Buenos días. 27 de Enero, onomástica de San Julián de Cenomanum, primer obispo de la Galia Lugdunense (actual Lyon).
Hoy me apetecía Varón Dandy, así que he sacado el Mr. Note, que, de mi bodega de jabones, es al que mejor le va este clásico elixir. Algunos amigos sostienen que el Varón Dandy con CocaCola debe estar bueno. Ellos sabrán lo que beben, a mí jamás se me ocurriría beber CocaCola, pudiendo disfrutarlo “on the rocks”.
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La Schick… qué puedo decir, aparte de que ha sido, para mí, el descubrimiento del año… qué digo del año, del lustro. Cosa más manejable, apuradora, y encima, sus cuchillas duran una eternidad dándolo todo… Y el jabón, otra maravilla, un aroma que me lleva a mi adolescencia, cuando mi profesor de Física del instituto me mandaba en los recreos a un pub que había a dos manzanas, a comprarle tabaco. Ese pub, tristemente desaparecido, se llamaba “Comodoro”, y su interior era impresionante. Parecía que acabases de entrar en la camareta de oficiales del Juan Sebastián Elcano, todo forrado de madera oscura, sillones de cuero “capitoné”, metopas de buques de la Armada, botellas de buen licor, ceniceros, humo de tabaco, camareros elegantes y con impecables modales…
Años depués, empecé a frecuentarlo, no para comprarle tabaco a D. Luis, sino para tomar café, o una copa de “single malt” acompañado de mi novia. Y, por desgracia, llegó un momento en que esto pasó de moda, y el Comodoro cerró. Por ese pub va hoy mi afeitado.
Y por todos vosotros, los que aquí seguís, contra viento, marea y tempestades.