Esta revisión trata sobre la Yaqi Floating Head
Introducción
Yaqi no para de sacar modelos al mercado que contienen una historia. Una historia que se forja en los años 30 del siglo 20 con nombres famosos del que Gillette es el más famoso con diferencia. Una historia llena de eventos que merecen una telenovela y que seguro que mantendrían muchas personas pegadas a la tele durante horas para ver los desenlaces.
Esta Floating Head es una inspiración de la Barbasol Floating Head que se produjo sobre 1932 y años posteriores. No es una copia exacta como veremos más adelante pero solamente se diferencia en detalles aunque uno de esos detalles tiene mucho impacto sobre el diseño.
Antes de empezar con la revisión le quiero dar las gracias nuevamente a @vicentej que me ha prestado tantas de sus maquinillas para revisionar. Nuestro querido compañero se está convirtiendo en el especialista de maquinillas Yaqi y está creando una colección de escándalo. Muchas gracias por la confianza y tu generosidad y vamos allá con una maquinilla que dará mucho que hablar cuando miramos su historia.
Construcción
La Yaqi Floating Head es una maquinilla DE de dos piezas fabricada de acero inoxidable 316 mediante CNC. Vamos primero con los detalles técnicos y entraremos en la historia de la maquinilla en más detalle.
Material: Acero Inoxidable 316
Acabado: Pulido brillante
Longitud total: 97 mm
Longitud mango: 92 mm
Peso total: 92 gr
Altura tapa 3,6 mm
Diámetro mango: 12 mm (Pomo: 13 mm)
Gap: 0,75 mm
Exposición: Positiva
Como he dicho en la introducción, esta Yaqi es una inspiración de la Barbasol Floating Head razor de los años 1930 pero vayamos por partes porque Barbasol no es una compañía conocida por sus maquinillas.
Barbasol es una empresa fundada en 1919 por Frank Shields. Frank era un químico que fue profesor en la MIT (Massachusetts Institute of Technology). Frank Shields creo la primera crema de afeitar para uso sin brocha. La llamó Barbasol que es una combinación de las palabras Barba y Sol(ución). Esto era su innovación (y solución) para eliminar todo el trabajo que suponía hacer espuma para el afeitado.
En los años 20 y 30, su producto ganó mucha popularidad no solamente porque el producto gustaba pero también porque Frank usaba campañas de publicidad usando a personas famosas como actores y atletas y manteniendo vínculos con la Major League Baseball, la Liga de Béisbol Americana. Este vínculo sigue existiendo hasta hoy en día. Barbasol sigue patrocinando a la MLB.
En los años 40, la crema de afeitar era estándar para los soldados de la II guerra mundial. Esto fue una gran inyección de ingresos y de popularidad como ocurrió con otras marcas que fueron usadas a grande escala durante esta guerra. Otro ejemplo de alguien que se benefició de esto fue Gillette.
En los años 50 llegaron los aerosoles y Barbasol creó una espuma de bote. Esto supuso un cambio de fórmula y la crema espesa se convirtió en una espuma ligera muy parecida a lo que seguimos conociendo hoy en día.
En los años 60 (1962) Pfizer compró la empresa y durante la siguiente década se invirtió en expandir el catálogo de espumas hasta 7 variantes como para piel sensible, Mentolado, Lima-Limón o extra protectora. Una constante durante todos estos años fue el logo de la compañía combinado con el diseño de Barber Pole.
En los años 80, Barbasol volvió a apostar fuerte por los anuncios para incrementar su visibilidad en el mercado ya que una encuesta había desvelado que el 25% del mercado no conocía la marca. En 1988 Barbasol introdujo sus primeros geles en el mercado en 4 variantes. Original, Piel Sensible, Acondicionador de Piel y Lima-Limón.
En los años 90 Barbasol fue utilizada en películas como Jurassic World o The Fugitive pero aún así, durante los 90 la popularidad fue decreciendo por la cantidad reducida de campañas de anuncios.
En 2001 Perio compró Barbasol y volvió apostar fuerte por la marca. Incrementó la linea de productos y los anuncios y la marca cuadruplicó. Celebraron su aniversario 100 en 2019 y en 2020 volvieron a sus orígenes introduciendo una nueva crema de afeitar. Pero todo esto no nos da la respuesta a la pregunta que sigue vigente. Qué tiene que ver una compañía de crema de afeitar con una maquinilla? Pues en esencia, nada.
En los años 30 había varios frentes abiertos en el mundo del afeitado. No voy a repetir aquí la historia de Gillette y Henry Gaisman pero basta con decir que las empresas utilizaban cualquier elemento para poder conseguir una mejor posición en el mercado. Un ejemplo de esto fue Gillette que se concentraba en las cuchillas que se fabricaban. Intentaban crear cuchillas que solamente se podrían utilizar en sus maquinillas para no beneficiar a otros fabricantes. Si queréis repasar la historia completa, leed la revisión de laYaqi Harlequin. Otra Yaqi con mucha historia.
Las maquinillas que producía Gillette en aquellos años no eran de las más elaboradas. Simplemente eran una herramienta para sujetar las cuchillas. Eran un complemento para el producto principal, las cuchillas. Pues en esta misma linea de pensamientos, Barbasol intentó añadir una maquinilla bien hecha para complementar su linea de crema de afeitar y contactó con la Conrad Razor Blade Company.
En esta empresa, Irving S. Bodkin trabajaba como creador de maquinillas de afeitar. Ya en 1929 presentó una patente (#1826341) que fue otorgada a la Gillette Razor Company de una maquinilla de afeitar donde se podían poner las cuchillas con un sistema similar al de bayoneta. Esto permitía sacar la tapa y poder limpiar la cuchilla sin que se moviera. Adjunto la primera hoja de la patente donde se ven los dibujos.
Este Sr. Bodkin también trabajaba para la Conrad Razor Blade Company y en 1930 presentó otro diseño a patente. También adjunto la primera hoja de la patente #1906305. En estos dibujos podemos ver claramente las formas de la maquinilla de la que estamos hablando hoy en día. Esto es la génesis de la Floating Head razor.
Más tarde, en 1933, presentó otro diseño de maquinilla de afeitar que recibió el número 2085892 y que contiene también varios elementos de la maquinilla que tenemos hoy entre manos como se puede ver en la primera hoja de la patente.
Irving Bodkin también trabajó en otros diseños y pidió patentes para una maquina para “imprimir” gráficos sobre cuchillas, un contenedor para cuchillas usadas y paquetes de cuchillas nuevas y una maquinilla de afeitar en seco y automática. Vaya, que el tipo no se aburría.
Porqué no hemos visto estas patentes usadas en maquinillas Gillette? Pues por lo que he dicho anteriormente. Gillette no estaba interesado en producir maquinillas, quería vender cuchillas. Las maquinillas que producía tenían que ser baratas. Una maquinilla estampada con la menor dificultad de diseño posible era lo mejor para mantener sus beneficios altos. No utilizó las patentes de Irving Bodkin aunque le fueran otorgadas para uso.
Sin embargo, la Conrad Razor Co. se hizo con las patentes y las podía usar para producir maquinillas “nicho” para otras empresas que querían utilizar estos diseños extraordinarios para elevar el nivel de su producto principal, la crema de afeitar. Ofreciendo un paquete completo de maquinilla y crema, pretendían ser una ventanilla única donde sus clientes podían comprar todo lo que necesitaban para distinguirse de los demás.
Y así nació la Barbasol Floating Head. Una maquinilla vendida y nombrada por Barbasol, fabricada por Conrad con una patente de Gillette inventada por Irving S. Bodkin. La maquinilla no se produjo durante muchos años pero sí tuvo bastante acogida. No era una maquinilla fácil de usar, para eso estaban las maquinillas Gillette que eran unas auto piloto de primera. Esta era para distinguirse, no para seguir el camino del gigante del mercado.
Y conociendo toda esta historia volvemos al hoy y miramos esta Yaqi Floating Head con más atención. La parte superior de la tapa nos saluda con un pulido brillante. Algo que veremos en gran parte de la maquinilla. También vemos que tiene un perfil muy bajo de solamente 3,6 mm y unas esquinas redondeadas. También el ancho de la tapa es interesante. La Tatara Nodachi tiene un corte muy eficiente porque tiene una tapa con un ancho de 18,7 mm y deja bastante filo al descubierto. La tapa de esta Yaqi tiene 18,8 mm.
En la parte interior vemos un acabado machined pero ligeramente pulido para suavizar las marcas del mecanizado. También vemos algo sorprendente. La altura de la rosca central es casi igual que la altura de las guías. Normalmente en maquinillas de dos piezas, la rosca central es larga y en maquinillas de tres piezas, la rosca central es más larga que las guías. Aquí no es así.
La razón la encontramos en el interior de la placa base, la rosca que va por el interior del mango llega hasta la misma placa base y la rosca central se introduce en su sitio en el momento que se coloca sobre la placa base. Vemos los agujeros abiertos para que traspasen las guías por la placa y esto le da un toque vintage al cabezal.
Los laterales cortos de la placa base tienen espacios para acomodar los dedos al colocar la tapa con cuchilla encima y un peine con rebajes en su parte interior y soportada por tres postes con doble curvatura. Una curva (hacia delante) para crear el gap debajo del filo y otra (hacia abajo) para crear el plano de afeitado.
En la parte inferior de la placa base vemos los agujeros para las guías, el nombre de Yaqi y el peine que rebaja considerablemente el perfil horizontal de la base. También vemos bien los rebajes de los laterales cortos. Una placa base con curvas por todos lados. Si fuera una mujer, daría miedito.
El acabado y las tolerancias las voy a tratar conjuntamente porque creo que están al mismo nivel. Y es un nivel bueno. El pulido que Yaqi le da a las maquinillas que está sacando últimamente es muy bonito. En esta maquinilla no es tan vistoso como por ejemplo en la Yaqi Ultima Slope pero eso ya era un espejo completo. Esta deslumbra un poco menos.
Donde veo una posibilidad de mejorar el acabado es en el peine. Los rebajes del peine no son de los más definidos pero la parte superior (lo que sería el filo serrado superior) sí que lo es. Yo hubiera preferido unos rebajes más definidos y que llegaran hasta la parte anterior del peine para poder funcionar como método de lubricación adicional. Esto ahora se pierde porque la parte rebajada queda ocultada por el filo.
También en las tolerancias hay algo de margen de mejora posible. Las guías y la rosca central encajan perfectamente en sus respectivas posiciones y colocando la tapa encima de las tres aperturas podemos quitar los dedos y empezar a enroscar sin que la tapa se caiga o se tenga que sujetar. Pero la acción de (des)enroscar muestra que hay bastante soltura en el mecanismo interno. Esto son detalles pequeños pero le cuesta un punto a la Yaqi porque hay otros mecanismos que no tienen esa soltura.
La forma del cabezal y el peine es algo que me divide. Me encanta el diseño del cabezal. Me parece muy elegante. Y pensándolo con más tranquilidad y preguntándome a mí mismo porqué lo considero más elegante, llegué a algunas conclusiones.
Primero, esta elegancia viene del hecho que el cabezal tiene unas dimensiones reducidas. Eso lo estiliza mucho pero también ofrece menos superficies para cubrir la cuchilla. Segundo, el peine tiene una forma muy orgánica y decoradora. En especial de perfil. Es como la abrazadera de un sillón antiguo. Curvada para acomodar formas orgánicas.
Pero también hay cosas que creo que son inconsistentes. Ya he nombrado los rebajes en el peine. Se encuentran en la parte interior, una superficie que no toca nuestra piel. Los rebajes en la Barbasol original sí que llegan a la parte anterior del peine. La otra inconsistencia que he encontrado es que este cabezal y, en concreto el peine, no son intuitivos en su uso. Lo explicaré con más calma en el apartado del afeitado.
Puntuación: 15
Material: 4
Acabado: 4
Tolerancias: 4
Forma Cabezal/Peine: 3
Agarre
El mango de la Yaqi tiene un diseño diferente al de la Barbasol Floating Head. La Barbasol tenía un moleteado clásico de rombos. Un diseño que ha demostrado ser eficiente en todos casos y hasta bonito en algunos. La Yaqi apuesta por una rosca de tuerca. Sí, es una rosca y no son anillas separadas.
Si os fijáis en esta foto se puede ver que la rosca tiene un principio (y un fin al otro extremo). Si metemos una uña en la ranura y le damos vueltas al mango, nuestro dedo sube (o baja) a según la dirección que usamos.
Esto no tiene porque ser una desventaja, los filetes de esta rosca producen una fricción muy buena en sentido longitudinal. Pero las cosas cambian si miramos en sentido circular. No hay ningún rebaje que no sea circular en este mismo sentido. No hay nada que frene el mango de dar vueltas entre nuestros dedos, solamente la fricción del material.
Esto se manifiesta después del afeitado por ejemplo cuando, justo después de enjuagar la maquinilla, queremos desenroscarla para sacar la cuchilla. Esto se convierte en un ejercicio difícil con el mango mojado porque estamos intentando desenroscar en exactamente el mismo sentido que va la rosca. Con un moleteado en diagonal o algunos rebajes de arriba abajo, esto se podría haber mejorado. Ahora tengo que secar el mango para poder generar fricción del material porque las formas en ese caso no ayudan.
Tengo que decir que en el afeitado no noto demasiados problemas con el agarre. El confort es alto y el control sobre la maquinilla también especialmente en el agarre convencional. Cuanta más superficie del mango toca nuestros dedos y palma, mejor. Las cosas cambian ligeramente cuando cambio a un agarre horizontal donde se reduce la superficie de contacto. Ahí se nota que la maquinilla quiere moverse sobre su eje longitudinal.
El deslizamiento del cabezal es bueno. Las superficies, tanto de la tapa como del peine, son lisas y bien pulidas. Pero la cuestión aquí no es si las superficies deslizan, la pregunta del millón es, cuál de estas superficies utilizas? Una característica de esta maquinilla es que tiene una exposición bastante pronunciada. Una razón clara es porque tiene una tapa estrecha. Pero esto te hace elegir entre hacer riding the cap o utilizar más la barra del peine. Los dos a la vez es menos agradable.
Puntuación: 15
Seco/Mojado: 3
Confort: 4
Control: 4
Deslizamiento cabezal: 4
Manejo
Maquinillas que pesan menos de 100 gramos y que tienen un mango con unos 9 centímetros de longitud, tienen una buena base para ofrecer un buen equilibrio. Y en esta Yaqi Floating Head, así es. El equilibrio se encuentra en una posición lógica y agradable de usar. No hay efecto péndulo por el pomo o por el mecanismo de rosca interno. Todo está bien equilibrado con un peso realmente bien controlado para tener un mecanismo interno adicional que no tiene una maquinilla de tres piezas.
La seguridad del cambio de cuchilla también es de gran calidad. Es suficiente con colocar la tapa con la cuchilla en su sitio y podemos alejar los dedos para (des)enroscar. Es la ejecución perfecta de lo que debería ser una maquinilla de dos piezas. Bien hecho!
También en términos de limpieza no veo muchos problemas. Todo el cabezal es bien accesible y el peine también es amplio. El enjuague funciona bien. El único punto que podría ser interesante es averiguar cómo (o si) se desmonta para poder limpiar el interior del mango de vez en cuando.
Puntuación: 19
Equilibrio: 5
Peso: 5
Modelo/Seguridad: 5
Limpieza: 4
Afeitado
Y llegamos al afeitado. La primera vez que me afeité con esta maquinilla, pensé que iba a tener una semana difícil. Esto era todo filo y aunque me gustaba mucho el cabezal desde un punto estético, no encontraba mucho soporte para poder hacer un buen apoyo sobre el plano de afeitado convencional de tapa y peine. La exposición era inmensa de ese modo.
El segundo afeitado decidí usar la técnica de riding the cap. Con esta técnica uno incrementa el ángulo del mango con la piel para deslizar sobre la tapa y utilizar esta únicamente como apoyo. Esto reduce mucho el ángulo de corte y pone la cuchilla casi en paralelo con la piel.
Pero este sistema funciona mejor cuando la tapa cubre bastante cuchilla. Cuando la tapa deja más filo al descubierto, se reduce ahí también la superficie de soporte para encontrar una posición con la que te puedes afeitar cómodamente. En los pases largos de norte a sur no hay problema porque el ángulo de la piel casi no cambia pero en superficies donde el ángulo cambia constantemente (cuello, mandíbula, mentón, debajo de la nariz) tienes que modificar constantemente y no es que haya mucho margen de fallo tampoco.
Ya investigando sobre la historia de la Floating Head, encontré a su inventor, el ya mencionado Irving Bodkin. Revisando las patentes de sus maquinillas vi la patente de la maquinilla que presentó en 1933 para patente #2085892. Mirando los dibujos vi figura 6 que me daba una pista sobre cómo Bodkin pensaba que se tenía que usar esta maquinilla.
El diseño de esta maquinilla #2085892 es ligeramente diferente a la Floating Head. Es algo más parecida a una Tech convencional y no tiene el peine con doble curva como sí que tiene la Floating pero decidí hacer la prueba. Y no me fue nada mal.
Al mantener el mango mucho más cerca de la piel, el ángulo de corte incrementa. La maquinilla se convierte más en un rastrillo que en una guadaña. Pero la gran ventaja es que uno puede modular el corte aplicando algo más o algo menos de presión porque el peine es bastante amplio para ofrecer un punto de apoyo muy considerable. Apoyando en la tapa, tenemos que ir modificando el ángulo constantemente para evitar cortes. Apoyando en el peine solo tenemos que modular la presión.
Pero no todos son fuegos artificiales. Mantener el mango cerca de la piel no es un problema cuando hacemos los pases grandes de norte a sur. Pero haciendo otros pases como sur a norte, nos vamos a topar con la mandíbula que nos estorba en el mango. Y así también en el cuello y posiblemente debajo de la nariz.
Otra desventaja es que para poder usar esta técnica, la cuchilla tiene que ser afilada y estar en buenas condiciones. El ángulo de corte ya no es muy favorable a la cuchilla porque es más abierto. Ya no atacamos los pelos con solamente la punta del filo pero también incluimos algo de bisel. Que no os quepa duda que el afeitado con la Derby no fue el más placentero que tuve jamás. Ya en si la Derby Extra no destaca por su afilado pero si la pongo en una posición de desventaja, el castillo de naipes se derrumbe.
Esta maquinilla puedo ofrecer unos afeitados muy apurados. En cierto modo me hizo recordar afeitados de la Blackland Dart que usé una semana entera y creo que hay pelos en mi cara que desde entonces no quieren volver a salir por miedo a esa exposición. Lo mismo me ocurrió con esta maquinilla. Es muy eficiente y uno necesita bastante mano izquierda para sacarle partida. Se puede pero cuesta bastante y aún así no será para todos. Aún utilizándola de la manera más “amable” no lo es.
Puntuación: 12
Apurado: 5
Control cabezal: 3
Prueba Derby/cuchilla influye: 2
Indulgente: 2
Calidad/Precio
Estéticamente creo que es una maquinilla bonita. El cabezal es una maravilla y creo que con un diseño de mango más parecido a la original hubiera estado aún mejor. El pulido muy bonito también aunque sí que es un imán para las huellas. Una maquinilla muy clásica que me agrada mucho las retinas.
La recompensa que uno puede sacar de ella depende mucho del usuario. A alguien que le encantan las maquinillas clásicas y eficientes, esta Yaqi ofrece mucho valor. Es exactamente eso. Una maquinilla diferente con un carácter diferente que no sigue los pasos de los otros gigantes de la industria…dónde he oído eso antes…?
El valor de las Barbasol originales se ha disparado. No se han producido en grandes cantidades, el diseño es muy llamativo, la marca tiene mucha fama y el carácter de la maquinilla es diferente a lo que se podía encontrar en aquellos tiempos. Hasta diría que sigue siendo diferente hoy en día. Creo que esta Yaqi, aún siendo una maquinilla producida en masa, puede mantener bien su precio. No creo que llegue a niveles de precios de la Barbasol pero no se va a devaluar.
Aunque me encantan muchos elementos de esta maquinilla, no podría compartir monogamente el baño con ella el resto de mi vida. Para eso es demasiado exigente y yo me estoy volviendo viejo. Ya no quiero pelear. Me encantó usarla toda la semana para descubrir su carácter y aprender a usarla pero esta no es para un afeitado rápido de dos minutos…y una maquinilla única también tiene que ser capaz de ofrecerme eso cuando yo quiera. No solamente cuando a ella le apetezca.
Puntuación: 11
Estética: 4
Recompensa: 3
Valor en 25: 3
Única maquinilla: 1
Conclusión
No quiero minimizar la historia de la maquinilla. Esto es un trocito de historia viva del mundo del afeitado y aplaudo intensamente a Yaqi por haberla producido. Aunque solamente fuera para descubrir todas estas historias escondidas del afeitado clásico! Es fascinante todo lo que pasó y cómo hemos llegado a este punto en nuestra historia. Es un placer poder investigarlo y presentarlo en estas revisiones a través de estas maquinillas que Yaqi reproduce.
Dicho eso, la maquinilla de Yaqi es más eficiente que la Barbasol original. La Floating Head original cubre la cuchilla un poco más con su tapa y, aunque sea poca distancia, eso se tiene que notar en el afeitado. Lo que he leído yo sobre la Barbasol es que es menos agresiva y algo más segura que la Yaqi Floating Head.
Al final me quiero quedar con lo bueno que he sacado de la revisión de esta Yaqi. Una maquinilla inspirada en una que forma parte de la historia del afeitado clásico. Es muy bonita, está bien hecha y tiene un carácter difícil. Y aunque podría serlo, no es mi novia. Se llama Yaqi Floating Head y es historia viva.
Puntuación final: 72 puntos