Pues esa Slim guárdala como oro en paño.
Saludos.
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Me hubiera gustado fijarme mucho, muchísimo más en los afeitados de mi padre, pero sí que recuerdo perfectamente que los últimos materiales que usó fueron una Gillette GII (que yo heredé y sigo usando), crema de afeitar con brocha La Toja y como after shave tengo metidas aún la fragancia tanto de Aqua Velva como de Brummel. Estas dos están entre mis favoritas y no faltan nunca en mi arsenal.
Como dato curioso, tengo el lejano recuerdo de infancia de jugar en casa con un cargador de cuchillas Schick, y seguro que sin saber entonces qué era aquel curioso objeto, así que estoy convencido que en algún momento mi padre fue usuario de ese sistema de afeitado. El que suscribe, con base en dicho recuerdo, se ha hecho en los últimos con una pequeña colección de cuatro maquinillas Schick (de las que tres están en rotación, y una está intacta aún)
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En casa de Ama está, hasta es posible que esté hasta la Braun. Si está, la conservaré también.
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Yo también recuerdo los cargadores Schick.
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Si, todas estas cosas hay que conservarlas.
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Cierto.
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El mío 1945 nos dejó hace 10, recuerdo el tubo de crema Lea, brocha de cerda eterna a la cual nunca le dedicó un minuto para cuidrla como hacemos por aquí y mucho Varón Dandy o Brummel depende de lo que dejaran los reyes, dia del padre etc.
Con el tiempo pasó a la eléctrica y así hasta sus últimos días
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Nada de cuidados a la brocha… sin complejos.
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Jamás ví afeitarse a mi padre, pero te aseguro @Ruben que daría lo que fuera por verlo aunque solo fuera una vez.
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Mi padre nació en 1929, era de barrita La Toja, brocha de cerda,maquinilla tres claveles ,las cuchillas ni idea siempre en sitio seguro ,Varón Dandy aftershave y colonia,los últimos años con una maquinilla vielong de cabezales desechables,pero la barrita de La Toja era fija en plantilla.Aunque en reyes le regalabamos otras colonias y aftershave siempre volvía a su Varón Dandy jjjjj que recuerdos…
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Ostras…
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Mi padre nació en 1934, yo en el 75, y siempre le vi utilizar espuma de bote y Gillette GII. Alguna vez, por el día del padre, le regalé un modelo de Gillette de los que acababan de salir, pero al final fui yo el que los usó. Él siempre se mantuvo fiel a su GII y la marca Williams. Espuma de bote, Aqua Velva y colonia de esta marca. Recuerdo algún bote de Floïd, de Kinesia Artic o Brummel, pero siempre volvía al Aqua Velva. No sé por qué le gustaba tanto Williams. Nunca le vi emplear otra marca de espuma.
Conservo su maquinilla de la mili de mediados de los 50 y siempre vi el su armario una barrita Gal, de las de base roja. Estaba desgastada en punta de cargarla con brocha, algo muy de padre.
Edito para añadir que lo que nunca faltó en el afeitado de mi padre fue un Ducados. Había que esperar un rato para poder entrar en el baño después de su afeitado del humo que había. Ojalá no hubiera fumado tanto.
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Bonita historia. Al final, si nos fijamos un poco, a pesar de tener infinidad de posibilidades en casi todo, acabamos utilizando lo que nos va bien. Una lección de las buenas.
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Mi padre también se murió delante mío con 57, hace 20 años, pero me acuerdo cada día, y eso es muy duro…
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Ostras, es verdad, yo creo que la enciclopedia estaba en todas las casas de España…, los sofás de skay que te hacían quedarte pegado en verano, aunque en el Bilbao de mi niñez no hacía tanto calor como ahora, y la radio Vanguard…
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Mi padre siempre con afeitadora eléctrica Philips, jamás lo he visto afeitarse de otra forma.
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El mío, del 36, ahora con eléctrica, pero era de Tech y barra de La Toja. Eso sí, en cuanto entro por casa saca la navaja y el Tabac para que lo afeite “como Dios manda”, regado con Varón Dandy.
Mi acopio de Tabac de tocino reservadas para cuando nos afeitamos juntos.
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Mi padre también usaba eléctrica como la mayoría de los hombres de esa época.
Siempre me contaba que cuando yo era pequeño tan pronto la escuchaba en marcha salía disparado con el taca-taca al cuarto de baño, me la acercaba a la cara y ya me marchaba tan contento…
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Jejeje, está claro que ya tenías afición por el afeitado. Bonita anécdota.
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Gracias a todos los que habéis compartido ese pedacito de vuestra vida con seres tan queridos como padres y/o abuelos.
Me habéis sacado más de una lagrimita.
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