Sábado sabadete, pasamos a otro nivel, muy complejo, vainilla, frutos rojos, bastante madera y café.
Me encanta, es un vino sin filtrar ni clarificar y se considera ecológico y vegano aunque no esté certificado como tal. A mi eso siempre me ha hecho cierta gracia. ¿Vino vegano? ¿Los demás que se hacen, a partir del tocino? No, es por que se filtran con clara de huevo. En fin.
Una curiosidad es la botella, el vidrio es casi tres veces más grueso que el resto de referencias de la bodega, cuando la coges con la mano pesa muchísimo más de lo que parece. Logroño Alava Navarra, una bodega con un trabajo muy serio detrás.
No hay que perder las buenas costumbres, en mi casa seguimos quedando (virtualmente) para tomar él vermut.
Bueno pues debido a que en casa ya estamos un poquito hastiados del confinamiento hemos decidido por unanimidad pegarnos un homenaje para la cena de esta noche.
Con la situación actual he tenido que moverme rápido en internet porque la decisión se tomó ayer por la noche.
Respecto a los caldos que acompañarán la cena los elegidos son:
Para los entrantes:
Txakoli Gorka Izaguirre 2017.
Bien, en principio los entrantes iban a estar muy marcados por la presencia de marisco para lo cual hubiera seleccionado cualquier buen D.O. Rias Baixas como Martín Codax, Terras Gauda o Mar de Frades que están entre mis favoritos peeeerooo…. las circunstancias actuales han variado los entrantes para dejar el marisco para otra ocasión y al final los ahumados como el salmón, provolone al horno, cecina de León o ensalada de pimientos asados serán los que formen la alineación titular. Por tanto un buen txakolí pienso que es mejor opción, aunque comparte con sus primos gallegos notas de flores blancas, fruta blanca y algo de salinidad pero a diferencia de estos que son muy amables de beber el hecho de tener un paso por boca seco hace que sea el seleccionado.
Para el principal:
Pago de los Capellanes 2015 Reserva
Ribera del Duero, vino potente, carnoso, con mucho cuerpo, taninos maduros, un postgusto muy prolongado incluso algo balsámico, muy en la línea de mi gusto, es decir que te enteras de que estás tomando un señor vino. A pesar de esta descripción se deja beber muy bien, no es pesado incluso tiene algo de frescor en el paso por boca, aromas muy de frutos rojos del bosque (grosella, frambuesa,etc…) maderas (supongo que roble porque los 14 meses en roble tienen que marcar mucho y además tiene 22 meses en botella con lo cual estará muy asentado el roble) y algo de regaliz.
Acompañará a unas paletillas de lechal de Riaza ( sorprendente lo que ha bajado el cordero en Madrid!!! hay que aprovechar) acompañado de unas buenas patatas a lo pobre. Muy clásico y castellano.
Para el postre:
Mouton Cadet Reserve 2016 D.O. Sauternes
Va a ser la primera vez que probemos en casa un vino dulce francés. Normalmente los vinos franceses me parecen excesivamente potentes y sobrevalorados en líneas generales, pero a este le tenía ganas porque interviene la Botrytis o podredumbre noble en su elaboración signo inequívoco de “sabor” en grandes vinos dulces. Con que se aproxime al Tokaji me vale. Vamos a darle una oportunidad. Ya os contaré. Acompañará a crema catalana artesana.
Ya ha caído.
Por si alguien siente curiosidad, me parece dulce pero en su justa medida, mucha fruta, mango, albaricoque, melocotón… lo que si lo encuentro es muy mineral, tiene un paso dulce pero al final parece como si le hubieras dado un chupetón a un …… cuarzo o similar.
Curioso.
Me quedo con los Tokaji, o los patrios que son muy buenos.
El Viña Ardanza siempre es una apuesta segura,es un Rioja clásico y elegante.
Pero si por encima,la añada ha sido declarada como Selección Especial,cosa que sólo han hecho en 1964,1973,2001 y este 2010,estamos ante un vino sobresaliente.
Excelente