Hola, familia virtual.
Llevo un par de agotadoras jornadas como ayudante de sus Majestades de Oriente pero no quería caer en los garras de Morfeo sin antes compartir con vosotros un par de imágenes de las que son las terceras cachas Barberpole que hago.
Parece que fue ayer cuando compré una pequeña navaja, y, con un poco de plexiglás, una segueta, una Dremel, una cuña de madera y tres pliegos de lija le hice un vestido nuevo. Aquello fue un punto de inflexión. Esas pequeñas manualidades resultaron ser una actividad catártica donde las haya.
En este camino disfrutón he ido añadiendo herramientas, técnicas, materiales, ideas y, claro está, experiencias.
Así que, inevitablemente, estas terceras cachas con tan clásicos colores no son iguales ni a las primeras, ni a las segundas, ni, (ojalá ) a las cuartas.
Tienen una luz y un tacto especial estos acrílicos, que para mí, como muchos sabréis, son los nuevos “materiales nobles”. Bellísimos y prácticamente inalterables.
Como siempre, espero alegraros la vista unos segundos, y os agradezco llegar hasta aquí.
Abrazo a todos y hasta la próxima!!