada. El recubrimiento de la parte superior de la tapa asegura un deslizamiento correcto siempre y cuando tengamos una capa de espuma.
Puntuación: 13 puntos
Seco/Mojado: 3
Confort: 3
Control: 4
Deslizamiento cabezal: 3
Manejo
Cuando miramos el equilibrio y el peso de la maquinilla sí que vemos diferencias con su hermana 34C. La 34C es mucho más corta pero pesa sobre unos 20 gramos más que la 23C. Ambas tienen el mango hueco. La 34C por diseño, ya que es una maquinilla de dos piezas y la rosca central de la tapa tiene que introducirse dentro del mango.
En el caso de la 23C, el mango es hueco para aligerar el peso. Si se hubiera usado un mango sólido, el peso podría haber llegado a los 100 gramos. En la 34C el peso transmite una sensación de solidez. En la 23C, el peso, o mejor dicho, la ausencia del mismo, transmite una sensación de ligereza.
Y lo describo de esta manera específica porque normalmente el reparto de masas nos indica si una maquinilla es ligera o no. Todo reparto entre 25-35% del reparto en el cabezal se puede calificar de ligera porque el equilibrio se encontrará muy cerca del punto de agarre o justo por encima. El reparto de masas de la 23C es de 45/55%. Nada cerca de esos 25-35%. Cómo es que transmite esa ligereza? La respuesta la encontramos en la longitud del mango.
El mango de esta 23C mide casi 10 cm. El mango de la versión 24C – Ladies mide 2 cm más aún. Un mango de 12 cm te va a dar un apalancamiento muy grande pero con 10 cm tampoco te va a faltar la posibilidad de aplicar presión cuando quieras. Pero el apalancamiento también actúa sobre el equilibrio.
Con el pomo colocado tan lejos del cabezal pero por un mango con relativamente poco peso (es hueco), el equilibrio o la ligereza en este caso, se ve afectada positivamente. La longitud del mango y el escaso peso del mismo nos ofrece este equilibrio singular. Es algo que raramente se ve y esta maquinilla es una excepción en ese elemento.
A mí siempre me gustaron las maquinillas con mangos largos y finos. La Yates 921 es un muy buen ejemplo de un mango largo y fino. Pero ese mango es un mango sólido y esa maquinilla (de acero 316) sobrepasa los 100 gramos. El peso cambia las sensaciones. Con la Merkur 23C, los diseñadores no se han excedido en ideas innovadoras en el cabezal. Este ya existía desde hace más de 100 años. Se han lucido con el mango y con las sensaciones que nos puede proporcionar una maquinilla hecha de esta manera.
Volviendo al tema del manejo vemos que la maquinilla ofrece las mismas ventajas y desventajas que cualquier otra maquinilla de tres piezas a la hora de tener que cambiar la cuchilla. La cuchilla sobresale un poco de los laterales. Esto la hace más fácil de agarrar pero molesta a la hora de enroscar o desenroscar. Como con cualquier maquinilla de tres piezas, hay que acercar los dedos a la cuchilla para cambiarla pero con las tolerancias más amplias, es relativamente fácil sacarla. Nunca se va a quedar pegada.
El peine es amplio y solamente tiene soportes en su principio y en su fin. Esto ayuda mucho en la limpieza porque podemos meterle un paño. La parte superior de la tapa es muy fácil de limpiar también aunque puede atraer huellas dactilares. Las otras partes de la maquinilla casi siempre están igual. Como tienen un aire más industrial, no se ve la mugre que en otras maquinillas quizás de más “brillo”, sí que se verían.
Puntuación: 13 puntos
Equilibrio: 4
Peso: 3
Modelo: 3
Limpieza: 3
Afeitado
En el apartado del afeitado cambia poco con respeto a su hermana, la 34C. La única cosa que sí marca una diferencia es la longitud del mango. Esto nos ofrece varias ventajas que se notan en el control del corte. Más mango significa más posibles posiciones de nuestro agarre y mejor control sobre la presión. Ahí le gana a la 34C.
El apurado puede ser bueno. Digo puede ser porque este cabezal no es un cabezal súper eficiente. Es un cabezal que cumple. Uno se puede afeitar con el auto piloto encendido y dar dos pases y quedar perfectamente pasable. No perfecto pero para el tiempo y la concentración que se ha tenido que invertir sería un resultado fenomenal.
Si uno quiere un resultado algo mejor, puede tomarse su tiempo y fijarse más en el ángulo y aplicar algo de presión en las zonas donde sabemos que nuestros pelos se resisten mejor a la cuchilla. De nuevo, el mango es nuestro mejor aliado si queremos seguir este camino.
La prueba Derby confirma lo que ya he explicado en otros elementos de la revisión. Esta maquinilla ofrece un afeitado cumplidor, seguro y poco invasivo. Su cabezal está diseñado para eso. No importa mucho si le colocas una Feather o una Derby, casi siempre te va a ofrecer ese mismo afeitado cumplidor y seguro porque aleja la cuchilla de la piel lo suficiente para poder utilizarla en modo zombi.
Y, consecuentemente, su diseño hace de esta maquinilla una maquinilla indulgente. No es fácil llegar a la gloria con este cabezal. Te protege. Hace lo que le pides con tranquilidad y control. Es una de esas maquinillas que a veces tienes que verificar con los dedos si te estás afeitando porque no te transmite sensaciones de filo.
Puntuación: 15 puntos
Apurado: 4
Control cabezal: 4
Cuchilla: 3
Indulgente: 4
Calidad/Precio
A mí esta maquinilla me gusta. No es una maquinilla vestida de gala pero tiene lo que le hace falta en los sitios donde le hace falta. No anda con adornos si no le hacen falta pero tampoco no los echo de menos porque te ofrece una propuesta honesta basada exactamente en lo que te muestra. Eso también se puede calificar de bonito. Además tiene ese mango largo que le da un equilibrio visual más grato a mis ojos que su hermana que tiene la misma longitud que el alcalde de Madrid.
Si buscas sensaciones en el afeitado, si buscas mejorar técnica, si buscas esa herramienta que te transmite cada corte de pelo sin filtros, sigue buscando. Esta no te lo va a dar. Esta va por otro camino.
Del valor puedo ser muy corto. El precio PVP me parece razonable. Veo precios entre 30 y 40 Euros y si se encuentra con un precio que apunta más hacia el 3 que hacia el 4 es una compra que se puede defender. No estamos hablando del botín de la Casa de Papel tampoco lo que se pide por ella. Esto sigue siendo un producto masivo de Merkur con un diseño de muchos años y con materiales modestos. Esta maquinilla no va a ser una maquinilla de coleccionista.
Siguiendo por esa linea de pensamiento, este diseño tiene más de 100 años pero sin embargo no hay muchas maquinillas Vintage de Merkur que tienen la misma fama que, por ejemplo, la Trinidad de Gillette. Será porque en aquellos tiempos tampoco despertaban sensaciones fuertes las Merkur con este cabezal?
Yo no podría vivir solamente con esta maquinilla. Esto, está claro, es una opinión completamente personal. A mí me gusta tener una conversación con mis maquinillas. Quiero que me transmitan algo cuando yo les hago propuestas. Quiero que tengan un carácter propio y esta maquinilla solo tiene ese carácter en su idea de diseño.
Puntuación: 8 puntos
Estética: 4
Recompensa: 2
Valor en 25: 1
Única maquinilla: 1
Conclusión
Puede parecer que no me guste esta Merkur 23C. Que la considere aburrida. O que no disfruto cuando me afeito con ella. Todo esto no es la realidad. La Merkur 23 C me gusta, no me aburre y disfruto cuando me afeito con ella. Y os contaré porqué.
Cuando una maquinilla o un diseño en particular lleva en el mercado más de 100 años y sigue teniendo usuarios es porque algo bueno nos ofrece. Esta Merkur 23C, con su cabezal indulgente, lo hace. Nos ofrece un afeitado cumplidor. Algunos días, eso es exactamente lo que buscamos.
Aburrida tampoco la considero porque acabo de escribir una revisión de 6 folios sobre ella. Yo tengo una capacidad de relato indomable pero redactar 6 folios sobre algo que no es interesante, hasta se me convierte en difícil a mí. La solución del mango hueco en relación al equilibrio me parece uno de los puntos más interesantes de la maquinilla y para mí fue un antes y después en mi comprensión porqué me gustaba tanto el equilibrio.
Tampoco diría que no disfruto cuando me afeito con ella. Cuando la 23C es la elegida del día para salir al ruedo, ya he hecho la decisión basada en mi situación en ese momento. Y muy probablemente es una situación donde no tengo mucho tiempo y me quiero pasar una maquinilla rápidamente por la cara sin tener que preocuparme mucho pero quedando bien al final. Esta lo hace. No siempre hay que disfrutar del camino, algunas veces saber que vas a llegar a buen puerto también te puede hacer disfrutar.
Puntuación final: 60 puntos