Ya sabéis que siempre que consigo recabar información me gusta contar algo del fabricante a modo de introducción. El caso es que este fabricante es conocido, ya que es Meißner Tremonia, pero cuando me enteré de que Jose Manuel @Bomarzo había “inventado” un jabón vía artesano de renombre pues me llamó mucho la atención y le pedí que me contara el “making-off” de este maravilloso jabón.
Esta es la historia tal cual, no le he cambiado ni una coma:
“Transcurrido un año desde el lanzamiento de nuestra anterior Edición Especial (LPL Vetiver Bourbon), contemplamos la posibilidad de fabricar un nuevo jabón, en esta ocasión con nuestra propia marca y en formato pastilla de jabón de duro. Seleccionamos un fabricante que satisfacía nuestros requerimientos: elaboración cuidada y artesanal por métodos tradicionales, empleo de ingredientes naturales y orgánicos seleccionados, un envasado de altísima calidad y un saber hacer contrastado de forma brillante. Una vez aceptada la idea por el fabricante, comenzó la fase de test hasta conseguir el aroma deseado. Queríamos un aroma fougére, así que proporcionamos al artesano un conjunto de notas de esta familia y que debían ir en el jabón para hacerlo tal y como nos lo imaginábamos, aromático y herbal: Anís, Lavanda, Romero, Petitgrain y Patchouli. A partir de esta base, y variando las proporciones de los aceites esenciales se hicieron varias pruebas hasta seleccionar la fórmula definitiva. Además de la cata en seco y la prueba de espumado, fue determinante lo que hemos llamado “la prueba del sueño”. Esta prueba consiste en dejar la pastilla al aire durante la noche junto a la cabecera de la cama. Durante esas horas y mientras el cuerpo descansa, van llegando los efluvios del jabón, una pastilla distinta cada noche. El jabón que desprendía los más agradables y estimulantes fue así el elegido. El ganador tenía esa clase de aroma que atrapa, que invita a seguir oliendo, que te hace sentir bien. Hecho el trabajo más difícil y delicado sólo quedaba poner el lazo en forma de etiqueta para los envases, jugar con los textos, los colores, el logo, etc. El resultado se puede disfrutar ya en los próximo afeitado: Bomarzo64 Absenta Fougére.”
Formulación/ingredientes. En la foto los veis.
A destacar:
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Macadamia Ternifolia Oil (Aceite de nuez de Macadamia), de propiedades antioxidantes.
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Simmondsia Chinensis Oil (Aceite de Jojoba), de alto poder antibacteriano y elevado contenido de vitamina E.
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Brown Clay (Arcilla Marron), que es desinfectante y además corrige el exceso de grasa de la piel.
Los aceites esenciales que le dan el aroma son: Romero (Rosmarinus Officinalis), Lavanda (Lavendula Angustifolia), Naranjo Amargo (Citrus Aurantium), Anís Estrellado (Illicium Verum) y Patchuli (Pogostemon Cablin).
Como podemos comprobar tiene una mas que interesante mezcla de aceites vegetales que junto a la arcilla marrón, hacen que sea una delicia para la piel.
Presentación. Muy buena. Se trata de una pastilla de 95 gramos, de color marrón con la inscripción del fabricante (en este caso es la “marca”), dentro de un frasco de cristal de color violeta muy oscuro que cierra con una tapadera a rosca.
El fallo que yo le encuentro a este envase es que está muy sobredimensionado, ya que la pastilla de jabón ocupa menos de la mitad del volumen del mismo. Con respecto a las primeras remesas, este jabón lleva en su interior una arandela de goma para sujetar la pastilla, pero a mí personalmente no me gusta, así que lo primero que hice fue tirarla. De todas formas el tamaño del envase tiene explicación y es que es el mismo que se usa para las cremas, que al pesar menos sí que ocupan la totalidad del espacio. No obstante creo que es un detalle que deberían de haber cuidado más, ya que se trata de un producto de gama alta y bastante caro.
Longevidad/duración. Muy alta. Aquí está el quid de la cuestión. Se trata de un jabon de triple prensado, que está duro como una piedra, lo cual unido a la baja carga que requiere hace que dure muchísimo. Se gastan de media 0,8gr por afeitado, con lo que nos vamos a los 119 usos.
Carga requerida. Poca. En 15 segundos tenemos suficiente para sacar un caldero de espuma. Conviene dejar unos minutos en remojo la pastilla.
Capacidad de hacer espuma. Muy alta. Por compararlo con otro, hace espuma con la misma facilidad que el Martin de Candre.
Este es el resultado de la primera batida con el agua que retiene la brocha escurrida.
Tras añadir unas 10 gotas de agua.
Tras añadir otras 10 gotas de agua ya está lista la espuma (en el suribachi hay más del doble de lo
que se observa en la brocha).
Ratio agua/jabón. Admite agua sin problemas, pero añadiéndola poco a poco.
Calidad de la espuma. Excelente. Tiene mucho cuerpo y es muy pegajosa.
Protección y deslizamiento de la hoja. Excelente. Tanto aceite vegetal es lo que tiene. Además el aceite de Jojoba tiene características muy similares al sebo de origen animal, por lo que no sería de extrañar que próximamente se convierta en uno de los ingredientes estrella de los jabones de base vegetal.
Sensación en la cara. Totalmente neutra, ni frío ni calor.
Hidratación y postafeitado. Muy buenos ambos aspectos. Se trata de un jabón de gama alta y es aquí donde más se nota. Además, en este caso, la aplicación de la espuma de confort con su arcilla marrón incluida, hace que se produzcan los mismos beneficios que si de la aplicación de una mascarilla se tratase.
Aroma. El aroma es muy potente y con un predominio claro de la nota ansiada que aporta el Anís Estrellado (emulando a la Absenta). La parte fougère del aroma está compuesta por notas de lavanda, romero y patchuli. Se perciben claramente las dos primeras, eso sí, de manera sutil, pero yo el patchuli soy incapaz de identificarlo.
En resumen, me parece un aroma muy interesante y que se sale de lo que estamos acostumbrados. Eso sí, tened en cuenta que la nota predominante es la ansiada, pero apesar de ello no es un aroma dulzón.
Precio. 28€ en www.bomarzo64.com. Tambien está disponible el recambio por 21€.
Precio por afeitado. 0,24€.
Recomendado: SÍ, se trata de un jabón excepcional con un aroma que se sale de lo común. Es cierto que tambien tiene un precio excepcional, pero al igual que ocurre con el Martin de Candre, tiene un rendimiento altísimo, por lo que el precio por afeitado es más que interesante. A mí me ha gustado mucho. Como la mayoría de los jabones de este artesano, se trata de un aroma demasiado potente para ser usado a diario, pero para un capricho sensorial de vez en cuando es cojonudo.